1. ¿Qué es?
Desde 1995, los países asociados al Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés) celebran una conferencia de gobiernos, científicos y organizaciones no gubernamentales para debatir los efectos del calentamiento global, generados por los gases de efecto invernadero que las emisiones lanzan a la atmósfera.
Ha habido conferencias en Berlín (1995), Kioto (1997, tras el cual se firmó el famoso protocolo), Bali (2007), Durban (2011) y, la más reciente, París (2015), que dio lugar al acuerdo entre los 196 países miembros para reducir las emisiones de carbono a la atmósfera.
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Ahora le toca a Glasgow evaluar e intentar avanzar en la realización de lo que el Acuerdo de París puso sobre el papel. Lo más importante es la negociación entre los gobiernos nacionales en torno a los objetivos de reducción de emisiones y los mecanismos de financiación.
Los países participantes presentarán planes para ayudar al mundo a alcanzar las cero emisiones de carbono a mediados de este siglo. En última instancia, eso significa eliminar los combustibles fósiles como el carbón y el gas y pasar a las energías renovables.
La COP es un foro en el que científicos, diplomáticos y organizaciones activistas discuten las alternativas para frenar el calentamiento del planeta y, al mismo tiempo, por la atención que recibe, intentan mover a la opinión pública mundial para que presione a los gobiernos a no permanecer inertes.
El evento, que comienza hoy, dura dos semanas.
2. ¿Para qué sirve?
El Acuerdo de París se evaluará cada cinco años. La COP26 es la primera oportunidad para revisar el tratado y los países tendrán que demostrar cómo han cumplido sus objetivos nacionales. Muchos creen que la COP de este año es la última oportunidad para mantener vivas las esperanzas de limitar el calentamiento a 1,5°C para 2030, en comparación con el mundo preindustrial.
Uno de los consensos ya alcanzados es que la idea de un planeta con una población creciente (desde 8.000 millones de personas hoy a 10.000 millones en 2050) no podrá mantener el nivel de desarrollo actual — tanto en los países ricos como en los emergentes o incluso en los pobres — basado únicamente en una economía de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón. Esta es una conclusión de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), un club de las economías más ricas de Occidente. Actualmente, Chile, Costa Rica, Colombia y México son parte del llamado “club de países ricos” y se examinan las membresía de Argentina, Brasil y Perú.
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El punto principal de los científicos vinculados al Panel de la ONU: cuanto más caliente esté la Tierra, mayores serán las posibilidades de que se produzcan fenómenos extremos — como sequías, tormentas, huracanes e inundaciones — que destruyan la producción agrícola, sumen a las comunidades en la pobreza y produzcan incertidumbre más allá de las fronteras de cada país.
Además, los modelos matemáticos indican que el calentamiento es un riesgo para las ciudades costeras de todo el mundo porque tendería a provocar el deshielo de enormes porciones del Ártico y el Antártico, elevando el nivel del mar. El catálogo de daños potenciales es amplio e incluye la desaparición de especies animales y vegetales.
3. ¿Quiénes son los negociadores?
Durante dos semanas, representantes del gobierno acudirán a Glasgow, junto con unas 30.000 personas: científicos, empresarios, activistas y legisladores.
Además de diplomáticos, Glasgow ha atraído a jefes de Estado como Joe Biden (EE.UU.), Boris Johnson (Reino Unido) o Angela Merkel (Alemania).
4. ¿Cómo funciona en la práctica?
El evento se divide en dos zonas. La zona azul se celebrará en el Scottish Event Campus y será administrada por las Naciones Unidas. Aquí estarán los miembros oficiales de la COP, y se llevarán a cabo las negociaciones y evaluaciones.
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La zona verde estará abierta al público, incluidos artistas y académicos. Se celebrará en el Glasgow Science Center. El espacio pretende promover el aprendizaje y la participación en torno al cambio climático mediante talleres, exposiciones y grupos de debate.
5. ¿Cuál es el objetivo de Glasgow?
