Bloomberg — Facebook Inc. se enfrenta nuevamente a la furia de Washington después de que informes sugirieron que la empresa sabía, pero no reveló, que su plataforma Instagram podría representar riesgos para los adolescentes.
El informe del diario Wall Street Journal, que cita a la propia investigación interna de Facebook, da alas a los políticos que han prometido hacer responsables a las empresas de redes sociales por su impacto en la salud mental, el discurso civil y la democracia.
Si bien anteriores rondas de indignación por cuestiones como el escándalo de privacidad de Cambridge Analytica no han hecho mella en el modelo de negocio de Facebook ni en su rentabilidad, esta reacción podría hacer que el director ejecutivo, Mark Zuckerberg, y otros directivos de la compañía vuelvan a declarar ante el Congreso sobre las deficiencias.
Los senadores Richard Blumenthal, demócrata de Connecticut, y Marsha Blackburn, republicana de Tennessee, presidente y miembro de mayor rango de la subcomisión de protección del consumidor del Senado, dijeron que han estado en contacto con un denunciante de Facebook y que “utilizaremos todos los recursos a nuestra disposición para investigar lo que Facebook sabía y cuándo lo sabía.”
Los senadores dijeron el martes que planean buscar más documentos y hablar con testigos como parte de la investigación. La Comisión de Comercio del Senado tiene la facultad de emitir citaciones para obtener registros y testimonios de testigos.
“Está claro que Facebook es incapaz de rendir cuentas”, dijeron los senadores. “El reportaje del Wall Street Journal revela que la dirección de Facebook se centra en una mentalidad de crecimiento a toda costa que valora las ganancias por encima de la salud y las vidas de los niños y los adolescentes”.
Al ser preguntada sobre los artículos del Journal el miércoles, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el presidente Joe Biden cree que hay “serios problemas en torno a cuánto poder han acumulado las plataformas de Internet en nuestra sociedad y ciertamente algunos de esos reportajes son un ejemplo de ello”.
Los gigantes de la tecnología, incluyendo Facebook, han estado sometidos a una presión cada vez mayor por parte de los legisladores, que cuestionan la forma en que las empresas manejan los datos de los usuarios, protegen su seguridad y amplían su cuota de mercado e influencia. Mientras que la legislación destinada a regular la moderación de contenidos y las prácticas de privacidad se ha estancado, hay un impulso para las medidas antimonopolio que apuntan al tamaño y el dominio de las empresas.
Un portavoz del representante de Colorado Ken Buck, el republicano de mayor rango en el subcomité antimonopolio de la Cámara de Representantes, dijo que las recientes revelaciones sobre Facebook subrayan por qué es necesaria la legislación para frenar el poder de las empresas tecnológicas dominantes.
“Dado que las grandes empresas tecnológicas operan con un poder casi ilimitado y sólo responden ante sí mismas, no es de extrañar que sigan vendiendo sus productos a los niños, a pesar de que son conscientes de las enormes consecuencias negativas que experimentan los infantes al participar en sus sitios”, dijo el portavoz de Buck, Nick Givas, a Bloomberg.
Un portavoz de Facebook se refirió a una publicación anterior en el blog de Karina Newton, jefa de políticas públicas de Instagram, sobre lo que la investigación interna y externa encontró con respecto al impacto de los medios sociales en los jóvenes.
“La pregunta que se hacen muchas personas es si las redes sociales son buenas o malas para la gente”, escribió Newton. “Las investigaciones al respecto son contradictorias; pueden ser ambas cosas. En Instagram, miramos los beneficios y los riesgos de lo que hacemos”.
Legisladores de ambos partidos ya plantearon su preocupación por el impacto de la tecnología en los jóvenes. La representante de Washington Cathy McMorris Rodgers, la republicana de mayor rango en el Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, abrió una audiencia en marzo con Zuckerberg y otros ejecutivos tecnológicos diciendo que sus plataformas son su “mayor temor como madre”, una queja que resonó el martes.
McMorris Rodgers y otros republicanos de la Cámara de Representantes escribieron a Facebook después de esa audiencia de marzo para solicitar la investigación interna de la empresa sobre el impacto de sus plataformas en la salud mental. Ella dijo que la compañía no cumplió, “y ahora sabemos por qué”.
“Seguiremos exigiendo transparencia a Facebook y a otras grandes empresas de tecnología, especialmente en lo que se refiere al daño que sus productos tienen en nuestros niños”, dijo McMorris Rodgers el miércoles. “Los padres merecen la verdad”.
El senador Ed Markey, demócrata de Massachusetts, envió el miércoles una carta a Zuckerberg en la que le preguntaba si conocía personalmente las investigaciones internas que mostraban riesgos para la salud mental y le pedía copias de esos estudios. La carta, firmada también por las representantes demócratas Kathy Castor, de Florida, y Lori Trahan, de Massachusetts, exige que Facebook abandone sus planes de crear un Instagram para niños y da a la empresa hasta el 6 de octubre para responder.
El artículo de diario se centra en los riesgos para la salud mental, tales como la ansiedad y la depresión para los jóvenes, especialmente las chicas, que utilizan Instagram, la aplicación para compartir fotos. El artículo hace referencia a una carta que Blumenthal y Blackburn enviaron a Facebook el mes pasado en la que pedían más información sobre la manera en que la investigación interna de la empresa informa sobre los productos diseñados para niños y adolescentes.
Pero la respuesta de Facebook a los senadores no incluyó el estudio de la empresa detallado en el artículo.
“Cuando se le dio la oportunidad de sincerarse con nosotros sobre su conocimiento del impacto de Instagram en los usuarios jóvenes, Facebook proporcionó respuestas evasivas que fueron engañosas y encubrieron la clara evidencia de un daño significativo”, dijeron los senadores.
Con la asistencia de Rebecca Kern y Jennifer Epstein.