Bloomberg — Grupo Posadas SAB de CV, un operador hotelero vinculado a 185 propiedades en México, solicitó acogerse a la Ley de Quiebras de Estados Unidos con el objetivo de consolidar planes de reestructuración mediante la flexibilización de vencimientos de deuda.
La solicitud permite que Posadas continúe operando mientras busca la aprobación judicial de un plan de reestructuración. Ni los proveedores ni los clientes se verán afectados por la solicitud, según un comunicado, y la empresa apunta a que el proceso de quiebra concluya en un plazo de 60 días.
“El acuerdo preliminar ya fue acordado por los bonistas”, dijo Omar Zeolla, estratega de Oppenheimer en Nueva York. “Acelera la conclusión de la reestructuración y es favorable para los bonistas que reciben un nuevo bono garantizado”.
Posadas posee, alquila o franquicia casi 30.000 habitaciones de hotel en México, principalmente en áreas urbanas, según el comunicado. La compañía ha enfrentado dificultades bajo el peso de cerca de US$400 millones en deuda, una dinámica que se ha visto agravada por el covid-19, según documentos judiciales.
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La compañía planea extender los vencimientos de los pagarés en circulación por más de cinco años y, a cambio, otorgar a esos acreedores solicitudes sobre los activos de Posadas. En virtud del plan, las deudas de bajo rango, como las cantidades adeudadas a los proveedores, no se verán afectadas. Se restablecerán acciones existentes, una rareza en casos de quiebra en EE.UU.
“Probablemente sea la solución correcta por ahora”, dijo Roger Horn, estratega sénior de SMBC Nikko Securities America, en Nueva York. “Si no funciona, siempre podrían volver con una reestructuración más severa en unos pocos años si fuera necesario”.
La deuda de Posadas se agudizó a principios de 2020 cuando el covid-19 impactó el turismo, pero se ha recuperado.
Desde que incumplió un pago de US$15,5 millones en intereses el 30 de junio del año pasado, los pagarés de la compañía se han recuperado. Los bonos con vencimiento en 2022 han subido casi 54 centavos por dólar a alrededor de 84 centavos en medio del pujante turismo mexicano mientras la segunda economía más grande de América Latina aprovecha el regreso de los viajeros a las playas mexicanas.
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