Caracas — Tras casi año y medio sin clases, todo indica que las cosas sí serán diferentes en el año académico que está por comenzar en Venezuela.
El pasado domingo, el presidente Nicolás Maduro, confirmó el retorno a las aulas bajo un esquema de cuarentena que ha denominado 7+7. Es decir, habrá clases presenciales, en todos los niveles y con todas las medidas de bioseguridad, durante una semana, y durante la siguiente no, y así sucesivamente. Esto -dijo- a fin de ir integrando poco a poco a los estudiantes y docentes a las aulas.
“El 16 de septiembre arranca el nuevo año escolar con la formación de docentes, padres y representantes, para crear las condiciones rumbo hacia el inicio de clases presenciales”, agregó el Mandatario venezolano, este martes, en el marco de una actividad oficial. El inicio de clases, como tal, se mantiene para octubre.
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Lila Vega, quien es pediatra y miembro de la Red de Madres, Padres y Representantes considera necesario el retorno a las aulas, sobre todo para el grupo de los 6 a 10 años. “La propuesta nuestra es que tiene que ser flexible, voluntario y seguro, y añadriríamos urgente”, dijo Vega, en conversación con Bloomberg Línea.
Hay escuelas que -asegura- están preparadas para abrir, pero hay otras que no. Por ejemplo, según datos que maneja, la mitad de las escuelas de Venezuela están en zonas rurales, en las que el Covid-19 no estaría haciendo estragos. “Esas pueden y deben abruir, aún cuando estén deterioradas”, dijo.
“La escuela que no se sienta preparada, no abre hasta que se sienta más preparada, que sienta que tiene dominado el tema (...) Fue un absurdo mandar a cerrar las escuelas por igual, la apertura tiene que ser flexible”, remarcó.
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Por otra parte, Vega insistió en que, por ejemplo, tampoco se puede obligar a un maestro, con alguna enfermedad crónica, independientemente de que esté vacunado o no, a ir a dar clases, y tampoco a todas las familias a enviar a sus hijos, para los que considera tiene que haber un “plan B”. “No puedes obligar a la gente a volver porque no hay confianza”, aseguró.
Además, dijo que cada escuela, por su parte, tendrá que adaptarse de acuerdo con sus recursos. Así, las que por infraestructura no puedan separar a todos sus alumnos, en simultáneo, con distancia física de 1 metro, deberán tomar otras medidas. Garantizar la seguridad, sin embargo, a juicio de Vega “no es tan difícil” y son aspectos logísticos que considera “se pueden hacer sin muchos recursos”.
“El tema del agua a todas las escuelas les preocupa pero todos estamos entrenados, sabemos cómo tener un acopio de agua”, agregó. Según datos recientes del Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), solo 24,9% de sus encuestados cuenta siempre con suministro de agua. Las escuelas, por supuesto, no escapan de esta situación.
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“Si tienes estas tres medidas y entrenas a la escuela a hacer identificación de casos y contactos (...) y los mandan a cuarentena y aislamiento, son medidas que en otros países del mundo han funcionado, han logrado que la incidencia en la escuela sea menor que en la comunidad”, dijo.
Las escuelas, aseguró Vega, son “más seguras” que otros establecimientos que ya están abriendo sus puertas al público, con medidas, como los cines.
La realidad de los maestros
Para la secretaria de reclamos del Sindicato Venezolano de Maestros (Sivema) y presidenta de la fundación Formación de Dirigentes Sindicales (Fordisi), Gricelda Sánchez, el anuncio del regreso a clases presenciales es “otra locura más de Nicolás Maduro”.
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“A nosotros nos da muchísima tristeza ver cómo se toma la educación como algo a la ligera, cómo se juega con la vida de la gente, de los maestros, estudiantes, personal administrativo, obreros y comunidad en general”, dijo en conversación con Bloomberg Línea.
Según datos que maneja, en Venezuela no se habría vacunado, con sus dos dosis, ni a la mitad de los docentes. Según datos del sector médico académico venezolano, divulgados la semana pasada, solo 3,3 millones de venezolanos -poco más del 11% de la población del país- han sido completamente vacunados contra el Covid-19. Más recientemente, el presidente Nicolás Maduro se había trazado la meta de tener a 70% de la población vacunada para octubre.
“Vamos a organizarnos porque por supuesto no tenemos condiciones para regresar a las aulas el 4 de octubre”, insistió Sánchez, quien además consideró que el método de 7+7 no permitirá que el proceso de enseñanza y aprendizaje se consolide.
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Y, ¿cuánto gana un maestro?
Según detalló Sánchez a Bloomberg Línea, dependiendo del nivel del escalafón en el que estén, pueden ganar entre 10 y 45 dólares.
“No es representativo lo que hoy devenga un docente y es imposible que el mismo pueda regresar (a las aulas) con ese salario de hambre que seguimos teniendo y que además no va a permitir que podamos salir adelante”, dijo la educadora.
Y algunos ni eso reciben. Según denunció Sánchez, habría alrededor de 1.000 educadores, de distintos estados del país, a los que el Ministerio de Educación habría suspendido sus ingresos en el marco de la pandemia.
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“Y en las escuelas donde hay suspensión de salarios de educadores, han sido también excluidos de la jornada de vacunación”, acotó Sánchez, mientras enumeraba casos en Miranda, Amazonas, Anzoátegui, Portuguesa y otros estados del país, y aseguraba que habían hecho los reclamos pertinentes ante el ministerio, y que la situación se mantenía.
“A nosotros nos ha tocado reinventarnos, muchos trabajando desde sus casas, dando asesorias, actividades a distancia, algunos con actividades presenciales con pocos alumnos para poderse ayudar, porque la crisis que se vive en Venezuela no es nada fácil”, aseguró.
