Bloomberg — El secretario de Estado de Estados Unidos Antony Blinken calificó la decisión del gobierno de Venezuela de retirarse de las conversaciones con la oposición como “profundamente desafortunada” y dijo que la medida muestra cómo el presidente Nicolás Maduro antepone sus propios intereses a los de su país.
En una conferencia de prensa en Quito, Ecuador, Blinken dijo que la extradición del empresario colombiano Alex Saab, un aliado de Maduro, había estado “sucediendo durante la mayor parte de una década”. Negó cualquier vínculo entre la medida y el impulso de EE.UU. para que Maduro despeje el camino para elecciones democráticas en Venezuela.
“Es profundamente lamentable que el régimen de Maduro se haya retirado de las conversaciones en México”, dijo Blinken. “Pero creo que también es indicativo, desafortunadamente, de que el señor Maduro antepone los intereses personales a los intereses del pueblo venezolano, que evidentemente se beneficiaría si se vuelve a poner a Venezuela en un camino democrático”.
Blinken está en su primer viaje a Sudamérica como el principal diplomático de EE. UU., y se espera que pronuncie un discurso el miércoles subrayando el apoyo de EE.UU. a “democracias vibrantes e inclusivas que respeten los derechos de sus ciudadanos”, dijo a periodistas el subsecretario para el hemisferio occidental, Brian Nichols la semana pasada. Venezuela tiene “uno de los peores antecedentes en materia de derechos humanos de nuestro hemisferio”, dijo Nichols.
Venezuela anunció la decisión de abandonar las conversaciones el 16 de octubre, poco después de que Saab fuera extraditado de Cabo Verde a EE. UU., donde ahora está detenido. Saab, quien enfrenta cargos de lavado de dinero en un tribunal estadounidense en Miami, fue agregado recientemente como miembro del equipo de negociación del gobierno venezolano.
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Las fuerzas de seguridad venezolanas también llevaron a prisión nuevamente a seis ejecutivos de Citgo Petroleum Corp., quienes habían sido puestos en arresto domiciliario en mayo, en lo que en ese entonces se percibió como un gesto de acercamiento hacia EE.UU. Todos menos uno de los ejecutivos son ciudadanos estadounidenses.
“Ha habido un proceso en curso desde hace algunos años para su extradición y eso procede independientemente de cualquier cosa que esté sucediendo en el ámbito político”, dijo Blinken.