En México predomina el ahorro informal, pero los mexicanos sí guardan el dinero

Sólo el 0,8% de las personas que ahorran lo hacen para su retiro o vejez.

Del total de las personas que ahorran de manera formal, sólo el 1,2% de la población tiene un fondo de inversión y el 2,4% realiza depósitos a plazos fijos
10 de septiembre, 2021 | 05:05 AM

Ciudad de México — Los mexicanos sí ahorran, pero prefieren realizarlo a través de medios informales que conllevan un mayor riesgo. La falta de formalidad en ésta práctica viene del miedo a las propias instituciones bancarias.

“De alguna forma los mexicanos sí tienen algún tipo de ahorro que, al final, estamos hablando que se guarda dinero para fiestas o reuniones”, mencionó el director de comunicación y relaciones públicas de Banco Ve Por Más.

Las cifras aún no son alentadoras. En el país existen alrededor de 57.6 millones de personas económicamente activas, de ellos cerca del 47% de los mexicanos tiene una cuenta de ahorro, de acuerdo con la última encuesta de Inclusión Financiera (ENIF) 2018 publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi).

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Se estima que sólo el 20% de la población de entre 18 y 29 años ahorra; del rango de entre 30 a 39 años guardan el 23% y entre los 40 a 49 años el 21%.

Uno de los mitos entre los ahorradores es que sólo la población que tienen un ingreso igual o mayor a MXN$15.000 tienen el hábito del ahorro; no obstante, los datos dicen otra cosa. La encuesta señaló que, del porcentaje de personas con ingreso mensual menor a un salario mínimo, el 67% lo ahorra en medios informales o formales.

“El ahorro no depende del ingreso. Está comprobado que en muchas partes del mundo, las comunidades con menores ingresos son las que más ahorran porque no tienen el respaldo del crédito, no están calificadas para ser sujetos de crédito”, dijo a Bloomberg Línea el director de la Escuela de la Bolsa Mexicana de Valores, Gerardo Aparicio.

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Detalló que al presentar una eventualidad, es pagado desde el ahorro que esas personas hayan generado “por muy marginal que esto sea”.

El 29% de las personas que ganan entre uno y cuatro salarios mínimos en el país, prefiere ahorrar su dinero; mientras que el 31% de la población que recibe más de cuatro salarios mínimos también espera al consumo futuro, de acuerdo con cifras del Inegi.

Desde las latas de galletas, debajo del colchón o en las llamadas tandas, son algunos métodos utilizados para el ahorro informal, pero su nivel de riesgo es alto. Más allá de no recibir retornos o de perder valor derivado de la inflación, se puede perder en su totalidad.

“Otros prestan el dinero, sin duda es algo redituable para aquel que presta el dinero, pero tiene grandes márgenes de riesgo hacer esta actividad”.

Pero los niveles de ahorro son bajos. Ya que se decide gastar en entretenimiento, ropa u otras actividades.

“La baja tasa depende de muchos factores como el ingreso mensual. Por ejemplo, quizá para subsistir le lleva el 90% de su ingreso, el resto se utiliza en entretenimiento”, dijo el director general de Aurea Capital Markets, Eduardo Abarca.

En el país la gente no gana mucho, pero se endeuda en mayor proporción. Abarca dijo que dentro de las finanzas personales, el 30% del ingreso debe ser destinado a la vivienda, otro 30% en sustento y comida; por lo que debería quedar un 40% libre.

Pero ¿para qué se utilizarán esos recursos ahorrados de manera informal? La ENIF 2018, detalló que el 39,4% lo utilizará para gastos de comida, personales o servicios; el 24,9% atenderá emergencias o imprevistos y sólo el 0,8% lo destinará para la vejez o el retiro.

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Sin acceso a la banca

El principal freno para el ahorro en servicios formales es la falta de acceso a instrumentos financieros. De acuerdo con Guillermo Flores, director regional de promoción de Finamex Casa de Bolsa, cerca del 56% de la población adulta no tiene acceso a este tipo de servicios, sólo el 35% de las personas adultas ahorran a través de una institución financiera.

“Hay más personas ahorrando en las tandas de la cuadra, en la lata de galletas o debajo del colchón que en las instituciones financieras”.

Uno factor que influye en la falta de acceso a los servicios financieros es la desidia a realizar trámites que pueden ser engorrosos, el miedo al pago de impuestos, la falta de conocimiento en la tecnología como tema generacional y el miedo al riesgo por estar en una institución bancaria.

“La única manera de disminuir el riesgo es esforzarme un poco más, si estoy muy cómodo en un ahorro como la tanda es porque los niveles de riesgo son altos. Si no estoy tan cómodo porque tuve que llenar un formato, abrir una cuenta, enterar a Hacienda de mis movimientos incomoda, pero está protegiendo demás”

explicó el director de la escuela de la BMV.

De las personas con acceso a una cuenta bancaria, se observó un cambio en la durante el último año. El último reporte de la Asociación de Bancos Mexicana mostró un incremento en el ahorro a través de la banca ante la incertidumbre del panorama económico.

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“El destino de ahorro fue la banca y eso nos enorgullece mucho porque el hecho de que los mexicanos hayan escogido al sector bancario para ahorrar en esta época de crisis, creo que habla de dos grandes elementos que nos satisface mucho verlo y comentarlo”, dijo el presidente de la AMB en conferencia de prensa por motivo de la presentación de sus resultados al segundo trimestre del año.

Ver más: Por qué los mexicanos invierten poco en los mercados financieros

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La ENIF 2018, señala que de las personas con acceso a una cuenta de ahorro, sólo el 1,2% de la población tiene un fondo de inversión y el 2,4% realiza depósitos a plazos fijos.

Un cambio que influyó en el rumbo de la tendencia del ahorro fue el trabajo en casa ya que se eliminaron los gastos hormiga que se presentaban como el café, cigarros y comida, refirió Ruiz.

Entre los principales servicios de ahorro que proporcionan las instituciones bancarias se pueden encontrar: cuentas de ahorro, depósitos a plazos; también ofrecen opción de invertir en instrumentos gubernamentales como los Certificados de la Tesorería de la Federación (Cetes) a corto plazo y resultan una mejor opción y menor riesgo al otorgar un retorno comparado con una tanda.