Bloomberg — Los países serán urgidos a reforzar sus planes climáticos nacionales antes de finales del próximo año para que se ajusten a los objetivos del Acuerdo de París, según un primer borrador de documento que surge de las negociaciones de la COP26.
También se pide a las Naciones Unidas que informe cada año sobre cuál es el impacto global de los planes climáticos de los países en el calentamiento global. Por el momento, sitúan al planeta en una trayectoria de 2,7 grados centígrados de calentamiento.
El borrador -que se hizo público antes del amanecer de Glasgow tras una discusión nocturna- contribuye a intensificar la acción en esta década, que se considera un momento crucial para frenar el calentamiento global. Aun así, algunos de los países más contaminantes, como India, todavía no han presentado un plan oficial desde 2016, y no está claro si estas conclusiones serán suficientes para impulsar más acciones.
Greenpeace dijo que no era suficiente.
“Es una petición educada de que los países quizá hagan más el próximo año”, dijo el grupo en un comunicado.
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El Reino Unido y Estados Unidos han pedido que se tomen más medidas para medir los planes climáticos con más regularidad: el enviado climático de EE.UU, John Kerry, dijo el martes que sería una “locura” no medirlos anualmente. El último borrador refleja ese impulso. Los ministros se reunirán cada año para evaluar los planes hasta 2030.
El borrador también pide a los países que aceleren la eliminación del carbón y las subvenciones a los combustibles fósiles.
La presidencia británica de la COP26 ha hecho del “mantener vivo el 1,5″ un mantra. El Acuerdo de París, cerrado tras mucha gimnasia diplomática en 2015, fijó el objetivo de frenar el aumento de la temperatura muy por debajo de los 2 grados, con esfuerzos para acercarse a los 1,5 grados.
Eso ha permitido a los países interpretar el rango de temperaturas como quisieran. Ahora, el Reino Unido se ha fijado como objetivo que los países se centren más en 1,5 grados -que, según los científicos, tendría una incidencia mucho más manejable- y en lo que deben hacer para conseguirlo.
El nuevo borrador apenas va más allá del lenguaje de París, aunque señala que “limitar el calentamiento global a 1,5 grados para 2100 requiere reducciones rápidas, profundas y sostenidas de las emisiones globales de gases de efecto invernadero”. Al menos dos países se han opuesto a cualquier intento de consagrar un objetivo de 1,5 grados en las declaraciones.
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La verdadera prueba del documento será la reacción de los países. En las próximas horas, los distintos bloques expondrán sus posiciones, lo que hará que las negociaciones se intensifiquen.
-- Con la ayuda de Jessica Shankleman y Jennifer A. Dlouhy.
