Bloomberg — En un reciente fin de semana en Bruselas, los cafés de las aceras de la ciudad estaban repletos de clientes de habla francesa e inglesa. Los restaurantes populares estaban llenos hasta las altas horas de la noche. Y las famosas cervezas del país corrían a raudales en sus numerosos bares.
En lugares de todo el mundo donde los viajeros no han podido entrar por las normas fronterizas y las prohibiciones sanitarias locales, las restricciones de viaje de Covid-19 están empezando a relajarse. La bulliciosa imagen de Bruselas está respaldada por datos que muestran que las medidas fronterizas se están suavizando al tiempo que muchas ciudades están empezando a flexibilizar las normas locales, según un nuevo análisis de Bloomberg News.
Bloomberg examinó las restricciones de salud pública de 40 ciudades de todo el mundo que han sido rastreadas desde principios de agosto, así como otras 30 ciudades rastreadas desde mediados de septiembre. Cada ciudad del análisis de Bloomberg recibe una calificación de “más abierta”, “moderadamente abierta” o “menos abierta”, basándose en medidas como los límites de capacidad en restaurantes y bares, las normas sobre máscaras y otros criterios.
El 10 de agosto, sólo el 33% de las ciudades tenían una calificación de “más abiertas”. A partir de la semana pasada, el 56% de las ciudades tienen esa calificación. Los datos confirman lo que muchos observan cuando viajan al extranjero o socializan cerca de casa: a medida que aumentan las vacunaciones y los gobiernos se ajustan a un nivel de referencia de los casos, más lugares están relajando las medidas de salud pública y las normas fronterizas, y los viajes de negocios y de placer están volviendo junto con la vida local.
En Italia, una orden del gobierno permitió que los teatros, cines y salas de conciertos funcionaran al 100% de su capacidad a principios de este mes. El domingo, Arabia Saudí suavizó las normas sobre mascarillas y abandonó las normas de distanciamiento social para los lugares públicos, el transporte, los restaurantes y los cines, antes de un gran festival de entretenimiento que se celebra hasta la primavera.
No todo ha vuelto a la normalidad. Bruselas instituyó este mes un nuevo requisito para que la gente muestre una prueba de vacunación para entrar en muchos establecimientos y las mascarillas son omnipresentes en los trabajadores de servicios y se exigen en el transporte público. Los clubes nocturnos vuelven a estar abiertos y los eventos privados de mayor envergadura están de nuevo permitidos. Pero en la región de Flandes, el gobierno está estudiando nuevas normas sobre el uso de mascarillas por parte de los niños en edad escolar y fomentando el trabajo desde casa tras una nueva oleada de casos, según informó la emisora pública flamenca VRT en su página web.
Las reaperturas se producen en paralelo a los cambios de actitud sobre las prioridades sanitarias de la pandemia. Una encuesta reciente realizada entre residentes de seis países (Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Suecia, Alemania y Francia), reveló un apoyo creciente al objetivo de “proteger la economía” y un apoyo mayoritariamente decreciente a “limitar la propagación” del Covid-19. La encuesta, realizada por la empresa de comunicación Kekst CNC, también encontró poco apoyo a las restricciones de salud pública así como los confinamientos, incluso en una situación hipotética en la que los hospitales empezaran a estar bajo el peso de los casos.
El aumento de las aperturas se produce justo en un momento en que las normas de viaje también se están relajando. Estados Unidos tiene previsto reabrir sus fronteras a los viajeros vacunados a partir del 8 de noviembre, una medida que casi con toda seguridad dará un impulso a los viajes de negocios y de placer en todo el mundo. Los países de la UE llevan reabriendo sus fronteras desde el verano, incluso para las llegadas desde EE.UU. El Reino Unido también ha relajado sus fronteras en el último mes, uniéndose a sus vecinos de la UE.
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Esto ha impactado positivamente a las empresas que dependen de los viajeros.
“Estamos satisfechos con el impulso que estamos viendo en la recuperación y nuestra confianza sigue creciendo sobre el fuerte retorno a largo plazo de los viajes en todos los segmentos”, dijo Tony Capuano, director general de la cadena hotelera Marriott International Inc. en una conferencia de inversores el mes pasado.
Los transportistas aéreos también están notando el efecto. Delta Air Lines Inc. informó la semana pasada de su primer beneficio trimestral desde el inicio de la pandemia, diciendo que los viajes de los consumidores en Estados Unidos habían vuelto a los niveles de 2019 y que los viajes de negocios están reanudando.
“A medida que la variante retrocede, los viajes de negocios se han recuperado en el último mes, con volúmenes que ahora alcanzan el nivel más alto que hemos visto en la recuperación”, dijo el CEO de Delta, Ed Bastian, en la llamada de ganancias de la compañía. United Airlines Holdings Inc. y American Airlines Group Inc. dijeron que veían tendencias similares.
Incluso los llamados lugares Covid-19 cero, donde los gobiernos cerraban las fronteras y limitaban fuertemente la actividad, han comenzado a abrirse. Singapur, por ejemplo, anunció a principios de este mes sus planes de abrir la a los viajeros estadounidenses y británicos vacunados y planea una relajación similar de las normas para las personas de Suiza y Australia. Y en Sydney, la ciudad de 6 millones de habitantes ha levantado finalmente las normas de cierres después de 107 días, mientras el gobierno debate si reabrir los viajes a los visitantes.
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Hay excepciones, por supuesto.
En ciudades como Moscú, donde las tasas de vacunación son más bajas, las autoridades están planeando nuevos y duros límites a la actividad. Las personas mayores de 60 años no vacunadas tendrán que permanecer en casa durante cuatro meses a partir del 25 de octubre, dijo el martes el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, en un artículo en su blog, ya que la capital rusa se enfrenta a un aumento de las infecciones por el virus Covid-19 en medio de la indecisión generalizada a la hora de vacunarse en casa.
Sólo un tercio de las personas en el grupo de edad vulnerable han sido vacunadas, a pesar de que representan el 86% de las muertes por Covid-19, dijo Sobyanin al justificar el confinamiento.
La decisión se produce en un momento en el que los nuevos contagios en Rusia superaron los 30.000 esta semana por primera vez desde que estalló la crisis el año pasado y las muertes alcanzaron un récord de 1.015 el martes. El Primer Ministro, Mikhail Mishustin, pidió el martes que del 30 de octubre al 7 de noviembre se declararan días no laborables en todo el país para frenar la transmisión.
Otras ciudades también han establecido nuevos límites. Las normas de salud pública de Los Ángeles son más estrictas de lo que eran durante el verano, ya que el estado sufrió un aumento de los casos de Covid-19. Y en el Reino Unido, las autoridades sanitarias están observando un repentino aumento de las nuevas infecciones, a pesar de la elevada tasa de vacunación.
Con la asistencia de Jake Rudnitsky, Flavia Rotondi y Richard Bravo.
