Ciudad de México — Cada vez que Petróleos Mexicanos (Pemex) aumenta sus importaciones de combustible, pierde menos dinero, según la calificadora de riesgo crediticio Moody’s.
Durante 2018, antes de la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, la petrolera estatal vendió 70% de combustibles importados que significó una ganancia bruta de 1% y una pérdida operativa 6%, el nivel más moderado desde 2010.
En 2020, bajo el nuevo gobierno, las ventas de combustible importado por Pemex cayeron a 60%, lo que representó una pérdida bruta de 26%, operativa de 37%, su peor nivel en una década.
Nymia Almeida, analista de la agencia encargada de evaluar a la petrolera mexicana, dijo que la compañía mexicana no solo está invirtiendo en un negocio sucio, sino poco rentable.
“En la medida en que la empresa importa más, sus pérdidas operativas y brutas disminuyen”, declaró.
La analista de Moody’s también comentó que cuando una empresa pierde menos dinero por importar productos refinados, significa que su propia operación es “muy cara”.
“Pemex está invirtiendo en un negocio no solos sucio, sino poco rentable”, agregó.
Almeida también comparó a Pemex con las petroleras estatales Petrobras en Brasil y Ecopetrol de Colombia y dijo que ninguna de las tres es un ejemplo en el negocio de refinación.
“Las otras dos comparables tampoco ganan grandes cantidades en este negocio, pero sí vemos que Pemex pierde muchísimo más”.
Desde su campaña electoral, el presidente Andrés Manuel López Obrador reducir las compras de combustibles en el extranjero como parte de su política de soberanía energética.
El 1 de septiembre, el político tabasqueño señaló durante su tercer informe de gobierno que la empresa estatal ha invertido US$ 1.687 millones en la modernización de sus seis refinerías durante los últimos tres años.
Para la construcción de la séptima refinería de Pemex en Dos Bocas en Tabasco., la actual administración ha desembolsado US$ 4.571 millones o 52% del presupuesto total.
Enfrentamiento
Durante julio de 2021, Moody’s degradó la calificación crediticia de Pemex a Ba3 desde Ba2 en la escala global, un día antes de que presentara sus resultados del segundo trimestre.
Moody’s justificó su acción ante los altos niveles de vencimiento de deuda que enfrenta Pemex, las pérdidas en el negocio de refinación y un bajo flujo de efectivo.
El CEO de Pemex, Octavio Romero Oropeza, criticó la decisión y la calificó como una “falta de profesionalismo” y un acto “vergonzoso”.
Incluso la petrolera más endeudada del mundo emitió un comunicado en el que manifestó su desacuerdo técnico y metodológico por las contradicciónes de la calificadora, y exigió una respuesta que Moody’s no ha manifestado públicamente.
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