Bloomberg Línea — Considerables avances y mejoras en América Latina sobre el bienestar y calidad de vida de las personas que se habían podido obtener en las últimas dos décadas, podrían quedar difuminadas por el impacto de la pandemia de Covid-19.
La crisis sanitaria también profundizó los desafíos que prevalecían en la región al golpear en un momento de grandes vulnerabilidades pues el progreso ya se veía ralentizado desde mediados de la década de 2010 y los problemas estructurales persistían, de acuerdo con el nuevo reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) : ¿Cómo va la vida en América Latina? : Medir el bienestar para la formulación de políticas.
“El crecimiento de los ingresos y la reducción de la pobreza ya se estaban debilitando, el empleo estaba cayendo y el desempleo aumentando, y la satisfacción de las personas con sus condiciones de vida y su confianza en las instituciones públicas estaban disminuyendo”, apunta el informe.
¿Cómo va la vida en América Latina? aborda la situación en 11 países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, México, Paraguay, Perú y Uruguay, seleccionados debido a su condición de países de ingresos altos y medianos altos en el contexto del Mecanismo de la Unión Europea para el Desarrollo en Transición.
Asimismo, toma en cuenta 11 aspectos del bienestar actual: ingresos y consumo, trabajo y calidad del empleo, vivienda, salud, conocimientos y habilidades, calidad del medio ambiente, bienestar subjetivo, seguridad, equilibrio entre la vida laboral y personal, las conexiones sociales y el compromiso civil. Asimismo, analizó los recursos para el bienestar futuro: capital natural, económico, humano y social.
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El análisis sostiene que las fuertes caídas en la satisfacción con la vida y las conexiones sociales entre 2019 y 2020 subrayan el costo humano de la crisis.
Una vez que la pandemia sorprendió y la crisis de salud se convirtió en una crisis económica y social, la satisfacción con la vida en general cayó más drásticamente en América Latina que en los países de la OCDE, afectando particularmente a los grupos más vulnerables: mujeres, menores, jóvenes, personas que viven en áreas rurales, pueblos indígenas, afro y aquellas con menor nivel educativo.
Puntos a tomar en cuenta sobre el riesgo de que el Covid-19 borre los avances:
- En 2020, la pobreza absoluta y el desempleo aumentaron drásticamente, mientras que los ingresos, el empleo y la participación en la fuerza laboral disminuyeron.
Se estima que el número de personas que se encuentran por debajo de la línea de pobreza absoluta en toda la región aumentó en 22 millones a 209 millones en 2020, según la definición de la Cepal, y de este total, 78 millones vivían en condiciones de pobreza extrema, un incremento de 8 millones en comparación con 2019. “Estos cambios llevan la pobreza absoluta a su nivel más alto desde 2008 y la pobreza extrema a su nivel más alto desde 2000″, alerta la investigación.
- En tanto, los cierres y las medidas de contención han golpeado especialmente a los trabajadores informales y con salarios bajos. Hasta el 38% del total de trabajadores (y el 61% de los trabajadores informales vulnerables) no tienen acceso a ningún tipo de protección social.
“Durante la primera ola de la pandemia, los latinoamericanos soportaron algunos de los bloqueos más prolongados del mundo y estaban sujetos a algunas de las más estrictas restricciones de movilidad y contacto”,
Al igual que con los niveles de pobreza, se prevé que la desigualdad de ingresos haya aumentado más en las economías más grandes de la región, y se estima que el coeficiente de Gini (medida que sirve para calcular la desigualdad de ingresos que existe entre los ciudadanos de un país) ha aumentado un 3% o más en Argentina, Brasil, Ecuador, México y Uruguay, y entre 0,5 % y 1,4% en República Dominicana, Paraguay, Guatemala, Honduras y Panamá
- Las malas condiciones de vivienda en la región dificultaron la lucha contra el virus y la brecha digital obstaculizó las oportunidades de aprendizaje remoto, trabajo, telemedicina y más.
