Bloomberg Línea — The World’s 50 Best Restaurants volvió a publicar su icónica lista de los mejores restaurantes del mundo tras no haberlo hecho el año anterior por la pandemia. En un evento que se llevó a cabo en la ciudad de Amberes en Flandes (región del norte de Bélgica de habla flamenca), el danés Noma se llevó el galardón principal.
Noma reabrió sus puertas el 1 de junio con un menú de platos veraniegos que evocan la naturaleza, como calabacines rellenos de larvas de abeja. En septiembre, Noma también recibió por primera vez 3 estrellas Michelin.
Fue un buen año para ser un restaurante de Copenhague: El número 2 de la lista fue Geranium, en la capital danesa, que sirve comida escandinava creativa en un estadio de fútbol; los especialistas en parrilla Asador Extebarri, en España, se ubicaron en el puesto número 3.
El ganador de la última edición, Mirazur, en el sur de Francia, no podía volver a ganar.
Latinoamérica, en tanto, mantuvo este año su presencia y jerarquía en el listado. Al igual que en 2019, la región se quedó con ocho de las 50 plazas del ránking.
Perú y México son los países que llevan la delantera en la región, con dos sitios en cada nación.
Las ganadores y ganadores surgen después de las opiniones y experiencias vertidas de más de 1.000 expertos internacionales en la industria restaurantera.
A continuación te contamos sobre los restaurantes latinoamericanos incluidos en la lista:
#4 Central (Lima, Perú)
Chefs a cargo: Virgilio Martínez y Pía León.
“Es una oda al Perú en todas sus formas. Los platos celebran los paisajes únicos, la historia y las tradiciones de su tierra natal mediante el uso de una gran cantidad de productos de origen local”, destaca el ranking.
El menú de degustación incluye los mejores alimentos que la tierra y el mar pueden ofrecer: las vieiras, los calamares y las almejas vienen frescos de la costa y el Amazonas, mientras que el Valle Sagrado ofrece panza de cerdo y cuello de cabra.
Ver más: Central de Perú es el cuarto mejor restaurante en el mundo y el primero en Sudamérica
#7 Maido (Lima, Perú)
Chef a cargo: Mitsuharu Tsumura
“Perú y Japón se enfrentan para crear una explosión de sabor fantástico”, apunta el sitio especializado.
La fusión de las cocinas latinoamericana y oriental da lugar a un menú emocionante e inusual en un lugar donde se respira arte, según el perfil de este lugar. La degustación de 12 platos “Experiencia Nikkei” se centra principalmente en el pescado: platos como las vieiras de Paracas con judías verdes y miso, junto con el dishi de cangrejo y las tapiocas, además de las carrillera de ternera, servida con tsukemono y una nube de maíz jora. El helado de lúcuma da el toque final, coronado con salsa de soja y espuma de macambo.
#9 Pujol (Ciudad de México, México)
Chef: Enrique Olvera
El sueño de Olvera de “mostrar todo sobre la gastronomía mexicana, desde sus técnicas únicas y especias inimitables hasta la rica historia del país” se hizo realidad. El restaurante, en donde los visitantes son envueltos por una luz natural, asciende constantemente a los primeros puestos del ranking.
Pujol ofrece un variado menú de degustación de siete platos. Los Mole Madre y Mole Nuevo son los platillos estrellas. Uno de ellos se perfecciona a lo largo de 2.500 días. Además, se sirve un plato humeante de maíz tierno con mayonesa de hormiga chicatana.
Los favoritos del chef incluyen una tostada con kimchi y un taco de Kampachi servido con aguacate y algas.
#13 Don Julio (Buenos Aires, Argentina)
Chef: Guido Tassi
Propietario: Pablo Rivero
La lista destaca que la carne de Don Julio procede de ganado Aberdeen Angus y Hereford criado en el campo a las afueras de Buenos Aires. Se almacena en un frigorífico de clima controlado durante al menos 21 días para que alcance la madurez óptima.
Como entrada se ofrecen empanadas de maíz amarillo, calabaza y queso y una selección de embutidos artesanales como el chorizo, la morcilla y la salchicha parrillera. Rivero recomienda después cortes de la casa como el bife de cuadril.
#16 A Casa do Porco (São Paulo, Brasil)
Chef: Jefferson Rueda
¿Amante de la carne de cerdo? Aquí encontrarás “una celebración en innumerables formas”.
Rueda cría cerdos locales con una dieta natural de suero y verduras en una granja.
Los que hagan fila en este restaurante sin reserva deberían pedir la degustación O Porco É (El cerdo es...), se lee en el perfil, e incluye tarta de cerdo característico de Rueda y chicharrones crujientes de panceta con mermelada de guayaba.
Jefferson y Janaina Rueda, su esposa, tienen la misión de hacer que sus restaurantes sean accesibles para todas las personas.
#27 Quintonil (Ciudad de México)
Chef: Jorge Vallejo
Fresco, auténtico y rebosante de sabor definen al restaurante, según la nueva edición de la publicación culinaria.
Elegir el menú de degustación es necesario para disfrutar la experiencia del lugar: los platos incluyen rabo de buey estofado en recado negro con puré de almendras y cebolla roja hasta el mole estilo atocpan con verduras orgánicas y pan de masa madre.
Vallejo colaboró en cruceros, Pujol y Noma hasta abrir Quintonil, en donde junto con Alejandra Flores, su esposa, y su equipo mantienen una huella de carbono tan baja que muchos de sus ingredientes viajan solo 30 metros desde el origen hasta el plato.
#37 Boragó (Santiago, Chile)
Chef: Rodolfo Guzmán.
La inspiración de Boragó es la cultura mapuche, los cazadores-recolectores indígenas del sur de Chile y Argentina, por lo que el restaurante se caracteriza por incorporar las plantas autóctonas en sus platos.
Con el menú ‘Endémica’, Guzmán lleva a los comensales por diferentes regiones con platos como tomate rosado Mariscal servido sobre calabaza, pato añejado en cera de abejas y murra y de postre, un pastel de fresas de mar y brûlée de hielo con plantas del desierto de Atacama.
Se vive “una experiencia para todos los sentidos”, dice la publicación.
#45 León, (Bogotá, Colombia)
Chef: Leonor Espinosa, economista y artista de formación
El restaurante insignia de la famosa chef exhibe ingredientes colombianos poco conocidos como el copoazu (un género de cacao), arrechón (una bebida afrodisíaca) y bijao (una planta parecida al plátano), al tiempo que defiende las comunidades locales y las tradiciones gastronómicas.
El origen de cada ingrediente está representado en un mapa de Colombia que muestra qué tan lejos ha viajado el chef para obtener los productos únicos utilizados en Leo.
La cena se divide en un menú de degustación de ocho o trece platos, con aperitivos delicados como mejillones con coco y sal de Galerazamba, o camarones secos con caracoles y hormigas.