Bogotá — La escasez mundial de contenedores y el impacto de la época de lluvias en las regiones productoras afectan al comercio de banano colombiano, lo que permite estimar una reducción de entre un 2 % y 3 % de las previsiones de producción al cierre del 2021, dijo a Bloomberg Línea el presidente de la Asociación de Bananeros del Magdalena y La Guajira (Asbama), José Francisco Zúñiga.
El ejecutivo mencionó que la crisis que se está presentando en el mundo por cuenta de la escasez de contenedores afecta principalmente la rentabilidad del cultivo, debido a que se ha incrementado el costo de los fletes marítimos hasta en un 62 %.
“Asimismo, el sector bananero ha debido asumir otros sobrecostos relacionados con la escasez de cartón a nivel mundial y el alza en su precio, así como el incremento en el valor de los agroinsumos y costos de transporte”, comentó.
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A esto se suman las inversiones que realizan productores y comercializadoras para evitar la contaminación con sustancias ilícitas de los contenedores y los costos producto de las recientes afectaciones por variabilidad climática.
“Todos estos factores tienen un componente adicional de preocupación si tenemos en cuenta que este es el momento del año en el que se negocian los contratos internacionales y en el que los clientes buscan bajar el precio de la fruta”.
En cuanto a las lluvias, explicó que este año ha estado marcado por precipitaciones que están por encima de los promedios históricos, generando damnificaciones en los cultivos por inundaciones y por los vientos que se asocian a este tipo de fenómenos climáticos.
“Por consiguiente, en el transcurso del año han sido afectadas 1.500 hectáreas de banano aproximadamente, lo que permite estimar una reducción que oscila entre un 2 % y 3 % de las previsiones de producción al cierre del 2021″.
“Para tratar esta problemática, hemos propuesto que en el corto plazo se incrementen los recursos para el Incentivo al Seguro Agropecuario. Este ingreso nos va a permitir promover la cultura del seguro en los productores que, entre otros beneficios, van a poder cubrir sus cultivos de los riesgos climáticos gracias a este recurso”.
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La Asociación ha expuesto esta situación ante el Gobierno nacional en múltiples ocasiones, pues representa una contingencia cíclica que se tiene que afrontar cada vez que se presentan fuertes lluvias o vientos. Las principales consecuencias las sufren los cultivos y las comunidades aledañas a los ríos.
Producción bananera
Se estima que en el 2020 se exportaron en Colombia 2.023.682 toneladas de banano (101,2 millones de cajas de 20 Kg), 7,3 % más respecto al 2019. De estas exportaciones la región Caribe aporta 693.057 toneladas, lo que equivale al 34,2 % del total exportado en el país.
Zúñiga manifiesta que no todo lo que se produce en la región se exporta y, “a pesar de no tener registros oficiales del volumen de producción destinada al consumo nacional”, se estima que alrededor del 5 % del banano de exportación del Magdalena, el Cesar y La Guajira se destina al consumo local.
El sector bananero ha sido resiliente en época de pandemia. Su operación debió ajustarse a las nuevas normativas en temas de salud, pero nunca se detuvo. Debido a que el sector agrícola es fundamental para la seguridad alimentaria, los Gobiernos no restringieron esta actividad, como sí lo tuvieron que hacer con otros sectores de la economía.
“Adicionalmente, existen más de 200 pequeños productores dedicados primordialmente a la producción de banano para el mercado local. La fruta destinada al consumo local es parte fundamental de la dieta de los habitantes de la región, puesto que no solo se consume la fruta madura, sino también verde”.
Según José Francisco Zúñiga, “pese a las dificultades climáticas y sanitarias que enfrenta el cultivo, que se suma al constante incremento en los costos de los insumos de producción”, se prevé una ampliación de más 1.000 hectáreas de producción en el 2022, “lo que permitirá que las exportaciones aumenten alrededor del 5 % en este nuevo año”.
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Primer laboratorio de diagnóstico de Fusarium en el Magdalena
Luego de haberse declarado la emergencia fitosanitaria por la presencia de Fusarium R4T en el norte de Colombia, el Gobierno acordó con el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y Asbama poner en marcha el primer laboratorio de diagnóstico fitosanitario de la región para atender la emergencia con una inversión de unos $2.500 millones.
Según Asbama, el Laboratorio de Diagnostico Fitosanitario Agrícola en Zona Bananera tiene la capacidad de procesar muestras asociadas con marchitez y otras plagas de plátano y banano que afecten la producción en la región.
“Entre los beneficios que el laboratorio de diagnóstico representa para el norte del país se destaca la disminución en los tiempos de respuesta en la atención de las muestras tomadas para detectar enfermedades como la marchitez de las musáceas causada por Fusarium R4T, el moko asociado a la bacteria Ralstonia solanacearum y el virus del cogollo racimoso del banano - BBTV, y de plagas en cultivos de banano y plátano”.