- La pandemia ha tenido un impacto marcado en la educación: A mediados de mayo de 2020, más de 160 millones de estudiantes de todos los niveles habían dejado de recibir clases presenciales en la región. La satisfacción con el sistema educativo en 2020 tuvo una caída interanual de 11 puntos porcentuales, lo que dejó el nivel entre los países analizados en 52% frente al 67% en la OCDE.
El aprendizaje remoto se volvió “un desafío cuando el 46% de los niños de 5 a 12 años viven en hogares sin conectividad y menos del 14% de los niños pobres en educación primaria tienen una computadora conectada a internet, en contraste con más del 80% entre los estudiantes ricos”, describe la OCDE.
- Quedó expuesta la importancia del acceso a la atención médica: Aproximadamente el 25% de la población en su conjunto no tenía acceso a los servicios de salud esenciales antes de la pandemia: estas personas habrán visto su acceso aún más restringido en el transcurso de 2020.
- Los bloqueos prolongados mantuvieron a la gente fuera de las calles, con consecuencias mixtas para el crimen y la violencia. Es probable que las condiciones de confinamiento hayan cambiado los patrones delictivos, dice la organización.
Los informes de aumento de la violencia doméstica en Argentina, Chile, Colombia y México durante las primeras semanas de confinamiento confirman la preocupación por violencia doméstica.
Covid-19, señala el reporte, también pudo haber abierto una ventana de oportunidad para que los grupos del crimen organizado solidifiquen su poder local, participando en actividades caritativas e imponiendo sus propias restricciones a las comunidades.
- Los procesos electorales se vieron perturbados con elecciones pospuestas en Chile, República Dominicana, Paraguay y Uruguay. La evidencia de 14 elecciones parlamentarias y presidenciales sugiere que la pandemia pude haber afectado el comportamiento electoral en la región.
- El bienestar subjetivo de las personas y sus relaciones sociales quedó afectado. Entre 2019 y 2020, la satisfacción con la vida en el grupo focal de países se redujo en un 7%, una caída borró todas las ganancias de satisfacción con la vida obtenidas desde 2006 y 2008.
Una de cada 4 personas en 2020 informaron niveles muy bajos de satisfacción, en comparación con alrededor de 1 de cada 5 solo un año antes. El bienestar emocional también se ha resentido: en promedio, el 17% de los encuestados en los países del grupo focal experimentaron más sentimientos negativos que positivos en un día típico, aproximadamente 6 puntos porcentuales más que en 2019.
- El impacto en el capital humano y su efecto en los jóvenes, la educación y la salud probablemente resulte en cicatrices a largo plazo. El Banco Mundial ha estimado que las pérdidas en aprendizaje, capital humano y productividad podrían traducirse en una disminución de US$1,7 billones en los ingresos totales para la región de América Latina y el Caribe.
La mala salud aumenta la vulnerabilidad a los efectos del Covid-19, y se estima que el 21% de la población tiene al menos una condición de salud preexistente que los pone en mayor riesgo.
- El capital económico, debilitado desde 2015, se verá aún más socavado por las caídas de la inversión.
La pandemia provocó una contracción del 6,8% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2020, mientras que los programas de estímulo han agotado en gran medida el limitado espacio fiscal disponible para los países de la región. La deuda pública en la economía mediana aumentó del 53% del PIB en 2019 al 69% en 2020, según el Banco Mundial, lo que convierte a América Latina y el Caribe en la región más endeudada del mundo en desarrollo.
- Los recursos naturales han estado expuestos a un mayor riesgo debido a las dificultades para hacer cumplir las protecciones de ciertos activos naturales durante la pandemia.
De acuerdo con el Monitor Covid de Bloomberg Línea, se registran 2,27 millones de muertes por Covid-19, mientras alberga solo el 8,4% de la población mundial.
Los países que forman parte de la OCDE son: Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, República Checa, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Islandia, Irlanda, Israel, Italia, Japón, Corea, Letonia, Lituana, Luxemburgo, México, Países Bajos, Nueva Zelanda, Noruega, Polonia, Portugal, República Eslovaca, Eslovenia, España, Suecia, Suiza, Turquía Reino Unido y Estados Unidos.