Los riesgos que podrían frenar la reactivación económica de Latam, según el FMI

El crecimiento a corto plazo está expuesto a una serie de desafíos que van desde un crecimiento persistente de la inflación hasta el malestar social exacerbado por las cicatrices que dejó la pandemia, indicó el fondo.

El crecimiento a corto plazo está expuesto a una serie de desafíos, dijo el FMI, que van desde un crecimiento persistente de la inflación hasta el malestar social tras las cicatrices que dejó la pandemia.
21 de octubre, 2021 | 01:05 PM

Bloomberg Línea — El Fondo Monetario Internacional (FMI) ahora es más optimista sobre la recuperación económica de América Latina y el Caribe, pero advirtió sobre una serie de riesgos que podrían frenar la reactivación en una región que ahora espera que crezca 6,3% este año y 3% en 2022, en contraste con el 5,8% en 2021 y 3,2% del reporte anterior. El organismo publicó este jueves en Washington un informe que complementa los pronósticos globales que entregó la semana pasada en medio de su reunión anual, y que contiene un análisis más detallado de los países del continente.

Chile (11%), Perú (10%) y Colombia (7,6%) serán los países que liderarán el crecimiento económico de la región, que ahora tiene mejores perspectivas debido a los altos precios de las materias primas, unas mejores condiciones externas de los principales socios comerciales y una reactivación de la demanda interna, a medida que la pandemia permite reabrir las economías.

El crecimiento a corto plazo está expuesto a una serie de desafíos, dijo el FMI, que van desde un crecimiento persistente de la inflación hasta el malestar social exacerbado por las cicatrices que dejó la pandemia. Estos son cinco de ellos:

1. La inflación acecha

El informe aseguró que el incremento de los precios podría llevar a una normalización más rápida de la política monetaria por parte de los bancos centrales, la cual podría endurecer las condiciones de financiación.

“Si el aumento de la inflación amenaza con desanclar las expectativas, los bancos centrales deberían tomar medidas oportunas y decisivas para endurecer la política monetaria, señalar un compromiso con los objetivos de inflación y evitar un aumento persistente de los precios”, planteó el análisis.

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Países como Brasil, Chile, Colombia, Perú y México ya han decidido aumentar sus tasas de interés para controlar el encarecimiento del costo de vida, aunque el FMI resaltó que, de acuerdo a las encuestas, las expectativas de inflación a tres años están entre los rangos objetivo de los países.

“La región ha dado grandes pasos hacia una inflación baja y estable desde el cambio de siglo, y se espera que la elevada inflación de 2021 revierta rápidamente a alrededor del 3% en 2023″, dijo.

2. El malestar social podría intensificarse

Las protestas en Chile, Ecuador y Colombia en 2019 y 2021 son antecedentes en la región de disturbios sociales que podrían perturbar el crecimiento económico. El FMI recordó que América Latina y el Caribe “ya era la región más desigual del mundo antes de la pandemia”, una condición que se agravó tras la crisis del Covid-19 y que revirtió los avances que se habían logrado.

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Por ello, el estancamiento de los ingresos, una posición económica más precaria para la clase media y un impacto en los jóvenes, golpeados por el desempleo y los problemas del sistema educativo, podrían amplificar los riesgos en una temporada que también estará marcada por calendarios electorales entre este y el próximo año en países como Argentina, Colombia, Venezuela, Honduras y Nicaragua.

Por ejemplo, en Colombia, donde hubo protestas tras una fallida reforma fiscal, las manifestaciones le costaron a la economía entre US$1.270 millones y US$1.600 millones en mayo, según reveló el centro de pensamiento Fedesarrollo.

3. Un avance desigual en la vacunación

A pesar de que el número de casos y muertes por Covid-19 ha caído en la región, la cantidad de decesos, de 2,2 por millón de habitantes, continúa siendo más alta que los países de Europa. Por ello, un avance desigual en los planes de vacunación y la llegada de nuevas variantes como Delta se suman a la posibilidad de que resurja nuevamente el virus a finales de este año.

Según los cálculos del FMI, el porcentaje de la población totalmente vacunada es ligeramente superior a la media mundial de 33,5%, pero muchos países continúan estando por debajo del 40% que planeó el organismo que debe haber a finales de este año para ponerle fin a la pandemia.

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“La distribución equitativa de las vacunas entre los países de América Latina y el Caribe y dentro de ellos sigue siendo un reto importante, especialmente para los países menos poblados y de menores ingresos”, aseguró el análisis, que espera que la región tenga cerca del 60% de su población totalmente vacunada a finales de 2021.

“La principal prioridad política es vacunar al menos al 40% de la población de todos los países para finales de 2021 y al 70% para mediados de 2022. Esto requerirá que los países de altos ingresos cumplan con las promesas de donación de dosis de vacunas existentes, se coordinen con los fabricantes para priorizar las entregas a COVAX a corto plazo y eliminen las restricciones comerciales al flujo de vacunas y sus insumos”, dijo Gita Gopinath, economista jefe del FMI en la presentación del informe en octubre.

4. No aprovechar las ‘buenas nuevas’ de las materias primas

El incremento en los precios de las materias primas, ocasionado por una mezcla de factores que van desde la crisis energética hasta el golpe que dejó la pandemia en algunas industrias, ha sido una buena noticia para América Latina y el Caribe, con países que dependen de los ingresos que dejan las exportaciones de estos commodities.

El cobre, por ejemplo, sobrepasó los US$10.000 en la Bolsa de Metales de Londres ante la disminución de los inventarios, mientras que análisis como los de Goldman Sanchs ven al petróleo acercándose hacia los US$90 a medida que la demanda aumenta más rápido que la oferta, en medio de la escasez de gas natural.

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Pese a este buen panorama, el FMI advirtió que, por ejemplo, las sequías en Brasil pueden afectar la producción de la soja y la producción de cobre en Chile y Perú es moderada, después de las interrupciones relacionadas con la pandemia.

“Las inversiones mineras tienen retrasos de gestación prolongados (...) y algunas empresas globales están siendo más cautelosas en las condiciones inciertas de la pandemia”, dijo el informe.

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James Ellis, investigador para América Latina de BloombergNEF, consideró que aunque los países que han mantenido la inversión en fuentes de energía tradicionales, como el carbón y el gas, se beneficiarán, no está claro qué podrían hacer a corto plazo para aprovechar la subida de los precios, aparte de aumentar las exportaciones y dirigirse a los mercados donde los precios suben más rápidamente.

5. Shocks climáticos

El informe aseguró que América Latina es una de las regiones que está más expuesta a los riesgos climáticos, por lo que para hacerle frente a estos se necesita de la combinación de medidas de mitigación y adaptación. Esto podría llevar a los países a crear impuestos sobre el carbono o la supresión en los subsidios a los combustibles.

Además, los países deberían pensar en promover la inversión verde o establecer incentivos fiscales para la investigación y el desarrollo. El FMI planteó que una mayor contribución del sector privado podría aliviar la carga de las finanzas públicas ante estos desafíos, sumado a la cooperación internacional.

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Para ellos, recordó que ha proporcionado más de US$68.000 millones a 21 países de la región, además de los US$52.000 millones que se destinaron a través de los derechos especiales de giro.

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