Bloomberg — La lira turca cayó a un mínimo histórico después de que el banco central recortara el jueves su tasa de interés de referencia, desatando un nuevo episodio de turbulencias en los mercados y reflejando la larga sombra que proyecta el presidente Recep Tayyip Erdogan sobre la política monetaria.
El Comité de Política Monetaria redujo su tipo de interés repo a una semana en 100 puntos básicos, hasta el 18%. Todos menos uno de los 23 economistas encuestados por Bloomberg predijeron que el banco central mantendría los tipos sin cambios en el 19%.
La inflación turca subió inesperadamente hasta el 19,25% el mes pasado, llevando el tipo de interés real del país por debajo de cero por primera vez desde octubre. Pero el gobernador del banco central, Sahap Kavcioglu, cambió el enfoque de la política del banco a principios de este mes a la inflación núcleo, que elimina los elementos volátiles como los alimentos y la energía y es casi 250 puntos básicos menos que la cifra principal, lo que le da margen para atender a los llamamientos de Erdogan para bajar los tipos de interés.
Erdogan prometió un abaratamiento de los costes de endeudamiento y una ralentización de la inflación a partir de este mes, y no cumplirlo podría haberle costado el puesto al gobernador del banco central. Kavcioglu, que mantuvo el índice de referencia sin cambios durante una quinta reunión el mes pasado, es el cuarto gobernador del banco central desde 2019, ya que el presidente despidió a sus tres predecesores inmediatos.
El banco central dijo que el reciente aumento de la inflación se debía a factores transitorios y retiró la promesa de mantener su tipo de referencia por encima de la inflación y de mantener una política monetaria estricta.
El banco también destacó la importancia de eliminar el impacto de los shocks de la oferta en el aumento de los precios y de centrarse en la “evolución de la inflación básica” en un comunicado que acompañaba a la decisión sobre los tipos.
“La medida sigue siendo chocante, como indica claramente la reacción negativa inicial del mercado”, dijo Piotr Matys, analista de divisas de InTouch Capital Markets Ltd. “Comenzar el ciclo de flexibilización cuando la inflación general va camino de terminar este año muy por encima de las previsiones oficiales y justificarlo con una desaceleración de las medidas básicas es un movimiento muy arriesgado que podría resultar contraproducente, ya que una lira más débil tendrá consecuencias inflacionarias”, dijo.
Erdogan, cuyo partido gobernante, el AK, ha basado durante décadas su éxito electoral en los rápidos niveles de crecimiento económico, predica la doctrina poco ortodoxa de que los tipos de interés más altos estimulan los precios en lugar de contenerlos. Cuando la economía se hundió durante la pandemia, el apoyo a Erdogan y a su partido cayó.
El único analista que predijo una bajada de tipos fue Ibrahim Aksoy, economista jefe de HSBC Asset Management Turquía, con sede en Estambul. Aksoy, que ocupa el primer lugar entre los pronosticadores de las decisiones sobre los tipos de interés en Turquía en dos años de encuestas de Bloomberg, previó un recorte de los tipos de 50 puntos básicos debido al reciente énfasis del gobernador en la inflación subyacente y esperada. “En caso de que se produzca un recorte de tipos por sorpresa, el par dólar/lira podría poner a prueba el nivel récord de 8,80″, dijo antes de la decisión.
El recorte ahora corre el riesgo de provocar más turbulencias en la lira, que ya se ha debilitado más del 16% frente al dólar desde que el gobernador asumió el cargo el 20 de marzo. Los inversores han criticado con frecuencia al banco central por ser demasiado rápido para deshacer el ajuste y demasiado lento para responder a los riesgos, más recientemente en agosto de 2018, cuando la lira perdió cerca de una cuarta parte de su valor.
La moneda cayó a un nuevo mínimo histórico frente al dólar y cotizaba un 1,1% por debajo, a 8,7537 a las 14:25 hora local.
