Santiago — Rodrigo Rojas Vade anunció su renuncia a la Convención Constitucional, este lunes, mediante una declaración pública. “Hago este video para comunicar mi renuncia a la Convención Constitucional, ya que no volveré a asistir, conectarme de forma remota o participar de ninguna otra votación, independientemente de mi estado de salud”, dijo en un video que compartió en su cuenta de Instagram.
La dimisión no significa que queda fuera del organismo inmediatamente, pues la legislación vigente no contempla una fórmula para dejar su cúrul, sin embargo. El activista, de 37 años, había mentido al decir que tenía leucemia. El engaño fue descubierto por el diario La Tercera, que increpó al entonces vicepresidente adjunto de la institución que escribe la nueva Constitución de Chile.
Rojas Vade admitió que no tenía cáncer, sino otra enfermedad que no quiso revelar y renunció como vicepresidente adjunto de la Convención. Sin embargo, hasta ahora había permanecido como constituyente. “Desde ya, manifiesto mi anhelo de que sean 155 los que defiendan el proyecto de la Constitución Política que entregarán al país para su ratificación para dejar atrás la nefasta Constitución de 1980, al igual que los millones que salieron a las calles desde el 18 de octubre y defendieron el proceso para llegar a ella. Mi compromiso siempre ha sido real”, acotó en su comunicado.
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Su trayectoria política fue construida bajo el discurso de la lucha contra el cáncer. Así, Rojas Vade solía exponer su inexistente leucemia en las revueltas de finales de 2019 y principios de 2020, al punto de convertirse en un ícono de las manifestaciones. “Quiero pedir disculpas a todas las personas que se han sentido traicionadas, he cometido errores muy graves, pero ningún delito: mi enfermedad es real y el dinero que recibí en una actividad solidaria fueron destinados a solventar deudas adquiridas por mis problemas médicos”, explicó.
Su abogado, Tomás Ramírez, reveló que el exconstituyente padece de sífilis, enfermedad de Behcet y púrpura trombocitopénica idiopática desde 2013. Lo dijo hace una semana, días después de que la directiva de la Convención entregara antecedentes del exvicepresidente adjunto a la Fiscalía, lo que inició una investigación ante posible delito de perjurio.
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¿Qué implica una vacante en la Convención?
El escándalo no solo golpeó al activista, sino también la confianza del órgano que redacta la nueva Carta Magna. “Rojas Vade fue electo por voto popular, y eso afecta la confianza que se tiene en el órgano. Lamentamos la situación”, dijo Elisa Loncon, presidenta de la Convención, en una entrevista a Radio Duna hace unos días.
Tras la controversia, la desconfianza en la Convención creció a 54%, cuatro puntos menos, según una reciente encuesta de Plaza Pública realizada por Cadem.
Rojas Vade dijo que no aceptará dinero por los días no trabajados sin justificación, y “tan pronto exista el mecanismo para presentar mi renuncia formal, haré uso del mismo”. Acotó que no trabajará en la Convención y presentará formalmente su renuncia porque la “nueva Constitución debe reflejar un país digno, donde quienes cometen errores, los reconocen y asumen las consecuencias”.
La renuncia implica una vacante en la Convención, quedando en 154 constituyentes en vez de 155 para la discusión. “Esto puede modificar los quórums de aprobación de algunas normas, pero de manera muy marginal. La Constitución de Chile no establece un mecanismo para reemplazar a los constituyentes que dejen el cargo y, por tanto, todo indica -de acuerdo a lo dicho por distintos abogados constitucionalistas- que la vacante no va a ser llenada”, explicó el diputado Guillermo Ramírez a Bloomberg Línea.
Sin embargo, el Congreso podría realizar una reforma constitucional para concretar su salida y establecer un mecanismo de reemplazo.
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