Bloomberg — El primer ministro iraquí, Mustafá al-Kadhimi, sobrevivió a un intento de asesinato a primera hora del domingo (hora local), después de que un dron cargado de explosivos apuntara a su residencia dentro de la Zona Verde.
El primer ministro no resultó herido en el atentado, según informó el ejército iraquí en un comunicado. Al-Kadhimi hizo un llamamiento a la calma en un tuit y dijo que se encontraba bien. Él ha mediado personalmente en las conversaciones entre la potencia chiíta Irán y la monarquía suní de Arabia Saudí, cuya rivalidad ha sacudido partes de Oriente Medio.
No estaba claro de inmediato quién llevó a cabo el ataque contra el primer ministro, un antiguo jefe de inteligencia cuya importancia se extiende más allá de Bagdad. El Consejo de Seguridad Nacional de Irak afirmó en un comunicado que “grupos armados criminales” eran los responsables del ataque y prometió detener a los implicados.
Se produjeron fuertes disparos dentro de la Zona Verde fortificada de Bagdad, que alberga la Embajada de Estados Unidos y otras oficinas de gobiernos extranjeros, informó la cadena de televisión Al-Arabiya, citando a funcionarios de seguridad que no identificó. Cinco personas resultaron heridas, dijo.
“Este aparente acto de terrorismo, que condenamos enérgicamente, estaba dirigido al corazón del Estado iraquí”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, en un comunicado. “Estamos en estrecho contacto con las fuerzas de seguridad iraquíes encargadas de defender la soberanía y la independencia de Irak y hemos ofrecido nuestra ayuda mientras investigan este ataque”.
Las hostilidades entre las milicias chiitas respaldadas por Irán y el gobierno iraquí aumentaron tras las elecciones parlamentarias del mes pasado, en las que los legisladores respaldados por el influyente clérigo chiita Moqtada al-Sadr terminaron en primer lgar. Al-Kadhimi, un independiente, busca el apoyo de Sadr y de otros bloques para ser restituido como premier, pero el regateo político se prolonga.
Irán condenó el atentado y se comprometió a seguir “apoyando la estabilidad, la seguridad y la paz en Irak”, según un comunicado de Saeed Khatibzadeh, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores. Ali Shamkhani, secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, escribió en un tuit que el atentado equivalía a una “nueva sedición” y señaló a “think tanks extranjeros” que intentan fomentar los disturbios en Irak, sin dar más detalles.
Con asistencia de Golnar Motevalli.