Bloomberg — La adopción de bitcoin como moneda de curso en El Salvador (siendo el país el primero en hacerlo) no será un obstáculo para que el gobierno alcance un acuerdo para un préstamo de US$1.300 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), según el presidente del banco central del país.
La criptomoneda perderá su reputación como activo especulativo y demostrará su uso como un sistema de pago legítimo, dijo el lunes el presidente del banco central, Douglas Rodríguez, en una entrevista. Incluso espera que la notoria volatilidad de los precios del bitcoin ayude a la economía a expandirse más del 9% que el banco pronostica este año.
“No vemos ningún riesgo. Quizás, riesgos al alza“, dijo Rodríguez en una entrevista virtual desde San Salvador. Bitcoin se “convertirá en un sistema de pago, un sistema de inclusión financiera”.
Es algo que dijo que la nación le ha enfatizado al FMI en medio de conversaciones para un potencial acuerdo conocido como Extended Fund Facility de US$1.300 millones. Se espera que el FMI publique su última revisión sobre las finanzas y la economía de El Salvador el próximo mes, lo que podría impulsar nuevas discusiones. Los inversores están observando de cerca las prolongadas negociaciones, especialmente a la sombra de controvertidas decisiones políticas del presidente Nayib Bukele, como reemplazar a los principales jueces del país y convertir bitcoin en moneda de curso legal.
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Aunque la nación no tiene pagos importantes de bonos en dólares hasta 2023, está muy endeudada y necesita un acuerdo con el prestamista multilateral para desbloquear el acceso a los mercados internacionales el próximo año.
“Le hemos explicado abiertamente al FMI: para nosotros, Chivo y bitcoin es simplemente un método de pago”, dijo Rodríguez, quien fue nombrado jefe del banco central en septiembre de 2020. Rodríguez trabajó en dos gobiernos municipales mientras Bukele era alcalde y se unió al Ministerio de Finanzas en 2019 cuando Bukele se convirtió en presidente.
Los riesgos que rodean la adopción de bitcoin, la incertidumbre de un acuerdo con el FMI y otras medidas políticas impulsaron los rendimientos extra ( que los administradores de dinero exen para mantener la deuda soberana de El Salvador a un máximo de 1.115 puntos básicos por encima de los bonos del Tesoro de EE.UU. en septiembre, por encima del umbral para ser considerado un fondo en dificultades. El FMI advirtió en junio sobre los desafíos financieros y regulatorios del uso de criptomonedas, mientras que Moody’s Investors Service dijo que la medida pone en peligro un programa con el fondo. Hasta el lunes, la prima de riesgo estaba en 975 puntos básicos, según los índices de JPMorgan Chase & Co.
Los administradores de dinero también están atentos a los riesgos a medida que el gobierno considera una posible reforma del sistema de pensiones. Si bien Rodríguez dijo que los cambios no afectarán la edad de jubilación y garantizarán una “pensión digna”, no se ha definido si se nacionalizará algo, la totalidad o parte del sistema, dijo.
El nuevo papel del bitcoin
La adopción de la criptomoneda es una forma para que los salvadoreños accedan a más métodos de pago en una nación donde más de las tres cuartas partes de los ciudadanos no están bancarizados, dijo Rodríguez. Lo llamó un medio de inclusión para aquellos a quienes la industria financiera considera de ingresos demasiado bajos o de alto riesgo.
Los salvadoreños comenzaron a usar la billetera Chivo del gobierno el mes pasado, que venía precargada con US$30 en bitcoin, para comprar en las caídas y vender en las subidas con cantidades fraccionarias de la criptomoneda.
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Los negocios en la capital de San Salvador, desde Starbucks y McDonald’s hasta tiendas locales de electrónica, han comenzado a aceptar bitcoin a cambio de productos. Rodríguez reiteró que el uso de la criptomoneda era opcional y esperaba que se usara junto con el dólar estadounidense.
El próximo paso para el gobierno es proporcionar números de identificación a los salvadoreños que viven en Estados Unidos, un requisito para abrir una cuenta en Chivo, dijo. Hacerlo podría ofrecer una forma más barata para que quienes viven en el extranjero envíen dinero a El Salvador, agregó Rodríguez.
El banco central espera que las remesas aumenten hasta un récord de US$6.300 millones este año, un 31% más que en 2020, a medida que la economía estadounidense se recupera. Las mayores entradas podrían llevar al banco a revisar su pronóstico de crecimiento hasta un 10% antes de fin de año.
Si bien las tarifas por usar bitcoin varían, las empresas, incluida Western Union, ofrecen métodos gratuitos para enviar remesas digitalmente a El Salvador.
Bitcoin subió el lunes, y se acercó a los máximos históricos alcanzados a principios de este año.
