Modelo eléctrico actual puede bajar tarifas de luz en México sin reforma

El gobierno mexicano intenta cancelar el esquema vigente para darle el control del sector eléctrico a su empresa estatal CFE.

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Ciudad de México — México persigue controlar las tarifas eléctricas. El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, espera que con la reforma constitucional bajen las tarifas eléctricas, incluso apuesta por crear una tarifa única, pero el modelo eléctrico actual también puede bajarlas, aunque no ocurriría de la noche a la mañana.

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) intenta cambiar tres artículos de la Constitución Mexicana para revertir la reforma energética de Enrique Peña Nieto de 2013 y darle a CFE el control del sector eléctrico. De acuerdo con el Gobierno, el esquema vigente genera pérdidas a la empresa estatal por MXN$438.300 millones y solo beneficia al sector privado, el cual concentra el 62% de la generación eléctrica del país.

“Nosotros esperamos que sí se apruebe la reforma constitucional porque entonces tendremos más libertad y mayores instrumentos para bajar las tarifas que es el objetivo de una empresa pública como CFE”, declaró Bartlett en una comparecencia en la Cámara de Diputados, el 26 de octubre.

Para que las tarifas de luz empiecen a bajar con el modelo actual, primero tienen que ocurrir ciertas condiciones de mercado, explica a Bloomberg Línea Monserrat Ramiro, integrante del think tank Wilson Center y excomisionada de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

La primera condición es que la tarifa regulada refleje los costos de la subsidiaria CFE Suministrador de Servicios Básicos (SSB) para comprar la energía, pues no es un ejercicio que ocurra de forma natural sin el regulador.

“Si el costo de generación del sistema eléctrico es más alto, la tarifa regulada va a ser más alta; si el costo de generación es más bajo, la tarifa podrá ser más baja porque depende de qué tanto el regulador decide reflejar esos menores costos del Suministrador de Servicios Básicos en la tarifa”

Monserrat Ramiro, también maestra en economía por la University College of London

Después, la autoridad reguladora tiene que entregar permisos de generación a empresas -actualmente detenidos al interior de la CRE- para que haya mayor oferta de energía.

La Ley de la Industria Eléctrica protege a los consumidores al impedir que CFE SSB compre la electricidad de forma discrecional para sus 40.7 millones de clientes residenciales, incluidas las subsidiarias de CFE, y le exige hacerlo a través de procesos de competencia, mediante subastas de largo plazo o en el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) de corto plazo para demostrar que obtuvo la energía más barata posible.

“Si CFE SSB compra la energía muy cara, los que pagamos ‘el pato’ somos los consumidores”.

Eleazar Castro, consultor independiente de energía y exsupervisor operativo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el cual se encarga del MEM y el acceso imparcial a la red de transmisión, considera que lo primordial, antes de que puedan bajar las tarifas, es garantizar la estabilidad del sistema eléctrico y que bajen los costos de generación, un proceso que puede tardar hasta 15 años.

“Es un plan a largo plazo. Primero generas estabilidad y conforme vas metiendo generación que desplaza plantas viejas, puede bajar el precio”, comentó.

El Gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto realizó tres subastas eléctricas que lograron precios de generación récord de hasta 20 dólares por MegaWatt-hora con tecnologías solares y eólicas, pero López Obrador canceló la cuarta subasta al inicio de su gestión.

El presidente y su equipo energético han criticado el modelo marginalista de España, donde se han disparado las tarifas a los consumidores finales.

Ambos analistas recuerdan que la crisis de precios del gas es la responsable de que las centrales de ciclo combinado fijen precios récord en el mercado, pero incluso si hubiera una concentración de empresas privadas, se necesitaría más competencia y regulación, no menos.

Respaldo

Los directivos de CFE, incluido Bartlett, argumentan que la intermitencia de tecnologías fotovoltaica y eólica arriesgan la operación del sistema eléctrico, además de que necesitan “respaldo” de tecnología convencional como ciclos combinados de gas y vapor, el cual no pagan los generadores privados.

Las Bases del Mercado eléctrico, publicadas en 2015, estipulan que este tipo de costos de reserva operativa (respaldo) se cobren al suministrador básico o suministradores calificados para grandes consumidores que participan en el mercado, recordó el analista energético.Este aspecto es relevante por el volumen de clientes que posee CFE SSB.

“En ese aspecto estoy de acuerdo con CFE. En las bases de Mercado se establece que los consumidores paguen los servicios conexos, pero si una empresa generadora, por su operación, crea una necesidad de servicios conexos (respaldo), le toca pagarlo a ella”, dijo Castro.

Para proteger la salud del sistema eléctrico, la reserva operativa busca cubrir las necesidades donde hay alta concentración de tecnología intermitentes, el problema es que se aplica el mismo criterio de reserva para todo el país y no donde hay alta demanda.

“Si tuviera zonas de reserva creada con una regulación secundaria, sería una señal para empresas de almacenamiento de energía”

Eleazar Castro

Si aun es insuficiente el mecanismo de mercado, el Cenace puede realizar el despacho de energía por confiabilidad, pero este tipo de despacho no marca precios de mercado que permitan visibilizar la inversión necesaria para reforzar la red o almacenamiento.

¿Adiós al subsidio?

La creación del mercado mayorista se diseñó como un plan de largo plazo para darle estabilidad de precio al sistema eléctrico mediante un modelo marginalista, es decir, que la planta más cara fija el precio que se le paga al resto de las tecnologías más eficientes, y conforme entran en operación centrales nuevas que desplacen a las viejas, el precio de generación eléctrica disminuya.

La Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) estimó que si continuaba con el ritmo de subastas, en 16 años México podría eliminar los subsidios a usuarios residenciales y sector agrícola sin subir el precio de la energía, recordó Castro.

Para 2022, el gobierno presupuestó un subsidio a tarifas residenciales de bajo consumo de CFE por MXN$73.000 millones, un incremento de 4.3% anual, de acuerdo con el proyecto de presupuesto federal para el próximo año.

La desaparición del mercado y todos los modelos de contrato privados persigue que CFE sea el único comprador de energía para todos los consumidores, incluidos los comercios e industrias pesadas, algunos de ellos en modelo de autoabasto, ampliamente criticado por el gobierno mexicano por considerarlo un mercado negro donde existen 239 centrales y más de 77.000 socios que tienen prioridad de despacho y pagan poco por el transporte de energía.

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“La propuesta no ve por el consumidor, tiene el fortalecimiento no en términos de rentabilidad financiera para CFE, sino de capacidad decisión y control sobre el mercado. Eso no es bueno ni para ciudadanos, la empresa estatal ni de ninguna empresa”, concluyó Ramiro.