Bogotá — La Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) reportó que el saldo de las operaciones de leasing alcanzó los $60,23 billones (11,43% del total de la cartera), lo que implicó un crecimiento en saldo de $2,16 billones frente a los $58,07 billones con que cerró junio de 2020.
Por modalidad, el leasing operativo fue el de mayor crecimiento, ya que tuvo un alza real anual de 16,87% y llegó a los $3,27 billones con 31.015 contratos. Por tipo de activo, los vehículos fueron los más destacados en esta clase de leasing, ya que el saldo de cartera creció 96%, hasta los $1,41 billones.
Ver más: A septiembre, colombianos han invertido $34,7 billones para comprar vivienda
La segunda modalidad con mejor comportamiento fue el leasing habitacional, con un crecimiento real anual de 9,1% en saldo, llegando a los $22,78 billones en 130.037 contratos. Este desempeño se explicó por los esfuerzos del Gobierno Nacional, las entidades de fomento y las entidades financieras para impulsar el sector de vivienda, resaltó Asobancaria.
La tercera de las modalidades con mejor rendimiento fue el leasing financiero. Este cerró el primer semestre con un saldo de $30,23 billones y 68.410 contratos, con lo cual se mantuvo en un nivel similar al que tenía en junio de 2020 ($30,08 billones). Frente a junio del año pasado, los inmuebles comerciales fueron el tipo de activo que más se financió y que tuvo mejor dinámica ($18,87 billones).
Ver más: Precios de la vivienda en Colombia podrían empezar a subir en los próximos meses
El gremio de bancos añadió que si bien la cartera total de leasing financiero permaneció estable, “cabe destacar el crecimiento de 17,64% para las microempresas, evidenciando la resiliencia y adaptabilidad de la industria de leasing para atender las necesidades de este segmento empresarial”.
Por último, para Guillermo Alarcón, director de vivienda y leasing de Asobancaria, “aunque ha sido un periodo retador, quisiera destacar que la cartera ha continuado expandiéndose, que la financiación del sector financiero ha tenido un rol contracíclico en la crisis y que los indicadores de deterioro se han mantenido y no constituyen una señal de riesgo, a pesar de que los alivios han venido llegando a su fin”.