Bloomberg — Cuando los inversores tratan de identificar la próxima frontera emocionante para la humanidad, pueden pensar en la conquista del espacio exterior. Pero hay una más vital aquí en la Tierra.
La industria de las vacunas y el vasto ecosistema que la rodea tenía áreas de rápido crecimiento antes de la pandemia, con avances como la aprobación de una nueva inmunización contra el herpes zóster por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
Pero el sector se ha disparado a medida que las empresas compiten por desarrollar vacunas, tratamientos, refuerzos y otros productos relacionados con el Covid-19. En el rastreador de vacunas contra el Covid-19 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) figuran unas 299 candidatas, de los cuales 114 se encuentran en alguna fase de desarrollo clínico de la vacuna y los otros 185 en etapas anteriores. Las tecnologías emergentes, como el uso del ARN mensajero (o ARNm, para abreviar) como sistema de administración, tienen el potencial de acelerar el desarrollo de vacunas para combatir otras enfermedades infecciosas, así como para tratamientos personalizados contra el cáncer.
Todo esto representa una gran oportunidad (y genera incertidumbre) ante lo que parece ser una próxima revolución de las vacunas.
El Panorama
No faltan empresas en el área. La lista abarca desde compañías de biotecnología de moda, como Moderna Inc. y BioNTech SE, hasta grandes farmacéuticas conocidas como Pfizer Inc. y Johnson & Johnson.
Hay una gran expectativa por lo que la industria podría producir en los próximos años, tanto por los esfuerzos realizados con tecnologías de vacunas ya establecidas como por enfoques más novedosos, como el ARNm.
“La belleza de la tecnología del ARNm es la rapidez, ya que una vez que se tiene la secuencia genética, se puede identificar exactamente lo que se necesita poner en el código de la vacuna y se dan instrucciones al objetivo al que el sistema inmunitario puede responder”, dijo John Bowler, gestor del Schroder Global Healthcare Fund, “Realmente cambia toda la dinámica de las enfermedades infecciosas”.
La Promesa
La tecnología de ARN mensajero utilizada en las vacunas de Moderna y Pfizer-BioNTech tiene el potencial de impulsar más ganancias en una franja más amplia de empresas y hacer avanzar la investigación más allá del Covid-19. Algunos usos potenciales: vacunas contra el Zika, contra múltiples virus respiratorios, melanoma, VIH, Epstein-Barr y malaria. También existe la esperanza de conseguir una vacuna más eficaz contra la gripe, ya que las actuales suelen reducir el riesgo de enfermedad sólo entre 40% y 60%.
“El truco ahora es que tenemos muchas formas de fabricar vacunas y las empresas están probando un montón de ellas”, dijo Marshall Gordon, analista de investigación que cubre la atención sanitaria en ClearBridge Investments.
Además, se están preparando nuevas vacunas contra el Covid-19, junto con refuerzos para las variantes y tratamientos terapéuticos para los enfermos de Covid-19, y quizás la administración oral y nasal de las vacunas. Sanofi, Pfizer/BioNTech y Moderna son algunas de las empresas que están probando vacunas antigripales de ARNm; Moderna también está desarrollando una vacuna de refuerzo dos en uno para proteger contra la gripe y el Covid-19. Mientras tanto, las empresas líderes en el sector de las vacunas, como Moderna, muy valorada, disponen de mucho dinero en efectivo para financiar posibles fusiones y adquisiciones.
Aunque las empresas con vacunas ya autorizadas para uso de emergencia tienen una gran ventaja, a medida que pasa el tiempo y más candidatos a vacunas y tratamientos avanzan en el proceso de pruebas y aprobación, las empresas que ahora no están en boca de todos podrían convertirse en actores más importantes.
Sanofi está trabajando en una vacuna contra el Covid-19 de ARNm con Translate Bio y en una vacuna contra el Covid-19 que utiliza una tecnología diferente con GlaxoSmithKline Plc. Merck, con Ridgeback Therapeutics, está trabajando en una terapia farmacológica antiviral para los enfermos de Covid-19 que impediría que el coronavirus se replicara en el cuerpo.
