Miami — BlockBar marcó un hito al presentar el primer mercado de licores de lujo respaldado por NFTs. Mediante este método, la empresa vende licores coleccionables directamente a los consumidores a través de su sitio web y cada botella viene con su propio NFT (token no fungible). La empresa es una de las primeras en adoptar el espacio NFT, con otras marcas de alta gama como Dolce & Gabbana y Gucci, así como algunos de los fabricantes de automóviles de lujo, operando en ese espacio.
Las ventas de NFT han subido como una montaña rusa y se han disparado en los últimos meses desde enero de 2021, según Statista. Pero no se ha detectado una disrupción en el mercado de las bebidas espirituosas en un largo periodo de tiempo.
“En los últimos 10 años, el número de coleccionistas de vino y bebidas espirituosas ha crecido más del 582% y el vino fino y las bebidas espirituosas han superado al oro y al índice bursátil S&P. A pesar de ello, los coleccionistas y los consumidores que buscan diversificar sus carteras personales se enfrentan a obstáculos físicos y tienen un acceso restrictivo a estos activos de edición limitada”, afirma la empresa en un comunicado.
(NOTA: Dov es el Director Global de Espirituosos de DFA (Duty Free Americas) que, a través de su empresa, Falic Media, es propietaria de Bloomberg Línea. Su cofundador, Samuel Falic, también es empleado de DFA. Ambos son miembros de la familia Falic, dueños de DFA.)
Para los no iniciados, un token no fungible es una pieza única y no intercambiable de datos visuales almacenados en un libro de contabilidad (ledger) digital. En el caso de BlockBar, ese ledger es la blockchain de Ethereum.
Para el lanzamiento, BlockBar se asoció con Glenfiddich para ofrecer 15 botellas del whisky escocés de malta 1973 Armagnac Cask Finish por US$18.000 por botella, y BlockBar planea ampliar su oferta a lo largo del año.
“Más o menos cada dos semanas va a haber una bajada. Tenemos producto preparado para el año que viene”, dijo Dov Falic, cofundador de BlockBar.
BlockBar tiene sedes en Nueva York, Londres y Panamá.
Gracias a sus contactos con el sector de las bebidas alcohólicas, él y Sam Falic, su cofundador, han conseguido reunir una sólida lista de marcas de licores que se venderán a través de BlockBar. Por razones de confidencialidad, no han revelado qué otras marcas van a liberar.
Mientras Dov es el experto en licores, su primo Sam supervisa la tecnología.
“Cuando estaba en la universidad, lancé una empresa de venta de boletería y luego lancé una fintech, así que tengo experiencia en gestión de proyectos y tecnología”, dijo Sam.
Los primos ven en BlockBar una solución a los obstáculos actuales del mercado de vinos y licores de lujo. El sector de los licores de alta gama siempre ha sido exclusivo, ya que sólo existe un número finito de botellas, pero incluso así, la principal forma de comprar sería a través de una casa de subastas como Christie’s o Sotheby’s, lo que no es necesariamente el proceso más accesible para los consumidores más jóvenes de hoy.
Y cuando un coleccionista compra una botella de licor o de vino, debe tener en cuenta el transporte y su salvaguarda que, al igual que el almacenamiento de arte, deben estar regulados para mantener el líquido intacto.
Para quienes compran a través de BlockBar, la botella real se almacenará en una instalación adecuada en Singapur, mientras que el NFT se registra en la blockchain de Ethereum. Los consumidores tendrán su propio bar virtual en BlockBar, así como un monedero digital que lleva la cuenta del rendimiento de su cartera.
“Es una forma de subirse a la ola de los criptoactivos, pero también de protegerse contra ellos, porque para quienes piensan que Etherium puede bajar, es una forma de tener un activo fuerte que supera al oro”, dijo Sam.
Los fundadores ven cuatro posibles mercados objetivo:
- El coleccionista que no tiene un lugar dónde almacenar su licor;
- Una persona que busca diversificar su cartera de inversiones: los NFT pueden venderse fácilmente sin tener que transportar la botella;
- El escéptico de las criptomonedas; la persona no iniciada en las criptomonedas que quiere entrar en ellas pero que se siente más segura al tener un activo físico que respalde su compra; y
- El experto en cripto que, a diferencia de los demás, probablemente también ha ganado una cantidad decente de dinero a través de los criptoactivos y busca formas interesantes de gastarlo.
Además de ofrecer el NFT único más la botella física de whisky, los compradores también tendrán acceso a experiencias únicas como una visita a la destilería, seguida de una cata con el experto en maltas (malt master).
Aunque el primer lote de Glenfiddich está en el rango más caro, los fundadores ven en BlockBar una forma de ofrecer un mercado para licores de todos los parámetros de precios. El comprador puede recibir la botella directamente en el plazo de una semana o tenerla almacenada en Singapur.
“Vendemos el producto al precio de venta sugerido, así que como cambia de manos menos veces es realmente más barato para el consumidor”, dijo Dov, explicando que con cada mano adicional que pasa, el precio aumenta.
A los primos no les preocupa el que un activo respaldado por NFT pudiera ser algo que podría ser fácilmente replicado por las propias marcas de bebidas espirituosas.
“Ellos [las marcas] no quieren quedarse con la mercancía, no tienen la infraestructura, estas marcas simplemente no están hechas para la venta directa al consumidor”, dijo Dov. “Nosotros nos encargamos de todo el envío, el almacenamiento, el pago y el cumplimiento”.
Sam incluso cree que un poco de competencia podría ser bueno para el negocio: “Significaría que más gente entraría en el espacio, lo que lo validaría [las NFT] para todos”, afirmó.
