Ciudad de México — Mientras los líderes políticos del mundo discuten en Glasgow cómo avanzar en la reducción de emisiones y los mecanismos de financiamiento para lograrlo y evitar el calentamiento del planeta, las grandes compañías globales también hacen su parte y se enfrentan a sus propios retos.
La puesta en marcha de la agenda ESG en ocasiones se asemeja a un “deporte de contacto”, considera Paula Santilli, directora general de PepsiCo Latinoamérica. Asegura que requiere de inversiones costosas que no siempre resultan benéficas económicamente, pero también la coordinación de todos los involucrados en la cadena de valor.
“No es solamente costoso desde el punto de vista de inversión. Muchas veces es un proceso de cambios con proveedores, agricultores, muy complicado, muy largo”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea.
Pepsico se ha fijado la meta de ser una empresa con emisiones netas cero para 2040. Actualmente, el 100% de la electricidad que utiliza en los procesos de manufactura es renovable, pero la compañía tiene un obstáculo mayor a vencer: el uso del agua.
La empresa, junto con otras compañías del ramo de producción de alimentos y bebidas en todo el mundo llegan a extraer más de 100.000 millones de litros de agua al año para fabricar sus productos. En 2030, las operaciones de PepsiCo deberán tener un impacto positivo en materia de uso de agua y devolver a los ecosistemas mucho más de la que es utilizada por la compañía, un monto que equivale al Lago Superior, ubicado entre EE.UU. y Canadá.
De acuerdo con Santilli, originaria de Buenos Aires, no alcanzar estos retos representaría otra gran tragedia humana, una más tras la vivida durante la pandemia. En el caso de la salud del planeta podría implicar, por ejemplo, años de sequía o de lluvias incontrolables.
“Estamos trabajando en esta agenda ESG por un propósito mayor que nuestro beneficio. No queremos enfrentar otras tragedias humanas”.
Para la directiva, el éxito de la estrategia ESG de la compañía también requiere de la participación activa de los consumidores. “Necesitamos un consumidor que no sea indiferente. Se necesitan dos: una empresa y un consumidor educado”, dijo.
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Startups latinoamericanas como fuente de soluciones
Santilli considera a la tecnología como un instrumento clave para alcanzar los objetivos ESG de PepsiCo. Actualmente, la empresa en la región está probando un software digital para el manejo de riego y cultivos, además analiza una solución para el reconocimiento de plagas, que permitirán un uso más eficiente de agua y pesticidas en los cultivos.
Algunas de estas soluciones están surgiendo del ambiente emprendedor latinoamericano, asegura.
“Tienen una gran comprensión de tecnología, pasión por temas con propósito muy importantes. Son capaces de crear una solución e irla probando y encuentran en compañías como PepsiCo el socio que necesitan del otro lado”.
La directiva señaló que la inversión en este tipo de emprendimientos implican riesgos que la empresa está dispuesta a tomar. “Algunas cosas funcionan, otras no. Vamos a seguir invirtiendo porque es lo correcto”.
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