Ciudad de México — La pregunta se volvió recurrente. Al menos una vez al año surgía en las conferencias que realiza cada mañana el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador: “¿Cuándo se emitirá el decreto sobre los autos chocolate?”.
El cuestionamiento sobre la regularización de los automóviles que se internan de manera ilegal en México provenía de reporteros de medios del estado de Baja California, fronterizo con EE.UU.
La pregunta, por lo general, estaba acompañada de referencias a dichos locales de políticos -como el gobernador Jaime Bonilla- que habían adelantado las intenciones del mandatario.
La respuesta de AMLO, como es conocido el presidente, era de cautela: “Vamos a analizarlo, a estudiarlo bien”.
AMLO citaba en sus respuestas la importancia del análisis de factores como la situación económica de las familias que cuentan con este tipo de automóviles, la resistencia de los vendedores de autos, así como la seguridad, ya que este tipo de automóviles eran utilizados para cometer ilícitos. La decisión debía provenir de la Secretaría de Economía.
El tono del presidente mexicano cambió a mediados de 2021. El 23 de junio, un reportero volvió a preguntarle sobre el tema.
“Eso me esperan porque lo quiero ver bien, porque no es un asunto nada más económico, es un asunto también de seguridad, lo mínimo que tenemos que hacer es un registro”, dijo aquel día López Obrador.
La espera no duró mucho. El domingo siguiente, el 27 de junio, López Obrador adelantó su plan para la regularización de este tipo de automóviles durante una gira en Baja California. “Les voy a a decir aquí, en Baja California, que muy pronto vamos a dar respuesta para que los que tienen esos carros puedan regularizarlos. Vamos a buscar el mejor mecanismo”, dijo.
La ventana abierta por López Obrador a una potencial regularización activó una mayor entrada de automóviles ilegales al país, de acuerdo con representantes de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
“Ha incrementado la presencia de vehículos en contrabando. Si esto era de por sí algo grave antes del 27 de junio, se ha exponenciado a partir de esa fecha por el anuncio que hizo el presidente López Obrador”, dijo Guillermo Rosales, director general adjunto de AMDA, en entrevista con Bloomberg Línea en septiembre.
Si bien no existe un dato sobre el número de autos que ingresan al país ilegalmente, la AMDA toma como referencia las cifras de automóviles extranjeros que ingresan legalmente a México.
De acuerdo con la asociación, a partir del discurso de López Obrador de finales de junio, en julio y agosto la importación legal de vehículos usados crecieron 69.8 y 84.9%, respectivamente.
“La internación ilegal creció en igual o mayor porcentaje por la esperanza de poder regularizarse en breve”, publicó la AMDA en un comunicado emitido el 13 de octubre, luego de que López Obrador confirmara que finalmente emitirá el decreto de regularización el sábado 16 de octubre.
El organismo estima que la legalización provocará una baja en el valor de hasta 20% de las unidades usadas que coincidan con el mismo año y modelo debido a la sobreoferta.
El incremento de la entrada de vehículos procedentes del exterior, principalmente de EE.UU., contrasta con la evolución de ventas de automóviles nuevos. En julio, el número de unidades vendidas subió 12.7%, en agosto crecieron 1.4%
Las ventas cayeron 1.1% en septiembre, en medio de los retos que enfrenta la oferta en términos de inventarios.
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Regularización, un viejo tema
El ingreso de vehículos usados de manera ilegal en México es un viejo tema, que ha buscado ser solucionado mediante la regularización, desde hace más de 40 años. Desde 1979 a 2011 se han puesto en marcha 19 procesos de regularización en México.
El pico máximo de autos usados introducidos en México fue 2006, cuando entraron 1.5 millones de autos. La puesta en marcha de una regulación que establece controles de calidad y de seguridad para dar permiso a los vehículos hace una década permitió que esa cifra fue de 120.000 unidades en 2015.
A pesar de ello, de acuerdo con AMDA, con el paso del tiempo se ha modificado la calidad de los vehículos usados que son introducidos legalmente al país debido a que han aumentado las prácticas para evadir los controles regulatorios
“Se ha venido incrementando el número de vehículos importados, pero la calidad de los vehículos ha empeorado”, dijo Rosales, en septiembre.
La AMDA espera que este año se internen en el país entre 150.000 y 160.000 unidades de manera legal.
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