Ciudad México — En menos de un año, el presidente Andrés Manuel López Obrador pretende inaugurar su proyecto más importante, la séptima refinería de Petróleos Mexicanos (Pemex) en Dos Bocas, Tabasco, cuya construcción presenta más de la mitad de avance.
“El avance general de la obra es de 53% hasta el 31 de agosto”, confirmó la Secretaría de Energía (Sener), encargada de la obra, a Bloomberg Línea.
La aclaración fue dada después de que en el contenido del Tercer Informe de Labores de la Sener y de Presidencia de la República se detallara que el avance del proyecto era de 33% al 30 de junio de 2021.
La cifra actualizada, lo que representa un progreso de 29% desde octubre de 2020, cuando la dependencia energética informó que la refinería registraba un avance de 24%.
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Hasta mayo, el desembolso gubernamental para Dos Bocas ascendió a US$4.884 millones entre ingenierías básicas, estudios, mejoramiento de suelos, adquisición de equipo crítico y plantas modulares, además del sistema de almacenamiento e ingeniería de detalle.
López Obrador aseguró en múltiples eventos oficiales que la refinería, cuyo diseño y licitación comenzó en 2019, se inaugurará el 1 de julio de 2022 en su estado natal, Tabasco.
Megaobra sexenal
AMLO planteó la construcción de una refinería en el municipio de Paraíso con el fin de procesar 340.000 barriles diarios de crudo, con un presupuesto inicial de US$8.000 millones y un tiempo de construcción de tres años.
El objetivo es acabar con la importación de gasolina y diésel, como parte de su política de “soberanía energética” que en la práctica se traduce en el fortalecimiento de Pemex, tras la apertura del mercado de combustibles con el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto.
López Obrador encargó el proyecto y la rehabilitación de las seis refinerías de Pemex a la secretaria de Energía, Rocío Nahle.
Pemex informó en 2020 que el costo de la refinería aumentó en 11% o US$ 919 millones. La tiular de Sener justificó el incremento por la adición de una central eléctrica de cogeneración.
El proyecto ha sido criticado por los daños medio ambientales en la zona, los riesgos de inundación -advertidos por Pemex-, y porque promueve el uso de combustibles fósiles mientras el planeta lucha por reducir las emisiones contaminantes que aceleran el calentamiento global.
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