Venezuela: Un país más empobrecido, más pequeño y con “severos” problemas

La Universidad Católica Andrés Bello presentó su Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) correspondiente al año 2021. Estos son los resultados más importantes.

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Caracas — La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) presentó su Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), correspondiente al año 2021.

Se trata de la séptima edición de este estudio, que se hace cada año, desde 2014, en todo el territorio nacional. En esta oportunidad, contempló entrevistas presenciales de más de 800 preguntas a 14.000 familias de todo el país, y un posterior y “riguroso” examen metodológico.

“Nos enorgullece ofrecer este estudio que se ha convertido en referencia nacional e internacional para dar seguimiento a la realidad venezolana en sus múltiples dimensiones”, dijo el rector de la UCAB, el sacerdote jesuita José Virtuoso, al dar cuenta de una realidad: “Adolecemos de cifras oficiales que convencionalmente los países ofrecen en esta materia”.

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Esta última afirmación fue reforzada por el investigador Luis Pedro España: “Estamos de suplentes, ante la falta de información oficial”.

A juicio de Virtuoso, sin embargo, el Estado venezolano y los sectores políticos prestarían “poca atención” a estos estudios, y los invitó a hacerlo en la Mesa de Diálogo y Negociación sobre Venezuela en México.

También consideró oportuno que los candidatos a las venideras elecciones regionales y municipales del mes de noviembre se acerquen a estos números, con disgregación local, y que allí evalúen sus posibilidades de acción.

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La investigadora Anitza Freitez sintetizó en una frase lo que encontraron: “Tenemos un país más empobrecido, más pequeño, en términos demográficos, con severos problemas de pobreza, desigualdad, educación, etc.”

De acuerdo con ella y con España, el evento que ha impactado de manera más fuerte la situación social de los venezolanos, en 2021, ha sido la crisis de movilidad, que ya venían experimentando desde 2020, por una combinación de factores: la falta de combustible y la pandemia por el Covid-19.

“Es difícil diferenciar cuál de los dos tuvo importancia mayor en la recesión económica en general y en el mercado de trabajo en particular. Lo que sí es cierto es que las medidas de confinamiento, sobre todo en el tercer y cuarto trimestre de 2020, que impuso el Gobierno nacional, lo que hizo fue incrementar la recesión y sobreimpactar la situación social”, acotó España.

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El impacto, según Freitez, se ha evidenciado en , sobre todo, en la economía, el empleo y la educación.

Más pobreza extrema

“Nosotros llegamos ya definitivamente al techo de la pobreza total. Más del 94,5% no va a crecer la pobreza, es su máximo posible, porque 5% de la población puede indexar sus ingresos para hacer frente a la inflación”, refirió España.

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Pero en otros tipos de pobreza sigue habiendo incrementos. Por ejemplo, en cuanto a la multidimensional -es decir, en privación o deterioro de condiciones como educación, vivienda, acceso a servicios públicos, ingreso y empleo- la Encovi detectó un incremento de 0,4% (pasó de 64,8% a 65,2%). Aunque el porcentaje parece pequeño, entre la primera encuesta, de 2014, y la de este año los hogares en pobreza multidimensional en Venezuela subieron 25,9 puntos porcentuales.

Mayor fue el alza de la pobreza extrema, que, motivada por la crisis de movilidad, ascendió a 76,6%, 8,9 puntos más de los 67,7% que se registraron el año pasado.

Usando la canasta internacional como referencia, que establece 1,9 dólares por persona al día, 24,8% de los hogares venezolanos estarían en pobreza extrema, menos de los que lo están en países de ingreso bajo (46% de pobreza extrema), pero más de los que lo están en países de ingreso medio bajo, como algunos de Centroamérica (promedio de 12,2%) y sobre todo más de los que lo están en América Latina (promedio de 3,7%).

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Venezuela no es un país subsahariano, aunque con este indicador pareciera que lo fuéramos. También las condiciones que tenemos para salir de la pobreza son inmensamente mayores que las que podrían tener estos países”, aclara España.

El más desigual de América Latina

El año pasado, refirió el especialista, Venezuela era el cuarto país más desigual de América, después de Brasil, Colombia y Panamá, pero con los niveles de ahora se convierte en el más desigual de América.

