Santiago — El presidente Sebastián Piñera afronta una de las peores crisis de su mandato. Hoy, la Fiscalía Nacional de Chile inició una investigación penal en contra del mandatario por la venta de una participación que su familia tenía en el proyecto minero Dominga, en 2010. “Tengo la plena confianza en que la justicia, como ya lo ha hecho, confirmará la inexistencia de irregularidades y, también, mi total inocencia”, dijo el jefe de Estado este viernes.
La investigación por presuntos sobornos, delitos tributarios y de cohecho se produce por la filtración masiva de documentos conocida como los Papeles de Pandora, los cuales revelaron un contrato de compraventa firmado por la familia presidencial y el empresario Carlos Alberto Délano en las Islas Vírgenes Británicas, hace más de una década, por 152 millones de dólares. El tercer y último pago estaba condicionado a que no se realizara ningún cambio de regulación en la zona donde se construiría el proyecto minero y portuario, una decisión que dependía del primer gobierno de Piñera.
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El presidente de Chile ya había enfrentado un proceso judicial en 2017 por este mismo caso, pero de acuerdo con la Unidad Especializada Anticorrupción del Ministerio Público habría antecedentes nuevos derivados del reportaje de los medios Ciper y LaBot publicado el domingo, coordinado por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.
“Los antecedentes de esta venta, incluyendo su precio, forma de pago y condiciones, fueron conocidas por la Fiscalía, el tribunal de garantía y la Corte de Apelaciones. Todos ellos determinaron en forma consistente y unánime la inexistencia de delitos y la inocencia de mi persona. En consecuencia, no compartimos la decisión anunciada hoy por la Fiscalía de iniciar una investigación sobre una causa que ya fue conocida y juzgada”, aseguró Piñera.
Su fortuna es una de las más grandes del país sudamericano. Según el mandatario, transfirió la administración de sus inversiones a un fideicomiso ciego en 2009. “Quiero expresar que durante casi ocho años en que he tenido el honor y la responsabilidad de ser presidente de Chile he dedicado mis mejores esfuerzos, sin escatimar ningún sacrificio porque, sin duda, éstas y otras injustas acusaciones son muy dolorosas. No solo para mi persona, sino que muy especialmente para mi familia”, declaró en el Palacio de La Moneda.
El escándalo sucede a pocos meses de concluir su segundo mandato, y en una enconada campaña presidencial que está liderando el candidato de la izquierda Gabriel Boric.