Bloomberg — Israel, que alguna vez fue uno de los líderes en la carrera mundial para superar el Covid-19, es ahora uno de los focos de pandemia más grandes del mundo.
El país, que alguna vez que estimó sería el primero en vacunar a toda su población, tuvo el mayor número de casos per cápita en la semana hasta el 4 de septiembre, según las cifras compiladas por la Universidad Johns Hopkins. Entre tanto, su tasa de inoculación ha caído en la tabla.
La nación de 9 millones se convirtió en el caso de prueba para la reapertura de la sociedad y la economía en abril, cuando gran parte de Europa y EE.UU. todavía se encontraban en algún tipo de confinamiento. Sin embargo, Israel muestra ahora cómo el cálculo está cambiando en los lugares donde el progreso fue más rápido. Ya no se trata sólo de si las personas contraen el coronavirus, sino también de la gravedad del contagio y de garantizar que las vacunas sigan funcionando, ya que delta, una variante del Covid-19 más infecciosa, amenaza con socavar la inmunidad..
Más reciente, el país ha marcado el camino en lo que respecta a la vacunación de los niños y el lanzamiento de una dosis de refuerzo de la vacuna de Pfizer-BioNTech después de que la investigación sugiriera una disminución de la eficacia con el paso del tiempo. Alrededor de 100.000 israelíes se vacunan cada día, la mayoría de ellos con una tercera inyección.
“Si eres capaz mantener la vida sin encierros y evitar un gran número de hospitalizaciones y muertes, entonces así es como se ve la vida con Covid-19”, dijo Eyal Leshem, profesor especializado en enfermedades infecciosas en el Centro Médico Sheba en Tel. Ha-Shomer.
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Desde abril, Israel ha pasado del primer puesto al 33 en el rastreador de vacunas de Bloomberg de poblaciones consideradas completamente vacunadas. El programa se estancó en medio de las dudas de algunas comunidades judías ortodoxas y árabes. Alrededor del 61% de los israelíes han recibido dos dosis, una cifra inferior a la de los países europeos que estaban más rezagados a principios de año, como Francia y España.
Tras la propagación de la variante Delta durante el verano, Israel ha visto como los casos aumentan hasta alcanzar un máximo histórico de 11.316 casos diarios el 2 de septiembre. Sin embargo, el número de personas que se enferman gravemente y son hospitalizadas ha aumentado menos que durante la última ola, alcanzando un máximo de 751 a fines de agosto, en comparación con 1.183 a mediados de enero. La tendencia ahora es a la baja.
Las infecciones se dispararon debido a la prevalencia de casos entre los no vacunados, especialmente los niños. También se produjeron infecciones en quienes han sido vacunados, y la disminución de la eficacia de las vacunas.
Dicho esto, las personas no vacunadas presentan más de 10 veces el número de casos graves que las que han recibido dos dosis, lo que demuestra que, incluso con la disminución de la inmunidad, las vacunas brindan protección.
Para los funcionarios de salud pública y los políticos, el último capítulo de la pandemia consiste en concentrarse en garantizar que las personas mayores con mayor riesgo sigan estando protegidas mientras aumentan los casos entre los niños. La importancia de esta campaña se ve reforzada por el regreso de millones de niños a las escuelas la semana pasada, y el Año Nuevo judío esta semana.
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Los epidemiólogos afirman que los casos entre los mayores de 30 años ya están disminuyendo gracias a los refuerzos y a las restricciones en bares y restaurantes para los que están completamente vacunados. La tasa más alta de nuevos casos en las últimas semanas se da entre los niños menores de 12 años, según Ran Balicer, presidente del grupo de expertos asesores del gobierno. También hay un nivel récord de pruebas.
“La disminución de la inmunidad es un desafío real para el que todos los países deben preparar un plan de contingencia”, dijo Balicer, quien también es director de innovación de la organización israelí de mantenimiento de la salud Clalit. Los datos que lleguen de Israel en las próximas semanas permitirán al mundo evaluar la eficacia del programa de vacunas de refuerzo, dijo.
Hasta el 6 de septiembre, al menos 2,6 millones de personas en Israel (alrededor del 28% de la población) habían recibido la vacuna de refuerzo de Pfizer-BioNTech, según el Ministerio de Sanidad israelí. Esta cifra se eleva al menos al 64% en el caso de las personas de más de 60 años. Cabe resaltar que la vacuna de refuerzo también está disponible para cualquier persona mayor de 12 años que haya sido vacunada hace al menos cinco meses.
El comodín es el regreso de las escuelas. Eso podría cambiar la dinámica de transmisión y exponer a todos los grupos de edad a la infección debido a que los niños llegan a casa con Covid-19, dijo Balicer.
El mapa de calor de la Organización Mundial de la Salud sitúa a Israel entre los cinco primeros países de la región europea. Los datos en tiempo real muestran que las áreas con las tasas de infección más altas en los últimos siete días se encuentran en Escocia, donde el 68% de la población está totalmente vacunada. Los casos aumentaron tras el levantamiento de las restricciones y la vuelta a las escuelas luego de las vacaciones de verano a mediados de agosto.
“Si miramos hacia atrás hace un año, prácticamente no teníamos más protección que un cierre total”, dijo Leshem. “Ahora, tenemos un sistema educativo abierto, comercio totalmente abierto y, a pesar los más de de 50.000 casos por semana, no estamos viendo aumentos en el número de casos graves y hospitalizaciones”.
Con la asistencia de Drew Armstrong y Jinshan Hong.
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