Bogotá — Los arroceros colombianos afrontan un momento crítico por cuenta de los derrumbes en la vía para sacar el producto desde el departamento del Casanare, donde se produce el 52 % de ese cereal en Colombia, a lo que se suman los bajos precios y altos inventarios con molinos a tope.
La situación más crítica se vive en Casanare ante el precario estado de la vía Aguazul-Sogamoso, que ha servido para evacuar todos los productos agropecuarios y que colapsó ante las fuertes lluvias.
Según los arroceros, tomar la vía a la ciudad de Villavicencio (Meta), que está en obra, incrementaría en 14 horas el trayecto, a lo que se suma el riesgo de afrontar demoras adicionales ante los continuos cierres de la carretera a Bogotá.
Datos del Ministerio de Agricultura indican que, al 30 de junio de 2021, el inventario de arroz sumaba 562.459 toneladas, equivalentes a 66 días de consumo, mientras que el año pasado eran 253.507 toneladas.
El gerente general de la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz), Rafael Hernández Lozano, afirmó a Bloomberg Línea que “esta es la peor crisis que se ha vivido en muchos años” en el sector ante “la suma de factores negativos” y que el mayor problema es que no se puede evacuar el arroz mientras no haya paso en la vía.
Muestra de la actual crisis es que los arroceros están vendiendo la carga de 125 kilos a precios del 2004, según indicó Hernández Lozano. Mientras el año pasado esta costaba unos $147.000, hoy se comercializa en $118.000 en el Tolima, $110.000 en el Meta y $108.000 en Casanare.
Y la situación tiene agravantes pues en La Mojana, Sucre, entre 8.000 y 10.000 hectáreas se están perdiendo por el desbordamiento del río Cauca, lo que Lozano denominó como una “catástrofe” para las finanzas de los arroceros locales.
Todo se ha juntado y ha incidido de una forma negativa en el precio.
Gerente general de Fedearroz, Rafael Hernández Lozano
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El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Enrique Bedoya, dijo a Bloomberg Línea que lamentablemente “no se siguieron las recomendaciones de Fedearroz y del mismo Gobierno sobre no sembrar más allá de lo que el país necesita”.
De hecho, el Plan de Ordenamiento para la Producción de Arroz establecía la importancia de no sembrar más de 530.000 hectáreas del cereal, pero se sembraron más de 595.000 hectáreas.
“Eso obviamente derivó en una sobreoferta que es parte del problema”, por lo que consideró importante ordenar la producción en función de las hectáreas que necesita el país, pues si bien “el Gobierno también está explorando el tema de exportaciones”, eso no ocurrirá “de la noche a la mañana”.
Sobre el derrumbe de la vía, comentó que “llega en un momento muy malo porque coincide con la salida de la cosecha y una gran cantidad de inventarios en el país. Ya no hay sitio donde almacenar”.
También la oferta de camiones no es la suficiente porque obviamente los transportadores, ni más faltaba, eso se entiende, no tienen carga para bajar al Casanare y además la incertidumbre y el cierre de la vía multiplica los costos de transporte, el tiempo. Esto es la tormenta perfecta.
Presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya
Bedoya afirmó que “el arroz está tan barato que ni siquiera da para traer producto importado de otros países”, lo que es reflejo de que “hay una sobreoferta” y la “única manera de resolverla” es que se incremente el consumo.
Según cifras oficiales, entre enero y mayo de este año se importaron 7.537 toneladas de arroz, una caída del 95 % frente al mismo período de 2020 cuando se recibieron 149.220 toneladas del cereal.
El comportamiento del sector
Según cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), en el primer semestre del año se registró una producción nacional de 1.208.599 toneladas de arroz mecanizado, un aumento del 3,7 % con respecto a lo producido entre enero y junio de 2020 (1.165.193).
Estima además que el área perdida en los seis primeros meses de 2021 fue 1.097 hectáreas, de las que 1.023,2 se perdieron por inundaciones, 11,0 por sequía, y 62,8 por otras razones que incluyen plagas, falta de maquinaria para cosechar, entre otras, de acuerdo al Dane.
En este período, Huila presentó una variación del 15,2 % en el total de toneladas producidas de arroz mecanizado frente al mismo periodo del año anterior, en tanto que el Meta registró una variación del -13,2 %.
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Visión de la industria
El gerente general de Arrocera La Esmeralda - Arroz Blanquita, José Manuel Suso, dijo a Bloomberg Línea que este ha sido un año “totalmente atípico” para la categoría de arroz ante una evidente sobreoferta y altos inventarios que, sumado a un bajo consumo generado por la pandemia y por los paros, han provocado que “las salidas de este cereal no sean tan regulares”.
“Eso ha afectado mucho a los molinos porque precisamente estamos en época de cosecha en este momento, ya la mayoría de los molinos se están empezando a llenar, sus capacidades están llegando al tope, al límite, y el inconveniente es que adicional a todo este tema las congestiones en los Llanos Orientales hacen que sea mucho más compleja la labor del agricultor para sacar su arroz del campo”, dijo el directivo de esta empresa basada en el Valle del Cauca.
José Manuel Suso detalló que como consecuencia de este panorama hay unas largas filas de espera para el recibo de producto afuera de los molinos, lo que podría provocar la pérdida del arroz en los camiones por el clima y la humedad. Además, lamenta que se pueda producir una pérdida importante de arroz en los cultivos porque no hay abasto en temas de transporte y camiones para sacar el cereal.
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“Estamos trabajando la posibilidad de exportar arroz, si bien no es un tema que se pueda dar de un momento a otro, porque requiere mucha reglamentación, muchas regulaciones, muchas certificaciones internacionales, es algo con lo cual se ha venido trabajando también y se ha adelantado mucho el tema, esperamos ya sea finalizando este año o empezando 2022 poder lograr esas negociaciones de comercio exterior con países de Norteamérica, Centroamérica e incluso de Europa para empezar a exportar el grano”, apuntó.
Ayudas para los arroceros y posibles soluciones
En agosto, el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea Navarro, anunció un incentivo al almacenamiento de arroz hasta por $50.000 millones para el segundo semestre de este año.
Con ello, “se busca almacenar los excedentes de producción y no permitir que disminuyan los ingresos de los arroceros colombianos y se vean afectados por la caída en los precios”, según informó el despacho en ese momento.
Al respecto, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) comentó que para solucionar la situación es clave que las siembras estén acordes con lo que necesita el país y “redoblar” los esfuerzos para que la vía del Casanare vuelva a operación “con más maquinaria” y “más gente”, pero “con todo el cuidado porque la gente que está limpiando los escombros arriesga su vida”.
Y tercero, “que el Gobierno pueda pensar en mecanismos como los que se dieron en 2019 cuando se pensaba en la posibilidad de no cobrar peajes a camiones vacíos que van a cargar y de pronto tal vez un apoyo al tema de los fletes, que también se han incrementado por la misma razón que no hay suficiente transporte para el volumen de toneladas que hay”.
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