Bloomberg — China ha declarado que no ha actualizado sus objetivos de lucha contra el cambio climático para reducir las emisiones a cero, lo que reduce las posibilidades de una acción global más ambiciosa en la cumbre COP26 de Glasgow.
El compromiso actualizado del país en el marco del Acuerdo de París, conocido como Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés), reiteró su plan para alcanzar el pico de emisiones de gases de efecto invernadero antes de 2030, y llegar a cero en 2060.
El hecho de que China no ofrezca ningún avance sobre los objetivos clave ya esbozados el año pasado por el Presidente Xi Jinping suma a la creencia cada vez más firme de que los líderes mundiales no llegarán a acuerdos importantes sobre la aceleración de las medidas para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5ºC. No se espera que Xi asista.
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Una nueva evaluación de la ONU advirtió esta semana que, si no se realizan mayores esfuerzos para reducir las emisiones, el mundo va camino de un aumento de temperatura de 2,7ºC, un incremento que podría tener consecuencias catastróficas. La mayor parte de la atención se ha dirigido a los principales emisores, como China e India, para que aumenten su nivel de ambición.
China puede hacer más que cualquier otro país en este momento para frenar el calentamiento global. El país es, con diferencia, el mayor contaminador del mundo, una de las principales fuentes de emisiones de metano, el mayor productor y consumidor de carbón, y ha sido fundamental en la financiación de la generación de energía a partir de combustibles fósiles en el extranjero.
Una hoja de ruta largamente esperada, publicada a principios de esta semana, detalla exactamente cómo piensa China limitar las emisiones de carbono, estableciendo planes específicos de actuación en sectores como la siderurgia y la petroquímica, junto con objetivos de almacenamiento de energía, transporte con cero emisiones y reciclaje.
China apunta a que las fuentes de energía no provenientes de fuentes fósiles representen el 80% de la combinación energética para 2060, planea empezar a reducir el uso del carbón a partir de 2026 y espera alcanzar una “meseta” de consumo de petróleo antes del final de la década. El país también dejará de construir centrales eléctricas de carbón en el extranjero, dijo Xi en la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre.
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En su NDC, China reiteró sus objetivos para 2030, entre los que se incluyen la reducción de las emisiones por unidad de producto interior bruto en más de un 65% con respecto a los niveles de 2005 y el aumento de la proporción de combustibles no fósiles en la combinación energética hasta un 25% aproximadamente.
El objetivo de la nación se ha visto complicado por una crisis energética que ha provocado escasez en los últimos meses, ha afectado a los principales centros de producción y ha provocado la intervención del gobierno para frenar las fuertes subidas de los precios del carbón. La hoja de ruta de esta semana ha hecho hincapié en la necesidad de un enfoque “estable, ordenado y seguro” para reducir las emisiones.
Xie Zhenhua, que asistirá a la conferencia de Glasgow en calidad de enviado especial de China para el cambio climático, también ha instado a los países desarrollados a que proporcionen dinero y tecnología a las naciones en desarrollo para ayudar a impulsar más acciones. Europa y Estados Unidos deben “asumir sus responsabilidades históricas” en materia climática, dijo.
China es una de las economías clave que no cumplió el plazo establecido en julio de este año para presentar nuevos planes de NDC para 2030. Según el Acuerdo de París, los países deben actualizar sus compromisos cada cinco años.