Los Obstáculos
India y Sudáfrica han pedido a los miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que negocien una exención de las protecciones de propiedad intelectual para los fabricantes de medicamentos con el fin de ayudar a paliar la escasez en los países pobres. Esto tendría un gran impacto en la rentabilidad de las empresas de vacunas. Estados Unidos ha apoyado la idea de una exención. A finales de julio, la OMC dijo que las conversaciones “avanzan lentamente”.
También hay problemas relacionados a la sostenibilidad de los ingresos relacionados con el Covid-19 para las empresas de vacunas. Hasta ahora, las limitaciones han estado más relacionadas con la oferta, pero la demanda podría disminuir o cambiar: Los países podrían reducir las compras de ciertas vacunas y aumentar las de otras, y los estudios de eficacia podrían cambiar el cálculo sobre cual vacuna es más atractiva.
Los ensayos clínicos de ciertas vacunas pueden resultar decepcionantes, como lo demuestra la pérdida de casi US$9.600 millones de valor de mercado en un solo día de junio, cuando un amplio estudio de una vacuna CureVac NV mostró una eficacia inferior a la de las vacunas rivales.
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Los grandes actores de la industria farmacéutica
Es posible que los inversores ya estén más expuestos a la industria de las vacunas de lo que creen, aunque de forma diluida. En Estados Unidos, Moderna se incorporó al índice S&P 500 en julio, y Johnson & Johnson y Pfizer se encuentran entre las 25 principales acciones del índice. Esto significa que están incluídas en muchos fondos indexados, fondos de inversión cotizados (ETF por sus siglas en inglés) e inversiones de pensiones.
Otros grandes nombres farmacéuticos diversificados en el mundo son AstraZeneca Plc, Sanofi y GlaxoSmithKline.
Las empresas tienen varios niveles de riesgo relacionados con el mercado de Covid-19. Mientras que Moderna espera que su vacuna genere US$20.000 millones en ventas en 2021, J&J anunció en abril que las ventas de su vacuna contra el Covid-19 en el primer trimestre de 2021 ascendieron a US$100 millones de un total de más de US$22.000 millones en ventas.
Los Pure Plays (Empresas dedicadas a un solo producto o actividad)
Ninguna empresa ha crecido tan rápido ni de forma tan espectacular desde el inicio de la pandemia como Moderna, que se fundó en 2010 en Cambridge (Massachusetts) y fue pionera en la investigación del uso del ARNm para tratar enfermedades. La empresa salió a bolsa en 2018 a US$28 por acción. Ahora cotiza a más de US$450 por acción, tras una subida de más del 1.450% desde principios de marzo de 2020.
Es básicamente la definición de una empresa en el lugar correcto en el momento indicado. Todo su negocio gira en torno a la tecnología de ARNm y cerca del 94% de sus ingresos, de US$6.300 millones en los seis meses que terminaron el 30 de junio, proceden de las ventas de dosis de Covid-19.
La alemana BioNTech, fundada en 2008 con el objetivo de utilizar la tecnología del ARNm para desarrollar vacunas personalizadas contra el cáncer, las cuales aprovecharían el sistema inmunitario de los enfermos para atacar las células cancerosas, es igualmente conocida. La empresa se centra ahora en Covid-19; BioNTech se une a Moderna en la obtención de grandes ingresos con su vacuna basada en el ARNm, aunque comparte los beneficios con Pfizer.
Moderna y BioNTech son los nombres que todo el mundo conoce, pero otros jugadores centrados en la biotecnología son Novavax Inc, Dynavax Technologies Corp, CureVac y Vir Biotechnology Inc, que está desarrollando tratamientos con anticuerpos para el coronavirus.
El ecosistema en general
Luego están las empresas a lo largo de toda la cadena de suministro, desde los fabricantes de los ingredientes de las vacunas hasta las empresas de diagnóstico y pruebas, pasando por los fabricantes de tapones de goma, jeringuillas o productos de vidrio especiales, como West Pharmaceutical Services Inc, Becton Dickinson and Co. y la alemana Gerresheimer AG.
