Bloomberg — Molino Cañuelas, una de las mayores empresas alimenticias de Argentina, solicitó la apertura de un concurso preventivo de acreedores después de años de disputas con sus acreedores por una deuda de US$1.400 millones de dólares.
Molca, como se conoce a la empresa en el país, no pudo alcanzar un acuerdo con los prestamistas, obligándola a declararse en quiebra y a buscar la protección de sus activos, dijo en un comunicado por correo electrónico enviado por la agencia de relaciones públicas de la firma.
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La compañía debe US$1.400 millones a deudores en el país y en el extranjero, incluidos ING Groep NV y Rabobank UA, confirmó un portavoz. Molca había buscado una reestructuración fuera de los tribunales, y en un momento el jefe de campo, Aldo Navilli, incluso instaló un campo de golf regional Como colateral.
Molca, que emplea a 3.000 trabajadores en 15 plantas y es un importante exportador regional de harina, ahora está tratando de utilizar el Capítulo 11 de Procedimientos para proteger sus activos, y tiene como objetivo mantener las operaciones funcionando normalmente a medida que se prolonga el proceso legal.
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En el comunicado, atribuyó su situación a años de luchar contra un escenario económico adverso en el país, señalando una devaluación que también provocó la caída de la gigantesca agroexportadora Vicentin SAIC.
El propio proceso de quiebra de Vicentin continúa después de un incumplimiento en diciembre de 2019: la participación mayoritaria de la empresa familiar podría quedar en manos de de un consorcio liderado por Viterra de Glencore Inc. si los acreedores llegan a un acuerdo.
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