Bogotá — Mucho se ha hablado del aumento de la inflación en Colombia desde la crisis del 2020, pero no de cómo se traduce eso en los hogares colombianos al momento de mercar. El aumento en los precios de los alimentos ha sido protagonista en los últimos datos de inflación y los bolsillos de las familias lo han sentido.
Para aterrizar mejor lo anterior, Bloomberg Línea realizó un ejercicio pedagógico mediante el cual revisa los precios de un mercado básico, suponiendo que este tiene 15 productos. La revisión se hace tomando como referencia la primera semana de enero (2 al 8) y la más reciente de septiembre (11 al 17) con base en los datos del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa) del Dane.
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Previo a entrar en más detalles vale mencionar que el mercado básico incluye: arroz de primera, lentejas, fríjol bolón, aceite (litro), pastas alimenticias, sal yodada, azúcar morena, café molido, chocolate, panela, papa pastusa, plátano verde, piernas de pollo, carne de res chatas y huevos (24 unidades). Excepto los huevos y el aceite, los precios están expresados por kilogramo.
De acuerdo con el ejercicio realizado, los datos arrojan que hacer un mercado básico en la más reciente semana de septiembre cuesta en total $113.794 en el promedio nacional esto es $14,848 más que en la primera semana de enero cuando costaba $98.946. Esto da un incremento de 15,3% en el valor total de dicho mercado, es decir, 4 veces más de que lo que subió el salario mínimo en 2021 (3,5%).
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A finales del 2020 el Ministerio de Trabajo expresó que “para mantener el equilibrio entre el poder adquisitivo, proteger y generar nuevos empleos, el presidente de la República, Iván Duque Márquez, anunció que el incremento para el salario mínimo del 2021 es de 3,5%, al igual que para el auxilio de transporte. En total se ubicará en $1.014.980″.
Volviendo a los precios del mercado básico, el top cinco de los productos en los que más subió el precio está compuesto por: el kilo de lentejas importadas, única referencia disponible, que subió 48,8%, el kilo de papa pastusa (42,6%), el litro de aceite vegetal mezclado (39,6%), el kilo de azúcar morena (26,3%), y el kilo de la carne de res chatas (24,9%).
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En contraste, del mercado básico solo tres productos tuvieron variación negativa o cayeron: el kilo de arroz de primera (-14,06%), el kilo de panela (7,12%), y la unidad de huevos (-2,29%). Sobre este último producto vale decir que se tomó como referencia el huevo rojo A y se hizo la multiplicación de la unidad ($299) por 30 para tener referencia de una cubeta.
¿Seguirán los alimentos pegándole a la inflación?
En el más reciente informe de política monetaria del Banco de la República el equipo técnico estimó que los alimentos tendrán un peso importante en la inflación de este año, lo suficiente para hacer que el indicador supere el rango meta del Banco (2% a 4%).
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Así las cosas, para finales de 2021 y 2022 se estima una inflación total del 4,1% y 3,1% y una inflación básica del 2,6% y 3,2%, respectivamente. Vale decir que en 2020 la inflación cerró en 1,61% por la crisis.
Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, comentó que “los alimentos suelen ser el componente más difícil de predecir y de los de mayor peso del IPC, de ahí la importancia de hacerle seguimiento. Debido a lo anterior, y a la presión alcista a nivel global de los alimentos, son el componente que explican gran parte del incremento de la inflación este año”.
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Ballén añadió que si se le suma el impacto que generó el paro nacional sobre estos, la presión alcista en los precios fue superior. “El elevado nivel en que se mantiene la tasa de cambio también influye en especial en alimentos importados. Por último, el aumento del precio del petróleo ha influido en que el precio del combustible y transporte de alimentos se eleve y al final se termine trasmitiendo al consumidor”.
Por su parte Carolina Monzón, gerente de análisis económico de Itaú, dijo que luego del restablecimiento de las condiciones sociales, los alimentos continúan mostrando una presión alcista alcanzando ya una variación anual cercana al 11%, que más que duplica el rango máximo de inflación del Banco de la República.
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Monzón añadió que para lo que resta del año creen que la inflación de alimentos podría acelerarse un poco más como consecuencia de los precios internacionales de las materias primas y la devaluación de la moneda.
Por último, aseguró que “bajo estas condiciones, la inflación de alimentos se mantendría en doble dígito para cierre de año presionando la inflación total a un nivel cercano de 5, 2%. De cara a 2022 es factible que se puedan empezar a percibir algunas correcciones en el componente de inflación de alimentos buscando nuevamente niveles cercanos al 7 u 8% anual, si las condiciones climáticas así lo permiten”.