Entre las empresas menos obvias de la cadena de suministro de vacunas se encuentran compañías estadounidenses como Catalent Inc, especializada en tecnologías de suministro de medicamentos y productos biológicos, y Corning Inc, que fabrica viales.
En Alemania está Evonik Industries AG, que suministra los lípidos necesarios para la vacuna de Pfizer/BioNTech. La empresa farmacéutica española Rovi SA embotella la vacuna Covid-19 de Moderna y Lonza Group AG, con sede en Suiza, produce algunos de los ingredientes que Rovi embotella para Moderna.
Los ETF
Con tantas incógnitas, los inversores pueden querer buscar ETFs con inversiones en la industria de las vacunas para repartir sus apuestas.
El analista de ETFs de Bloomberg Intelligence, Eric Balchunas, cree que el ETFMG Treatments Testing and Advancements ETF (con el ticker GERM) tiene sentido para aquellos que quieran una mayor exposición al ecosistema de las vacunas. GERM tiene alrededor de un 20% en Moderna y BioNTech, y también tiene muchas empresas más pequeñas.
“Estás obteniendo una exposición casi completamente original y hay algunas empresas muy pequeñas aquí que podrían ser futuras Modernas con la próxima gran cosa”, dijo Balchunas. “Eso le da a GERM una gran cantidad de potencial de suba tras fusiones y adquisiciones”.
El ETF Pacer BioThreat Strategy (VIRS) adopta un enfoque diferente. Mientras que las tres principales participaciones son Danaher Corp, NVIDIA Corp y Thermo Fisher Scientific Inc, el ETF también incluye empresas como Netflix Inc, Lowe’s Companies Inc, Home Depot Inc y Walmart Inc. Danaher y Thermo Fisher participan en las pruebas de diagnóstico de Covid-19, y la tecnología informática de NVIDIA ayudó en la investigación de Covid-19. Otro ETF, el iShares Biotechnology ETF (IBB) tiene a Moderna como su principal participación, con un 11,1% y a BioNTech con un 4,4%.
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Estrategias de Inversiones
- Tenga paciencia. La vara de las vacunas está muy alta, dijo Gordon, de ClearBridge. “Incluso con el Covid, una emergencia nacional, hubo que hacer ensayos con 40.000 pacientes porque hay que averiguar si se darán esos raros acontecimientos [negativos para la salud]”, dijo. ¿El reto desde el punto de vista de la inversión? “Veo a muchos generalistas y mucho optimismo sobre la rapidez y la grandeza de las cosas, como el ARNm, y la gente da por sentado que muchas de estas empresas se lanzan a la carrera y sacan vacunas”, dijo Gordon. “Normalmente, estas cosas tardan siete años, con todos los ensayos clínicos, en llegar al mercado”.
- Invierta en empresas con recursos muy importantes que ya hayan aprobado una vacuna a partir de su propia plataforma o de una plataforma similar en otro lugar, dijo Gordon. “Los ensayos son muy grandes, e incluso las empresas con buena tecnología, como BioNTech, tuvieron que trabajar con Pfizer porque ésta tenía la organización necesaria para poder globalizarse y establecer suficientes centros de fabricación y hacerlo todo para un ensayo enorme. Pfizer gastó cientos de millones -si no 1.000 millones- para realizar esos ensayos”.
- Equilibrar el riesgo biotecnológico con las empresas que proporcionan “picos a los mineros”. Todavía hay oportunidades en las empresas de la cadena de suministro, dijo Bowler, de Schroders. “En el nivel más simple, hay empresas en el envasado, en los viales, en los tapones, y no importa cuál sea la vacuna dominante”, dijo. “Todas tienen que ir a un pequeño grupo selecto de empresas, y la demanda de la biotecnología es mucho mayor que la de las vacunas”. Bowler utiliza esas empresas para equilibrar el riesgo de poseer empresas biotecnológicas más volátiles en su cartera.
