Bloomberg — Merck & Co. ha alcanzado un acuerdo de licencia destinado a ampliar el acceso a su prometedora píldora contra el Covid-19, un pacto que los defensores de la salud esperan que estimule a otras empresas farmacéuticas a actuar en la misma línea.
El acuerdo con el Medicines Patent Pool, respaldado por las Naciones Unidas, ayudará a que la terapia antiviral esté disponible en más de 100 países de ingresos bajos y medios si se aprueba, permitiendo a las empresas de medicamentos genéricos solicitar licencias para fabricar el fármaco experimental, según un comunicado del miércoles.
El primer acuerdo de la organización para facilitar el acceso a una tecnología contra el Covid-19 se produce en medio de preocupación por que las naciones de bajos ingresos que ya luchan por acceder a las vacunas se queden atrás una vez más en lo que respecta a los medicamentos contra la enfermedad. Merck y sus socios no recibirán regalías mientras el Covid-19 esté clasificado como una emergencia de salud pública de interés internacional por la Organización Mundial de la Salud.
El Reino Unido, Australia, Malasia y Singapur son algunos de los países que ya se han movilizado para asegurar el suministro del molnupiravir de Merck. El consorcio de patentes inició conversaciones con los fabricantes de medicamentos en marzo del año pasado, al principio de la pandemia, según Charles Gore, su director ejecutivo.
“Salimos y dijimos: ‘miren, nos dedicamos a la concesión de licencias de salud pública, tenemos mucha experiencia en esto, y nos gustaría que la industria se acercara a nosotros para poder discutir la posibilidad de conceder licencias’”, dijo Gore en una entrevista. “Francamente, es un poco decepcionante que no lo hayan hecho. Sólo recientemente se ha empezado a hacer”.
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Siguen los obstáculos
La píldora es una ayuda potencial para los países más pobres por su bajo costo de producción y su facilidad de uso. La farmacéutica estadounidense ha tomado medidas para garantizar que más países puedan obtenerla, firmando acuerdos de licencia con fabricantes de genéricos indios a principios de este año. Merck y su socio Ridgeback Biotherapeutics LP han solicitado la autorización de uso de emergencia en EE.UU., y el tratamiento se someterá a la revisión del comité de la Administración de Alimentos y Medicamentos (la FDA por sus siglas en inglés) de EE.UU. el mes que viene.
“Antes de que las empresas puedan fabricar versiones genéricas, es necesario resolver los obstáculos reglamentarios y otros problemas, y el potencial de producción no se hará realidad sin incentivos y garantías”, dijo la semana pasada Trevor Mundel, presidente de salud mundial de la Fundación Bill y Melinda Gates. La organización Gates está destinando hasta US$120 millones para ayudar a los fabricantes de genéricos.
Los defensores de la salud también se han mostrado preocupados por que algunos países de ingresos medios muy afectados puedan quedar fuera de los acuerdos de licencia. La campaña se considera crucial, ya que muchos países de renta baja carecen de acceso a las vacunas.
“Una de las cosas más tristes es que la industria ha hecho un trabajo tan grande al presentar vacunas y ahora tratamientos que son realmente excelentes, y toda la buena voluntad que ha generado se ha perdido por hacer un mal acceso”, dijo Gore. “Esto es absolutamente crítico para que salga bien, tenemos que hacerlo mejor”.
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