Y, aunque el coeficiente de Gini de este 2021 ha aumentado a 0,567, España insiste en que el problema de Venezuela no es de desigualdad, sino de producción.

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De acuerdo con la curva de Lorenz presentada por España, el país es desigual solamente en el último tramo. Es decir, 10% de la población concentra casi 40% del ingreso.

Este es un país pobre y la única forma de que salga de la pobreza es que incremente sus niveles de ingresos y productividad”, aseveró.

Trabajar dejó de “valer la pena”

Uno de los cambios más importantes del país en este 2021, a juicio de España, es la transformación en la cantidad de personas en condición de actividad.

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Desde 2017, la tasa había comenzado a descender hasta llegar al punto crítico de este 2021, cuando mitad de la población estaría activa y la otra mitad no.

“Comparado con el contexto de América Latina no tiene parangón, en América Latina hay niveles de actividad cercanos a 60%”, aseguró España. En Venezuela, a su juicio, la gente estaría dejando de trabajar porque “deja de valer la pena”, porque es más costoso ir a trabajar que la remuneración a recibir.

Poco más de la mitad de las personas en inactividad (51%), sin embargo, quisiera trabajar pero, una parte (15%) son mujeres al cuidado de niños y sin ayuda -inactividad forzada-, y por la otra (26%) personas que se cansaron de buscar trabajo -desempleo desalentado-.

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La “espeluznante” cifra de 8 millones

Según España, lo que se denomina “desempleo abierto” -personas que no trabajan ni siquiera una hora en una semana- es “sorprendentemente bajo” en Venezuela, de 3,2%.

No trabajar es un privilegio en Venezuela, quienes están obligados a dejar de trabajar van a caer en pobreza extrema”, asegura España.

Pero, a ese porcentaje, el especialista dice que habría que sumar un 11% de subempleo visible, es decir, personas que trabajan menos de 15 horas a la semana; 16,6% de desempleo desalentado y 7,6% mujeres con hijos que, si no tuvieran que dedicarse a esas actividades de cuidado se insertaran en mercado laboral.

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Suma la espeluznante cifra de 8 millones de venezolanos”, dice España, quien refiere que en Venezuela trabajan 7.600.000 personas, es decir, 35,8% de la población económicamente activa. De ellos, sin embargo, 43% quisiera trabajar más.

Solamente en el año 2021, en relación con el período 2019-20, la disminución del empleo formal (tanto público como privado) fue de 1,3 millones de puestos de puesto de trabajo. Además, solamente 40% de los ocupados están en el sector formal de la economía.

Como consecuencia, sigue aumentando la dependencia de los ingresos no laborales, es decir, de los bonos del gobierno, pensiones o remesas. “Esta Encovi revela que los ingresos no laborales representan casi 38% del ingreso de todos los hogares. En los hogares en pobreza suponen el 43% del ingreso total, mientras en los no pobres implican más de 20%. Los primeros dependen de las transferencias públicas. Los segundos, de las remesas y las transferencias privadas internas”, dijo España.

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Menos educación, más pobreza

Entre el período 2019-2020 y el año 2021, la cobertura educativa global (para las edades comprendidas entre 3 y 24 años) cayó 5 puntos porcentuales al pasar de 70% a 65%.  Comparado con 2014 (cobertura de 73%) la caída es de 8 puntos porcentuales.

“Hemos visto con la nueva edición de Encovi que hay una importante movilidad desde la educación privada a la educación pública, imposible de atender por las instituciones estatales. Como consecuencia, hay un número importante de jóvenes que han quedado en un limbo, porque no tienen posibilidades de estudiar y tampoco tienen oportunidades para incorporarse en el mercado de trabajo con un empleo de calidad”, lamentó la demógrafa Freitez, a cargo de los datos de educación.

La demógrafa indicó que las inequidades sociales en los procesos de aprendizaje también se ampliaron, debido a la adopción de la educación a distancia sin brindar los apoyos necesarios a docentes y estudiantes, así como a los hogares para que puedan realizar el acompañamiento que se pide.

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Quien rompe el círculo de pobreza es la escuela y la suspendimos año y medio, sin demasiada razón. Y nadie está diciendo bien cómo va a empezar el año escolar. Si de algo hay que hacer causa común es que nuestros niños adolescentes vuelvan a las escuelas, eso es fundamental”, acotó España, en la ronda de preguntas posterior a las presentaciones.

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