Bloomberg — Cerca de la mitad de los niños pequeños a los que se les aplicó una prueba de plomo en la sangre resultaron con niveles detectables del metal tóxico, según un nuevo estudio publicado en la revista JAMA Pediatrics revisada por pares el lunes.
Si bien la mayoría de los niños mostró cantidades relativamente pequeñas, aproximadamente un 2% tuvo un nivel que se considera alto. La investigación rastreó a más de 1,1 millones de niños menores de 6 años que se sometieron a pruebas de plomo desde octubre de 2018 hasta febrero de 2020.
Los hallazgos generarán probablemente alarmas de salud pública en Estados Unidos, especialmente en medio de la preocupación de que la exposición al plomo pueda ser peor durante la pandemia, así como nuevas preguntas sobre la importancia de niveles más bajos de exposición al plomo.
“El panorama general es: los niños tienen plomo en la sangre en Estados Unidos.”, dijo Morri Markowitz, quien dirige el programa de tratamiento y prevención del envenenamiento por plomo en el Children’s Hospital de Montefiore y no participó en el estudio. “Para el plomo no hay un nivel demasiado bajo. Queremos cero”.
A menudo, los niños se exponen al elemento tóxico en su entorno a través de la pintura en casas antiguas. Otras fuentes incluyen las tuberías que llevan agua a las casas y el plomo que se encuentra en el suelo al aire libre. No hay ningún nivel de plomo en la sangre que se considere seguro, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EE.UU. y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se sabe que el plomo puede causar daños irreversibles a los niños pequeños que aún están en crecimiento, incluso daños en el cerebro y el sistema nervioso, además de provocar problemas de aprendizaje, comportamiento, audición y habla.
El nuevo estudio es el primero en examinar los niveles bajos de plomo en la sangre de los niños, gracias a una tecnología más sensible, dijo Harvey Kaufman, coautor del estudio. Kaufman también es director médico senior en Quest Diagnostics Inc., el laboratorio que realizó las pruebas para el estudio.
Los investigadores esperaban que algunos niños tuvieran cantidades detectables de plomo en la sangre, “pero nos sorprendió que fuera la mitad de todos a los que se les hizo la prueba”, dijo.
Los autores del estudio también encontraron conexiones entre la exposición al plomo y la pobreza, las viviendas antiguas y las comunidades predominantemente negras e hispanas, lo cual es ampliamente consistente con otras investigaciones de plomo.
“Estos hallazgos confirman que todavía tenemos un largo camino por recorrer para poner fin al envenenamiento infantil por plomo en EE.UU.”, escribieron Philip Landrigan, y David Bellinger en un editorial correspondiente también publicado el lunes en la revista, y “subrayan la urgente necesidad de eliminar todas las fuentes de exposición a este elemento”.
El plan de la administración del presidente Joe Biden para reemplazar las tuberías de plomo como parte de un paquete de infraestructura más amplio es un paso importante, pero debe ir acompañado de la eliminación de la pintura con plomo de los hogares estadounidenses, que “sigue siendo la fuente predominante de exposición”, señalaron los científicos.
Mantener a los niños alejados de la exposición al plomo podría ahorrarle a EE.UU. hasta US$84.000 millones para los niños nacidos solo en 2018, en forma de beneficios para la economía y la salud pública, dijo un grupo de investigadores en 2017.
Encuestas anteriores de los CDC han encontrado que alrededor del 2,5% de los niños pequeños en EE.UU. tienen niveles de plomo en la sangre de 5 microgramos por decilitro o más. Los CDC comenzaron a utilizar el umbral en 2012 como un llamado valor de referencia, para identificar a los niños y guiar a las familias en la adopción de medidas de reducción de plomo.
El nuevo estudio de JAMA Pediatrics descubrió, asimismo, que el 1,9% de los niños analizados tenían niveles de plomo en sangre de 5 microgramos por decilitro o más. Alrededor del 50,5% de los niños tenían niveles detectables de plomo, la mayoría entre 1 y 2 microgramos por decilitro.
Kaufman dijo que la población analizada era “bastante representativa” de EE.UU., aunque señaló que había cierto sesgo de selección en cuanto a qué médico ordenó las pruebas de plomo.
Según el estudio, sólo 18 estados y el Distrito de Columbia exigen que los proveedores de servicios de salud realicen pruebas a todos los niños o a los niños de alto riesgo, mientras que el resto sólo ofrece recomendaciones o no las hace públicas.
La exposición general de los niños se ha reducido significativamente con el tiempo, incluso a través de medidas como la prohibición federal de la pintura con plomo en 1978. Entre fines de la década de 1970 y el período de 2011 a 2016, los niveles de plomo en la sangre de los niños se redujeron en aproximadamente un 95%, señala el estudio.
“Hay plomo en el medio ambiente y persiste”, dijo Markowitz, del Hospital de Niños de Montefiore. “La situación es mucho mejor que hace 50 años, en términos de la cantidad de plomo que hay, pero el elemento tóxico sigue ahí”.