Ciudad de México — La Comisión Federal de Electricidad (CFE) reveló que la empresa española Iberdrola está dispuesta a abandonar el modelo de autoabasto de energía y migrar a otro mecanismo de mercado.
El director general de la empresa, Manuel Bartlett Díaz, comentó en conferencia de prensa que al gigante europeo y principal productor privado de energía en el país no le preocupa la extinción del esquema.
”Cuando discutimos este asunto con Iberdrola, por instrucciones del presidente, dijo: ‘no nos preocupa porque emigramos al mercado’”, declaró el directivo.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador envió una iniciativa de reforma constitucional al Congreso para darle a CFE el control del 54% del sector y el 46% restante a las empresas privadas.
El coordinador de Planeación estrategia de CFE, Mario Morales Vielmas, explicó que la compañía estatal alcanzará el 54%, desde el 38% actual, desplazando a las centrales de autoabasto que hoy representan el 15% del despacho eléctrico más los excedentes. Recordó que las centrales de autoabasto, por regulación, el Cenace las despacha primero a cualquier hora del día.
“Si el conflicto en el despacho eléctrico es 16% para llegar a 54%, entonces está resuelto de esa manera”, agregó.
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Iberdrola, criticada en múltiples ocasiones por el presidente mexicano, tiene en México una capacidad total instalada de 9.348 MegaWatts mediante 12 centrales de ciclo combinado y cuatro plantas de cogeneración, y 515 MW adicionales en construcción.
Las autoridades y la empresa del Estado acusan un “mercado negro” en el modelo de autoabasto, que nació en 1992 con un cambio al reglamento de la Ley realizado por el expresidente Salinas de Gortari.
El modelo se distorsionó cuando las empresas que generaban su propia electricidad sumaron socios con un dólar. Hoy existen 239 centrales bajo el esquema de autoabasto con más de 77.000 socios en las que se encuentran los gigantes corporativos como Femsa, Walmart y Bimbo.
El gobierno plantea en la iniciativa la cancelación de todos los contratos y permisos de electricidad al sector privado, y crear un mercado de largo plazo al 97%, es decir, negociar nuevos contratos, y el 3% restante operaría en un mercado de corto plazo.
Bartlett Díaz respondió a Bloomberg Línea que la empresa pretende ser el único comprador de energía en el mercado de corto plazo donde ofertarán su electricidad otros generadores privados.
“La CFE será la que compra todo en un sistema de mercado”.
Agregó que el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), una vez que vuelva a las filas de la empresas comprará la electricidad en ese esquema competencia, y será la garantía para mantener la seguridad energética del país. “Todos los contratos se eliminan”, agregó.
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Esta historia fue actualizada a las 16:55 horas con declaraciones del coordinador de Planeación estrategia de CFE, Mario Morales Vielmas, a partir del quinto párrafo