Buenos Aires — Una reunión de acuerdo extraordinario resolvió hoy que Horacio Rosatti será el próximo presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Asumirá ese rol el 1 de octubre, en reemplazo de Carlos Rosenkrantz, que ocupará la vicepresidencia.
De esta forma concluye su ciclo de tres años Rosenkrantz, quien fue resistido por el Poder Ejecutivo. Rosatti, por su parte, había sido promovido a la Corte por el ex presidente Mauricio Macri ─quien ahora lo critica con dureza─, pero su recorrido lo acerca más al actual Gobierno del Frente de Todos.
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Curriculum
- Abogado y escribano, Rossatti fue convencional constituyente por Santa Fe en la reforma de la carta magna en 1994.
- Fue intendente de la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia homónima, entre 1995 y 1999 por el Partido Justicialista (PJ).
- Entre 2003 y 2004, durante el mandato de Néstor Kirchner, fue Procurador General del Tesoro de la Nación, para luego asumir como Ministro de Justicia, cargo que ostentó apenas un año.
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Llegada a la Corte
En las primeras semanas en el poder, Mauricio Macri tomó una decisión que llamó la atención: completó las dos vacantes de la Corte Suprema vía Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Un evento que no tenía antecedentes recientes.
Los dos letrados nombrados por el ex presidente fueron Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz. El modo de designación fue severamente cuestionado por todo el arco opositor incluso, generando ruidos internos, lo que motivó una marcha atrás y el correspondiente envío de los pliegos al Senado, que finalmente aprobaría las designaciones del por entonces presidente de la Nación.
- Maniobra: En 2018 una maniobra sorpresiva desplazó a Ricardo Lorenzetti de la presidencia del Máximo Tribunal y dio lugar a Carlos Rosenkrantz.
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Días atrás, Macri declaró que se arrepiente de haber promovido a Rosatti porque “terminó fallando sistemáticamente en contra de las reformas y la modernización que impulsamos, favoreciendo así el statu quo populista”. Además, calificó sus fallos como “anticapitalistas”.
- Diálogo: Con este cambio, el Gobierno de Alberto Fernández aspira a tener un canal de diálogo más fluido con la Corte Suprema, algo que al momento es nulo.