El Acuerdo de París consiguió que los países participantes, ricos y pobres, se comprometieran a intentar detener el aumento de la temperatura de la Tierra por debajo de los 2ºC, en comparación con la temperatura media del siglo XIX. Lo ideal es que el aumento se mantenga en 1,5°C.
El corazón del Acuerdo de París es la cláusula 4 del texto, que establece la progresividad de los objetivos de reducción y el mercado de compensaciones (offset).
El Acuerdo de París creó mecanismos para reducir las emisiones de bióxido de carbono, mantener los bosques en pie y crear un mercado mundial de carbono en el que los países ricos paguen por la preservación del medio ambiente en los países pobres.
No se trata sólo de transferir dinero, sino de construir una gobernanza mínima para verificar que los recursos transferidos en este mercado de carbono se utilicen de forma eficiente para impulsar políticas públicas y nuevas actividades económicas más “verdes”.
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Se espera que, en Glasgow, haya compromisos de los gobiernos nacionales que permitan el cumplimiento, en la práctica, de las cláusulas del Acuerdo de París. Por ejemplo, ¿cómo y cuándo funcionarán efectivamente los pagos del mercado del carbono?
Uno de los problemas radica en las instituciones multilaterales creadas para repartir los costos de frenar el calentamiento global. Estos organismos son políticamente débiles y rehenes de procedimientos basados en el consenso y la unanimidad, lo que los hace presa fácil de cualquier tipo de obstrucción.
En las negociaciones de ahora, cada país debe presentar un documento con sus prioridades dentro del Acuerdo, ya sea para proponer la reducción gradual de sus emisiones o en términos del mercado de carbono.
La conferencia debería haberse celebrado el año pasado, pero el estallido de la pandemia pospuso el evento.
6. ¿Quiénes son los mayores contaminantes?
Las mayores economías mundiales tienen un peso muy grande en la COP26, ya sea porque son los mayores emisores de contaminantes o porque tienen los recursos financieros para hacer realidad el mercado del carbono.
China, con su matriz energética fuertemente basada en el carbón, es el país que más carbono emite a la atmósfera. Hasta ahora, el país se ha comprometido más con principios para frenar las emisiones que con medidas concretas.
Estados Unidos se enfrenta al escepticismo sobre su agenda. Donald Trump retiró al país del Acuerdo de París y Joe Biden se reincorporó. India, un país con la segunda mayor población del mundo, también es un foco de preocupación. Brasil, a pesar de tener una matriz energética más limpia que las demás, ha cobrado un protagonismo negativo por el regreso de la deforestación acelerada en la Amazonia, un ecosistema fundamental desde el punto de vista global para frenar el calentamiento del planeta.
7. ¿Cómo media la ONU entre países ricos y pobres?
La diplomática mexicana Patricia Espinosa es la máxima responsable de Naciones Unidas en materia de cambio climático. En días previos, ella ha dicho a Países Menos Adelantados que el mecanismo multilateral “reconoce la frustración que sienten” muchos de estas naciones “por la falta de avances en los temas más importantes”.
En el informa más reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la ONU reconoció que los 46 países menos desarrollados son los que más recientes los efectos de la emergencia climática a pesar de que contribuyen muy poco a las emisiones totales. De acuerdo con Espinosa, estos países requieren urgentemente ayuda financiera para hacer frente a la aceleración de dichos efectos, que incluyen tormentas, sequías e inundaciones cada vez más frecuentes e intensas.
Para Espinosa, dijo su oficina en un comunicado, “tal vez lo más importante, el éxito en Glasgow significa garantizar que se escuche a todas las voces y que no se dejen propuestas viables sobre la mesa (…) Reconociendo el notable poder e influencia de ciudades, regiones, empresas, inversores e instituciones educativas de todo el mundo, Patricia Espinosa citó este multilateralismo inclusivo como ‘fundamental para alcanzar los objetivos climáticos globales’.
Espinosa instó también a los países con economías desarrolladas a tomar la iniciativa, según el principio de ‘responsabilidades comunes pero diferenciadas’, uno de los pilares del Acuerdo de París. En cuanto al sector privado, pidió a todas las empresas e inversores que alineen sus carteras con el Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2024″.
--Con información de Alejandro Ángeles