Bogotá — Las plataformas digitales han irrumpido los negocios tradicionales y a su vez han sido un apoyo en términos de ingresos para las personas que prestan sus servicios en estas apps de domicilios, mensajería y movilidad. En Colombia, estas aplicaciones fueron clave para muchas personas que se quedaron sin empleo en la pandemia.
Con base en lo anterior, Fedesarrollo desarrolló un estudio en el que plantea una serie de medidas para aumentar la formalidad en los trabajadores independientes que prestan sus servicios en las plataformas digitales, además de dimensionar y proveer elementos para entender las dinámicas del sector antes y después de la pandemia.
El análisis lo realizaron las investigadoras del centro de pensamiento Cristina Fernández y María Angélica Arbeláez junto a Daniel Hernández, asistente de investigación.
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De acuerdo con el centro de pensamiento, en 2019 se estima que había 140.000 colaboradores en las plataformas de movilidad y 40.000 en las de domicilios y mensajería, mientras que para 2020 la cifra fue de 120.000 y 75.000, respectivamente. Es decir, en 2019 hubo un total de 180.000 colaboradores de apps en Colombia y en 2020 el dato aumentó a 195.000.
Lo anterior muestra un impacto en la reducción de colaboradores de apps de movilidad y un aumento en los de domicilios y mensajería tras la crisis derivada del coronavirus. “Sin embargo, información reciente nos indica que el número de colaboradores de este subsector se ha recuperado rápidamente a medida que se han relajado las restricciones a la movilidad”, dice el estudio de Fedesarrollo.
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De acuerdo con las estimaciones de los expertos que realizaron el estudio, en un escenario conservador, “la participación del sector (de las plataformas digitales) en el PIB es cercana al 0.23%, sin tener en cuenta el aumento en el bienestar no medido en los consumidores”.
¿Qué se plantea para formalizar a estos colaboradores?
La propuesta de Fedesarrollo para aumentar la formalidad de este tipo de trabajadores es que la cotización al Sistema General de Seguridad Social (SGSS) -ARL, pensiones y salud- por encima de 1 salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV) esté a cargo del colaborador.
No obstante, “para corregir la distorsión en el rango de ingresos de entre 1 SMMLV hasta 2.3 SMMLV , se propone que estos colaboradores, independientemente de su nivel de ingreso, coticen el 15% del ingreso”, plantean en el documento.
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A lo anterior agregan que para efectos de complementar el desbalance fiscal que genera dicha reducción, se propuso que todas las plataformas creen un fondo cuyos recursos tendrían el objetivo único de cubrir el faltante y complementar la contribución a SGSS de los colaboradores. Sin embargo, hacen la salvedad que ellos es una propuesta transitoria.
“La respuesta ideal a la regresividad del sistema de cotizaciones de trabajadores independientes es una reforma estructural”,
Fedesarrollo.
Para la investigadora María Angélica Arbeláez, la propuesta que se planteó como “transitoria” tiene varias ventajas frente a los proyectos de ley que hoy se discuten en el Congreso.
“Una de ellas es que corrige la regresividad que genera el sistema de seguridad actual para trabajadores que ganan hasta 2.3 SMMLV, a la vez que les permite formalizarse, esto es, afiliarse y cotizar al sistema integral de seguridad social. Adicionalmente, al tratarse de una contribución a un fondo, no genera los arbitrajes entre plataformas y colaboradores que se pueden presentar en otras propuestas”, agregó.
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Para entender mejor lo anterior, la investigadora expuso un ejemplo. “En algunos de los proyectos de ley donde se plantea que los aportes por debajo de 1 SMMLV los asuma la plataforma y por encima el colaborador, presentan la siguiente problemática: para evitar el pago de los aportes, las plataformas tendrán incentivos para tener colaboradores que obtengan ingresos por encima de 1 SMMLV, mientras que los colaboradores tendrán incentivos para reducir sus ingresos por debajo de este umbral, ya sea para no hacer aportes o para hacer aportes inferiores, lo que puede terminar afectando el nivel de su ingreso promedio”.
De otro lado Cristina Fernández, coautora del estudio, resaltó que avanzar en la regulación del sector permitiría aumentar una serie de beneficios para el mercado laboral y los negocios. “Las plataformas en épocas normales generan una alternativa flexible de generación de ingresos, pero en épocas de crisis han ayudado a amortiguar las pérdidas de empleo”.
Fernández añadió que “en los negocios aliados encontramos que el inicio de actividades a través de las plataformas produjo un aumento promedio de ventas del 8,6%; y según las encuestas más recientes, durante la pandemia, las ventas a través de plataformas se incrementaron en 19% y el valor individual promedio de las transacciones en 20%”.
Otros datos clave
Respecto a la caracterización demográfica de los colaboradores, Fernández expuso que las mujeres tienen baja participación en trabajos de las plataformas digitales, de una muestra total de 150.000 colaboradores en estas apps, las mujeres representan el 9% en las de mensajería y 5% en las de movilidad.
Lo anterior, asegura la investigadora, podría estar explicado por las condiciones de seguridad y porque “los picos de solicitudes en las plataformas coinciden con los picos en los que las mujeres tienen más demanda en el hogar”.
Por último, vale decir que para desarrollar el estudio se realizaron 9.300 encuestas a los prestadores de servicios, 263 a los negocios aliados y 23.724 a los usuarios de las plataformas digitales de movilidad, mensajería y domicilios, divididas en dos cortes transversales: uno anterior y uno posterior a la pandemia.
Adicionalmente, se realizó una revisión de literatura y de las experiencias de otros países y se construyó un modelo teórico que facilita el entendimiento del mercado y el debate regulatorio, resaltaron quienes desarrollaron el estudio.
