Santiago — El presidente Sebastián Piñera anunció este jueves los lineamientos del proyecto de ley de presupuesto para 2022, que alcanza a U$82.135 millones y un recorte del 22,5% del gasto público. En una cadena nacional, el mandatario dijo que el objetivo, además de atender las principales prioridades y necesidades de las familias chilenas, es avanzar en la “recuperación de los equilibrios fiscales y macroeconómicos, el incremento de los ahorros y el impulso al crecimiento económico y desarrollo humano” del país.
El gasto aumentará un 3,7% en comparación con el presupuesto que originalmente aprobó el Congreso para 2021, el cual debió ser complementado durante el año en un 33,7% debido al impacto de la pandemia de Covid-19, agregando recursos adicionales por cerca de US$27.000 millones. “Esto representa un enorme esfuerzo fiscal cercano al 10% de nuestro Producto Interno Bruto”, aseguró Piñera.
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El presidente dijo que el alto nivel de gasto significó un déficit fiscal estructural de 11,5% y un aumento de la deuda pública a un 34,9 % del PIB. “Sin duda este nivel de déficit fiscal y de incremento de la deuda pública no es sostenible en el tiempo y perjudicaría gravemente la calidad de vida de las familias y de las próximas generaciones, como desgraciadamente ocurre en otros países”, refirió.
Así, el déficit fiscal estructural se reducirá desde 11,5 a un 3,9% del PIB para el próximo año, aseguró. También está previsto aumentar la inversión pública en un 8,1%. Se establecieron recursos de libre disposición para el próximo gobierno por un monto cercano a los US$700 millones.
El proyecto de ley de presupuesto, ingresado en el Congreso, inicia su trámite legislativo. La presidenta del Senado, Ximena Rincón, indicó que será tramitado de manera ágil con el foco con una reactivación con “dignidad”. Para el diputado opositor Gabriel Silber se trata de una “jugada riesgosa” del Ejecutivo, al recortar el gasto público a “sabiendas” de que el próximo año sin retiros de fondos de pensiones, transferencias directas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) o una fuerte inversión privada, capaces de apalancar el gasto y el consumo interno, se podría generar una “contracción económica”.
Un ajuste esperado
Los expertos estimaban una caída sustancial del gasto total. Macarena García, economista de Libertad y Desarrollo, explicó que las finanzas públicas actualmente están “muy debilitadas” -casi sin activos y con deuda creciendo aceleradamente- y que parte importante del gasto de este año es transitorio.
A este factor se sumaría que la economía y el empleo están en un proceso de reactivación en Chile, impulsados por la reducción de las restricciones sanitarias, lo que disminuiría la necesidad de entregar muchas ayudas. “Para controlar la deuda en el mediano plazo es fundamental retirar el impulso fiscal que se implementó el 2021. Esto se lograría con una caída en torno a 20% real“, explicó a Bloomberg Línea.
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Considera que cualquier medida de emergencia que se requiera posteriormente debiera financiarse con reasignaciones. “Esto es coherente con el reciente informe del Consejo Fiscal Autónomo, en que mostró que sin un ajuste importante al gasto en el 2022, la deuda pública puede llegara superar el 100% del PIB en el largo plazo”, acota.
De acuerdo con García el elevado gasto fiscal se registró antes de la pandemia, y se agravó con la crisis generada por el coronavirus. “La solución no va a tomar sólo un año, sino que varios. Por lo tanto, se requiere de compromiso transversal para mejorar las finanzas públicas ya que esto será responsabilidad de varios gobiernos”.