Ciudad de México — El desabasto de chips en México está generando escasez de trabajo en la industria, principalmente en el ramo automotriz, lo que ha obligado a las empresas en acuerdo con los trabajadores a realizar paros de producción ante la falta de semiconductores, un escenario que continuará en 2022, dijeron a Bloomberg Línea representantes sindicales.
“El desabasto de semiconductores a nivel internacional sigue ocasionando ajustes en la producción (...) se les comunica paro técnico”. Este el aviso que en los últimos meses los trabajadores de plantas como Ford, Volkswagen, Nissan, Audi o General Motors han recibido, en ocasiones de un día para otro, para ser notificados de los paros técnicos y del ajuste temporal en jornadas laborales y salarios.
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Los sindicatos con contratación colectiva en la industria automotriz dijeron que hacia la mitad de 2021 se tenía la expectativa de que el abasto de chips se normalizara, sin embargo, al inicio del cuarto trimestre del año han continuado los paros técnicos o de producción ante la falta de chips y con ello el recorte salarial.
Los representantes sindicales coincidieron en que hasta ahora las empresas no han planteado despidos, ya que hay acuerdos pactados que entienden la coyuntura, sin embargo, existe incertidumbre creciente porque las empresas han transmitido que las nuevas contrataciones están detenidas y que los paros podrían extenderse hasta 2022.
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El secretario general de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Sonora, Javier Villarreal, dijo que la base trabajadora está preocupada y al mismo tiempo con la esperanza de que la producción vuelva a estar al 100% y se corrija en el menor tiempo posible el desabasto de chips.
En el caso de Ford en Sonora, la empresa y sindicato firmaron convenios que implican un pago de salario que va desde el 60% al 75%, lo que está generando presión económica en algunos trabajadores en un ambiente de alta inflación.
“La empresa Ford no tiene una idea clara, hasta ahorita no sabemos cuánto vaya a durar este proceso”.
En este sentido, Villarreal dijo que no hay una fecha definida para dejar los acuerdos temporales de paro de producción, así como tampoco hay periodos acordados de paro técnico, igual puede sen horas, días o semanas.
Ford en Sonora ha aplicado paros de producción por horas durante octubre, en contraste, empresas como General Motors en San Luis Potosí se vieron orillados a aplicar un paro de cuatro semanas durante los meses de julio y agosto.
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El vocero de Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (FESIIAAAN), Víctor Martínez, aseguró que sí existe una preocupación entre el gremio por la falta de semiconductores y otros insumos, una situación que hasta ahora ha sido sorteada con acuerdos para pagar salarios al 50% o 60%.
“Sabemos que (las empresas) están buscando alternativas a la falta de chips, están a la espera también de que surjan empresas que puedan hacer esos famosos microchips, pero lo que nos han comentado es que esta crisis se podría prolongar incluso todo 2022. Es una situación que mantiene en alerta a todos”.
El especialista laboral y socio de la firma Littler, Jorge Sales Boyoli, explicó que las empresas que están en la cadena de suministro de la industria automotriz han sido afectadas por el desabasto de chips y, en consecuencia, los acuerdos de reducción salarial se han extendido a esos empleos indirectos.
Indicó que en algunos casos se está recurriendo a otorgar permisos sin goce de sueldo o a consumir los días festivos o de vacaciones, a fin de que contar con las plantillas laborales completas para cuando se normalice la situación.
“No hay claridad en la industria manufacturera del desbasto, los tiempos con muy volátiles, pero lo cierto es que los acuerdos entre empresas y sindicatos no pueden ser indefinidos, esto lo dice la Ley del Trabajo, se está a la espera de la normalización de la producción”.
El asesor sindical de General Tire, Francisco Retana, dijo que el desabasto de semiconductores afectó ya el terreno laboral provocando la interrupción de las jornadas laborales y los salarios en distintas intensidades. “Si este fenómeno se prolonga tiene que haber una apertura mayor de información de las empresas, los sindicatos genuinos deberían tener información detallada”.
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