Por qué las startups en México y Latam no debutan en bolsa

La opción de financiamiento privado también tiene un atractivo por el que los inversionistas acuden a financiar estas firmas.

La opción de financiamiento privado también tiene un atractivo por el que los inversionistas acuden a financiar estas firmas.
28 de septiembre, 2021 | 05:05 AM

Ciudad de México — La baja liquidez y bursatilidad en el mercado accionario en México y Latinoamérica merman el interés de las startups por volverse empresas públicas, sumado a los altos costos y la suma de informes por entregar a las bolsas de valores.

En México existen cerca de 144 empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) de las cuales sólo el 24% son las más bursátiles y grandes. El resto de compañías presentan baja bursatilidad, por lo que una compra o venta de hasta 20 acciones puede afectar el precio en un porcentaje hasta de doble dígito.

En el resto de América Latina el caso no difiere.

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“Somos una región de mercado muy poco desarrollado, en países como Perú, Colombia, es pequeño el mercado de la Bolsa de Valores; en Brasil es un poco más grande, pero no estamos ni remotamente cercanos a EE.UU”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea Enzo Cavalie, CEO y fundador de Startupeable, una plataforma de información para los interesados en la industria.

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Una Oferta Pública Inicial (OPI) es el primer contacto de una empresa que ofrece sus acciones al público inversionista del mercado de valores con la finalidad de adquirir recursos o financiamiento.

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Los requisitos que necesita una empresa para listarse en bolsa consideran el historial de operación de los últimos tres años, un capital contable que ascienda a 20 millones de Unidades de Inversión (UDIS) o más de MXN$138 millones y una utilidad positiva en los últimos tres años.

A esto se le suma el factor de costos. Entre los conceptos por pagar de las empresas a la hora de listarse en bolsa se considera el pago al intermediario de colocadores nacionales, cuyo valor asciende a cerca de MXN$200 millones, sumado al pago a realizar a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores de $20.831, de acuerdo con los prospectos de colocación publicados en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Para que las startups realicen una Oferta Pública Inicial de acciones, explica Cavalie, es necesario cumplir con cierto tamaño. Por ejemplo, el unicornio Kavak, cuyo valor asciende a US$8.700 millones, pese a ser mexicana, podría visitar el mercado estadounidense para su debut.

“Una empresa como Kavak quizá en una siguiente ronda pueda hacer una OPI. Y las más exitosas se irán a EE.UU, donde podrán levantar más capital”.

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Aunque las startups no descartan su debut en bolsa, las empresas deciden listarse en el mercado accionario estadounidense que da acceso a un mayor número de inversionistas que buscan diversificar inversiones, como el caso de la brasileña Nubank que podría abrir camino hacia otras grandes.

“Muchas de estas startups unicornios ya vienen financiadas por grandes fondos de capital emprendedor norteamericanos y europeos y el acceso a los mercados de capitales es relativamente sencillo”, dijo Fermín Bueno, cofundador y managing partner de Finnovista, una organización de impacto que potencia los ecosistemas de tecnología financiera en América Latina y España.

Sin embargo, existe un atractivo particular para los inversionistas que realizan rondas de inversión privadas. De acuerdo con el director de Startupeable, se llega a obtener un retorno de entre 20 y 30% mayor al que el que se puede obtener en bolsa.

“Cuando se es una empresa pública, ya no es una startup porque ya se es una empresa grande; el riesgo es menor, pero el potencial de retorno es menor. El mercado público provee más información, pero otorga menos posibilidad de retorno”.

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Detalló que la diferencia se encuentra en la venta de las acciones, ya que en la ronda de inversión privada, los papeles se mantienen al largo plazo ya que no se pueden vender con facilidad; mientras que las acciones en el mercado de capitales presentan mayor liquidez.

Salida en el radar

Para Bueno, de Finnovista, el debut en bolsa es una potencial salida de inversiones para los fondos de capital privado que han ayudado a establecer unicornios, en específico en el segmento fintech. Otra opción de obtener valor podría ser mediante la compra por parte de grandes bancos. Este tipo de operaciones podrían verse más a largo plazo.

Una OPI está en los planes de Kubo Financiero, una plataforma digital que desde 2012 está enfocada a otorgar microcréditos a empresarios. Pero llegar a un debut en bolsa tomará unas dos o tres rondas más de inversión.

Vicente Fenoll, presidente y director general de la institución financiera, considera que una salida a bolsa es un paso lógico y relativamente sencillo debido al gobierno corporativo con el que cuenta su empresa y la regulación que ya enfrenta por ser una empresa de tecnología financiera o fintech.

