Bloomberg — La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) necesita un llamado de atención.
Más de 3 millones de estudiantes de secundaria en EE.UU. y otro medio millón de estudiantes de preparatoria utilizan cigarrillos electrónicos, muchos de los cuales están cargados con tanta nicotina que no podrían venderse legalmente en Canadá, Reino Unido o Europa. La naturaleza adictiva de estos productos los convierte en una amenaza para la salud de los estudiantes, y está claro que los menores se sienten atraídos por una táctica que la industria ha utilizado durante mucho tiempo para enganchar a los jóvenes fumadores: productos dulces y con sabor, incluido el mentol.
No obstante, la FDA se ha atrasado en lo que respecta al retiro del mercado de los cigarrillos electrónicos con alto contenido de nicotina y sabor, incluido el mentol, que han fomentado la epidemia de cigarrillos electrónicos entre los jóvenes. Recientemente, la agencia dejó pasar el plazo del 9 de septiembre impuesto por un tribunal para decidir si autorizar la venta de las marcas de cigarrillos electrónicos más vendidas que están impulsando el consumo entre los jóvenes o retirarlas de los estantes de las tiendas.
El tribunal fijó la fecha límite hace casi dos años, tiempo más que suficiente para llegar a una conclusión, especialmente teniendo en cuenta las abrumadoras pruebas a favor de la acción.
La ciencia es clara en cuanto a que los cigarrillos electrónicos que contienen grandes cantidades de nicotina (dos o tres veces más de lo permitido en Europa) son altamente adictivos. Los efectos a largo plazo sobre la salud siguen siendo desconocidos, pero cada vez hay más pruebas que preocupan por su impacto en la salud cardiovascular. Y aunque los consumidores no inhalan el humo y el alquitrán en sus pulmones, están expuestos a un gran número de sustancias químicas y metales nocivos.
Hay que tener en cuenta que casi todos los fumadores se inician en la adolescencia o en la juventud, y que más del 80% de los menores que utilizan cigarrillos electrónicos consumen productos con sabores. En lugar de ayudar EE.UU. a combatir el hábito de fumar, los cigarrillos electrónicos están empeorando el problema.
Cada día que estos productos aromatizados permanecen en el mercado significa que más menores desarrollarán adicciones a la nicotina y aumenta la posibilidad de que se conviertan en fumadores de cigarrillos y sufran enfermedades relacionadas con ello. El retraso de la FDA es peligroso y no debería perder más tiempo en rectificarlo.
Para ser justos, la agencia rechazó muchas solicitudes de empresas de cigarrillos electrónicos que no proporcionaban evidencia científica sólida de que sus productos ayudaran a los fumadores adultos a dejar de fumar. A estos se les ha ordenado su retirada del mercado. Pero la FDA no ha abordado a las marcas orientadas a los jóvenes más vendidas: Juul, Vuse, blu y NJOY. Estas marcas constituyen más de dos tercios del mercado de los cigarrillos electrónicos. Siguen sin estar autorizadas, y siguen estando disponibles.
La FDA prometió dar prioridad a las marcas más populares, pero ha hecho lo contrario. Esto no inspira la confianza del público en la agencia, y deja a los estadounidenses con preguntas sobre la seguridad de estos productos, a pesar de que tenemos buenas respuestas.
La FDA ha sembrado una confusión similar con las vacunas contra el Covid-19, al no ser clara sobre cuándo las aprobará, incluso para los niños, y su proceso para aprobar las vacunas de refuerzo.
Esto se debe en parte a la falta de liderazgo, incluyendo a la Casa Blanca. Ocho meses después de su toma de posesión, el presidente Joe Biden aún no ha nombrado a un nuevo comisionado de la FDA. En un año en el que la salud pública es una prioridad extraordinariamente alta, esto es inexcusable.
Ahora que los estudiantes regresan a la escuela, es un momento terrible para dejar en el mercado las marcas de cigarrillos electrónicos con sabor más populares. Con o sin un líder permanente, la FDA tiene que actuar inmediatamente para poner fin a la venta de cigarrillos electrónicos con alto contenido de nicotina y sabor a mentol.
Hay demasiadas vidas jóvenes en juego como para aceptar más retrasos.