Bloomberg Línea — Alrededor del mundo más de 22.000 niñas mueren cada año a causa de un embarazo derivado del matrimonio infantil y América Latina se encuentra entre las regiones afectadas, de acuerdo con el más reciente análisis de Save the Children publicado en el Día Internacional de la Niña.
Esta cifra se traduce en más de 60 menores que pierden la vida diariamente.
Sin embargo, el número real de niñas que pierden la vida por complicaciones del embarazo o en durante el parto tras contraer matrimonio obligadas por su propia familia es probablemente mucho mayor, ya que la organización consideró las tasas más bajas sobre mortalidad materna y dejó fuera el impacto que puede tener la pandemia del Covid-19 en la incidencia de estas muertes.
Las mujeres y las niñas han enfrentado un riesgo mayor de discriminación, desigualdad y violencia en medio de los cierres y confinamientos a causa de la pandemia, que han traído consigo un aumento en las tasas de pobreza y de violencia de género, mientras que las escuelas y los servicios de salud bajo presión han limitado el acceso a anticonceptivos, alertan diversas organizaciones de los derechos humanos.
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Los casos de violencia denunciados y llamadas a líneas especializadas por parte de mujeres en general tuvieron un aumento de hasta 770%, según datos de julio de 2020 de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. Para América Latina se documentó un alza de las llamadas por violencia de género de hasta 50% en noviembre de 2020.
En los últimos 25 años, relata Save the Children, se ha conseguido evitar casi 80 millones de matrimonios infantiles, sin embargo, el progreso de los derechos de las niñas en este aspecto se había estancado incluso antes del inicio la pandemia de Covid-19.
Ante este panorama, Save the Children indica que se espera que otros 10 millones de niñas se casen para 2030.
Inger Ashing, directora ejecutiva de la ONG a nivel global, expresa que el matrimonio infantil “es una de las peores y más mortíferas formas de violencia sexual y de género contra las niñas. Cada año, millones se ven forzadas a contraer matrimonio con hombres que suelen ser mucho mayores, lo que les priva de la oportunidad de seguir aprendiendo, ser niñas y, en muchos casos, de sobrevivir”.
Ashing agregó que los riesgos para la salud de las niñas que tienen hijos no pueden, ni deben, ser ignorados. “Los gobiernos deben dar prioridad a las niñas y garantizar su protección frente al matrimonio infantil y las muertes prematuras relacionadas con el parto. Esto sólo puede ocurrir si las niñas tienen voz en las decisiones que les afectan”.
África Occidental y Central representan casi la mitad de todas las muertes, con 9.600 decesos, del total estimado, es decir, 26 muertes al día. La tasa regional de mortalidad materna en adolescentes es cuatro veces mayor que en cualquier otra parte del mundo, alerta Save the Children.
“Las investigaciones realizadas en África oriental y meridional identificaron la explotación sexual a cambio de recursos esenciales como la principal causa de embarazos no deseados en sus comunidades desde la pandemia”, explica la ONG.
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En la lista de las regiones donde se vive esta problemática le sigue el sur de Asia donde se registran 2.000 muertes relacionadas con el matrimonio infantil, después Asia oriental y el Pacífico, con 650 muertes; y América Latina y el Caribe, con 560 muertes.
En vivencias recogidas por Save the Children, la creencia de que los niños nacidos de madres jóvenes son más sanos y más inteligentes está muy extendida entre muchas comunidades.
Un caso que señala Save the Children sin dar muchos detalles por causas de seguridad, es el de Viviane, de ahora 23 años, quien fue prometida al nacer a su marido y se vio obligada a casarse con él cuando sólo tenía 12 años.
“Mi marido de 54 años ya tenía cuatro esposas. Yo quería seguir estudiando, así que decidí escaparme. Me atraparon y me llevaron de nuevo a vivir con él, pero lo intenté de nuevo. Caminé 40 kilómetros, conseguí subirme a un autobús y acabé en un centro que apoya a las niñas casadas como yo. Ahora estudio matemáticas y me preparo para ser enfermera, mientras enseño a otras jóvenes la importancia de recibir una educación”, relata.
En el Plan Global de Respuesta Humanitaria Covid-19, elaborado por la ONU, aunque más del 70% de las respuestas para el coronavirus incluyen medidas para abordar la violencia de género, no se alcanzan a concretar en la práctica. A finales de junio de 2020, las necesidades de financiación para la combatir la violencia de género en 16 países con planes de respuesta humanitaria ascendían a US$487 millones, de los cuales solo se financiaron US$34 millones (7%), lo que deja una brecha de US$453 millones. Mientras que en la planificación para este año, solo se ha destinado 11% de los fondos necesarios.
Las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que alrededor de una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual de su pareja o violencia sexual por terceros en algún momento de su vida.
Save the Children es una organización global con 30 integrantes nacionales, nacida en Londres en 1919, que responde a los derechos e intereses de las niñas y los niños en todo el mundo, dando prioridad a las y los más vulnerables.