Bogotá — El cofundador de Rappi Juan Pablo Ortega indicó que la plataforma buscaría salir a bolsa en 2022 tras seis años en el mercado en los que hizo su transición de startup hasta convertirse en el primer unicornio colombiano con una valoración superior a los US$1.000 millones en el 2018.
Aunque luego un representante de Rappi dijo en un comunicado enviado por correo electrónico que no se han iniciado conversaciones ni acciones externas sobre una salida a bolsa de la empresa, y que las declaraciones de Ortega son sus “sentimientos personales” que no representan los objetivos de la compañía.
La empresa no solo llegaría a NYSE convertida en unicornio sino que también al cabo de ese tiempo ha diversificado su oferta dando el salto al mundo de las fintech con RappiPay, luego de que la aplicación recibiera la autorización de la Superintendencia Financiera de Colombia para operar como banco.
Desde 2018 hasta junio de 2021, según Statista, la valoración de la empresa tuvo un aumento del 420 % hasta alcanzar los US$5.200 millones, gracias, en parte, al músculo de sus inversores entre los que se cuentan el Softbank, Baillie Gifford, Third Point, el fondo soberano de Singapur, entre otros.
Ahora, Bloomberg informó que el cofundador de la empresa, Juan Pablo Ortega, manifestó en el marco de la conferencia Web Summit en Lisboa (Portugal) que han mantenido conversaciones informales con bancos para salir a bolsa en el primer semestre de 2022.
El gran reto de Rappi; no obstante, sigue siendo la sostenibilidad de sus finanzas pues si bien es considerada la empresa número 385 entre las 1.000 más grandes del país en ingresos operacionales, en 2020 tuvo una pérdida de $234.338 millones y en 2019 esta fue de $305.808 millones, según cifras de la Superintendencia de Sociedades colombiana.
El camino de Rappi
La compañía se fundó en agosto del 2015 y a lo pocos meses ya se proyectaba en el mercado al ser seleccionada por Y Combinator para hacer parte de sus programas de aceleración entre más de 15.000 negocios.
Para agosto de 2016 la compañía calculaba que tenía unos 400.000 usuarios entre México y Colombia, a la vez que tenía la meta de facturar unos US$10 millones mensuales.
Hoy, la empresa es una de las más fuertes en el segmento de domicilios y está presente en más de 40 ciudades de Colombia, cuenta con cerca de 30.000 aliados, más de 1,5 millones de usuarios y más de 50.000 repartidores registrados en la plataforma.
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Según cifras de la compañía compartidos a Bloomberg Línea, con corte a agosto, Rappi tenía un registro mensual de 4,8 millones de solicitudes en las verticales de restaurantes, CPG y comercio electrónico, principalmente.
Y específicamente en la vertical de restaurantes, “al mes tenemos un total de más de 3,7 millones de órdenes, en promedio”. Dentro de esta, destaca su categoría de fine dining, cuya facturación se acercó en julio a los US$11 millones entre México, Colombia, Brasil, Perú, Chile y Ecuador.
Las perspectivas
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Rappi anunció en la tercera semana de julio que había completado una nueva ronda de financiamiento por US$500 millones, lo que le permitiría continuar con su proceso de expansión en Latinoamérica, en donde compite con jugadores del tamaño de la española Glovo o la brasileña iFood, que a su vez adquirió a la plataforma local Domicilios.com.
De acuerdo al portal de estadísticas alemán Statista, los ingresos derivados del mercado de entregas de comida a domicilio podría alcanzar los US$4.000 millones en Latinoamérica en 2024, por lo que la batalla entre los jugadores se ha intensificado duramente.
El cofundador de Rappi, Simón Borrero, fue entrevistado recientemente por Bloomberg Línea y en esta conversación se refirió a la ampliación de la oferta de productos, los planes de la compañía y sus claves para consolidarse en el mercado.
A propósito de este último punto comentó: “Para ser sincero no la tenemos tan clara, porque nunca la hemos tenido muy clara. Lo que ha funcionado es escuchar al usuario y entender cómo está usando Rappi para, sobre todo, ahorrar tiempo. Y ese es, en últimas, el servicio que le damos a la gente”.
En esta entrevista también destacó que Rappi estaba en nueve países y esperaba completar dos más próximamente. “En nuestros planes tenemos una visión de muy largo plazo y ojalá en los siguientes 40 años podamos seguir llevando progreso a cada ciudad de Latinoamérica”, afirmó en su momento.
Polémicas en Colombia
Y así como la plataforma ha sido caso de éxito en el mundo, a nivel local también ha sido objeto de críticas debido a su modelo de negocio en el que los llamados rappitenderos, que son los domiciliarios de la plataforma, no son considerados empleados y por ende no tienen las garantías sociales que ofrecería un contrato.
Es así que en mercados como Colombia los domiciliarios han realizado diferentes protestas para mejorar sus condiciones, dado que para 2019 “el 93,4 % afirmó no estar afiliado al Sistema de Pensiones, al tiempo que el 91,2 % sostiene no estar afiliado al Sistema General de Riesgos Laborales”, según un estudio del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario.
Sobre la polémica, Borrero dijo en la entrevista con Bloomberg Línea que “hay que discernir entre el modelo en diferentes partes del mundo. En Europa algunos lo están usando para poder pagar un equivalente por hora por debajo del salario mínimo y eso es cuestionable”.
“Muy diferente del ejemplo que está dando Rappi en Latinoamérica en donde en cada mercado, en promedio, los rappitenderos están ganando el equivalente a más de dos salarios mínimos. En un país como Colombia en donde el 70 % de la población gana menos del equivalente de dos salarios mínimos, entonces estamos entrando en esta cultura de criticar sin conocer y de no informarnos bien, sino por memes”.
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A finales de octubre la Superintendencia de Industria y Comercio colombiana sancionó por más de $500 millones (unos US$131.000) a Rappi por “reiteradas violaciones al régimen de protección de datos personales”.
Según esa entidad, Rappi no dio “respuesta oportuna a múltiples peticiones de un titular de suprimir sus datos personales, ni haber obtenido su autorización previa y reincidir en esta conducta”.
Rappi ya había sido multada en 2019 por esa misma causa por $298.121.760 luego de que otro ciudadano le solicitó a ese comercio electrónico abstenerse de usar su información, así como que no le enviara correos o mensajes de datos para fines comerciales o de mercadeo.