Bloomberg — Los bonos soberanos y las acciones de empresas de Argentina subían el lunes después de que la oposición obtuviera un mejor resultado de lo esperado en las Primarias Abierta Simultáneas y Obligatorias (PASO) de cara a las elecciones legislativas en noviembre, indicando una mayor posibilidad de que el gobierno pierda mayorías en el Congreso.
Los precios de los bonos denominados en dólares más negociados por el gobierno subieron casi un 4% al nivel más alto desde enero, mientras que el costo de asegurar deuda contra el incumplimiento cayó a un mínimo de tres semanas. El fondo cotizado en bolsa Global X MSCI Argentina sumó hasta un 2,2%.
Los inversores festejaron que los resultados, escrutados casi al 100%, demuestran que la coalición opositora Juntos por el Cambio ganó en la mayoría de los distritos del país en la votación primaria del domingo, incluyendo una inesperada victoria en la provincia de Buenos Aires, que representa más de un tercio del electorado.
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Con casi todos los votos escrutados luego de las elecciones del domingo, la coalición opositora Juntos por el Cambio lideraba en la mayoría de los distritos del país, incluida una inesperada victoria en la provincia de Buenos Aires, que representa más de un tercio del electorado. Si bien las primarias están destinadas a elegir a los candidatos para las elecciones legislativas del 14 de noviembre, el evento actúa como una importante encuesta nacional y como escenario de lo que sucederá dentro de dos meses, e incluso quién tiene el impulso para las próximas elecciones presidenciales.
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La mira en 2023
“La oposición obtuvo una victoria contundente, que aleja al Gobierno de lograr mayorías en ambas cámaras y que encamina a la oposición en línea para recuperar al Gobierno en 2023″, dijo Marcos Buscaglia, fundador de la consultora Alberdi Partners, con sede en Buenos Aires. Dado que es probable que el Gobierno acelere el gasto fiscal y, por lo tanto, la impresión de dinero de aquí a las elecciones de noviembre, esperamos que los bonos en moneda extranjera y los mercados de valores repunten, pero somos menos optimistas sobre el peso y los activos denominados en pesos, añadió.
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Los inversores extranjeros se venían sintiendo frustrados por la administración del presidente Alberto Fernández. Mientras el gobierno llevó a cabo una una reestructuración de deuda de 65.000 millones de dólares el año pasado, hasta ahora no ha logrado llegar a un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional ni presentar planes a largo plazo para reactivar una economía diezmada por años de mala gestión. Los controles de capital se han endurecido y el gobierno ha intervenido en múltiples industrias para tratar de controlar la inflación.
¿Más intervencionismo?
En el corto plazo, los resultados de las elecciones podrían resultar en una mayor intervención del gobierno federal, ya que este podría aumentar el gasto público en un intento por recuperar a los votantes.
“Habrá que endurecer aún más los controles de capital, porque si algo es seguro, el gobierno aumentará el gasto social que será financiado por el Tesoro”, dijo Carolina Schuartzman, directora de ventas y negociación de la corredora local Columbus Zuma en Buenos Aires. Aires. “El banco central intentará contener el tipo de cambio paralelo, pero su poder de fuego será limitado con reservas líquidas bajas”.
El tipo de cambio oficial de Argentina, controlado por la paridad móvil del gobierno, se modificó poco a unos 98 pesos por dólar. Pero la semana pasada, los inversores minoristas invadieron las casas de cambio ilegales que les permiten eludir los controles, y el peso del mercado paralelo llegó a 186,5 por dólar, su nivel más débil este año.
En la votación del domingo, el bloque gobernante perdió batallas en el Congreso en distritos típicamente favorables al peronismo, como La Pampa, Chubut, Chaco, Tierra del Fuego e incluso Santa Cruz, la provincia de origen de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las elecciones intermedias de noviembre decidirán la mitad de los escaños de la cámara baja y un tercio del senado.
En un discurso el domingo por la noche, Alberto Fernández reconoció la derrota y prometió trabajar para recuperar la confianza de los votantes.
“Evidentemente algo no habremos hecho bien para que la gente no nos acompañe como esperábamos que nos acompañe”, dijo Fernández en la sede de la campaña en Buenos Aires. “La campaña recién empieza y en noviembre tenemos que ganar porque tenemos un compromiso para no volver atrás”, concluyó.
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