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El empresario considera que Kubo Financiero tendría aproximadamente el 90% del camino necesario para una OPI.

“Sí creo que es un camino natural, porque tarde o temprano los fondos de inversión quieren hacer líquida su inversión y un gran camino para hacerlo es el mercado de valores”

Vicente Fenoll, presidente y CEO de Kubo Financiero

Fenoll considera que la llegada al mercado coloca a las empresas en un ritmo diferente a la agilidad en la toma de decisiones que requieren las startups.

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Otras empresas fintech como Konfío tampoco descartan la posibilidad de llegar a bolsa como una salida a la inversión, dijo a Bloomberg Línea Gregorio Tomassi, director de Finanzas de la empresa.

“No va a ocurrir el año que viene, no tenemos prisa, hay mucho trabajo que hacer, pero sí está en nuestro radar en algún momento considerarlo como una salida interesante para entregarle liquidez a los accionistas que han confiado en nosotros”, dijo Tomassi.

Un debut en bolsa también podría estar en el radar de Gaia Design, que recientemente recibió US$50 millones de Softbank. Pero antes de tomar una decisión al respecto, la compañía tomará al menos tres años más para enfocarse en su crecimiento.

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“Hay varios caminos; una OPI es un camino muy claro, cuando vemos el ejemplo de WayFair, le ha ido muy bien con este tipo de salida. Hay otro tipo de salidas posibles para adelante”, dijo Philippe Cahuzac, CEO de Gaia Design.

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Alternativas al debut en bolsa

La venta de una startup es otra opción de salida para los inversionistas. Un ejemplo fue la compra de Cornershop por parte de Uber Technologies a través del intercambio de acciones. Esta operación, que otorgó a Cornershop una valuación de US$3.000 millones, fue una de las salidas de capital de riesgo más grandes a través de fusiones y adquisiciones en la historia de América Latina.

La operación permitirá a ALLVP, un fondo de capital privado que apostó en Cornershop, devolver cinco veces su denominado Fondo II con más de siete veces lo esperado después de realizar el resto de sus inversiones.

“Nuestra región no solo es capaz de acuñar unicornios, sino que también ofrece un sólido rendimiento de capital de riesgo”,

dijo Fernando Lelo de Larrea, socio de ALLVP, en un posicionamiento publicado en junio en el portal de la asociación Lavca

Otra opción es el mercado de las ventas secundarias. En este, las acciones de las startups pueden ser vendidas por los inversionistas ángeles o incluso los propios empleados que cuentan con títulos en las siguientes rondas de inversión.

“Es una bonita escena de redistribución de capital porque en las startups hay más esa cultura en que los empleados también tienen acciones”, dijo Cavalie de Startupeable.

También existen inversionistas dispuestos a esperar y que no tienen un tiempo definido para una salida de inversión. Este es el caso de Prosus Ventures, que en México ha invertido en la startup de última milla, 99 minutos.

“Somos inversionista muy de largo plazo y muy pacientes en capital, podemos permitirnos esperar”, dijo Banafsheh Fathieh, directora de Inversiones para las Américas de Prosus Ventures.

Las que debutaron en bolsa

El debut de algunas startups, ahora empresas públicas, tuvieron un inicio accidentado con caídas drásticas en las primeras jornadas bursátiles; sin embargo, al día de hoy, el precio de sus acciones muestra retornos atractivos.

Spotify (SPOT:NYSE), plataforma de servicios multimedia, salió a bolsa en abril del 2018. El precio de las acciones de la primera jornada intradía se elevó hasta 24%. Al día de hoy, sus papeles muestran un retorno acumulado de 57,48%.

En mayo del 2019, Uber y Lyft, ambas empresas estadounidenses de transporte privado de personas, presentaron retornos con contrastes. En el caso de la primera empresa, sus títulos descendieron en el primer día 7,62%; mientras que la competencia ganó 8,74%.

Desde el debut de Uber (NYSE:UBER) al cierre de la fecha de la sesión del lunes, el precio de los papeles incrementó 13,66%, no obstante. Lyft (NASDAQ:LYFT) acumula una pérdida de 28,5%.

En diciembre del 2020, la plataforma de turismo y hospedaje Airbnb (NASDAQ:ABNB) se convirtió en una empresa pública cuando alcanzó, durante la sesión intradía, el precio de US$146 por unidad, esto fue 114,70% superior al banderazo en la primera jornada. Al cierre de la sesión del lunes, el precio de los títulos creció 25,14% en US$174,26 por unidad.

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Esta historia fue actualizada a las 8:30 horas con una corrección al título

Esta historia fue actualizada el 26 de octubre a las 11:17 horas con la corrección del apellido de Enzo Cavalie.