Ciudad de México — La Comisión Federal de Electricidad (CFE) enfrenta un problema con el gas natural de importación: contrató capacidad de transporte que supera sus necesidades en más de 35%, pero ya definió un plan para revertirlo y este incluye al mercado asiático, cuenta en entrevista exclusiva para Bloomberg Línea el CEO de la filial CFEnergía, Miguel Reyes Hernández.
Hace tres días, la empresa comercializadora de gas y otros combustibles fósiles convocó al sector privado para conocer su interés en desarrollar un proyecto de licuefacción y almacenamiento de gas natural en Oaxaca, uno de los estados más pobres del país.
CFEnergía, al mismo tiempo, pretende licitar y financiar la construcción de un gasoducto que vaya de Coatzacoalcos, Veracruz hacia el puerto de Salina Cruz para garantizar el abasto del combustible estadounidense, para que una empresa pueda licuarlo en una planta y exportarlo a los mercados de India, Japón y Corea del Sur, además de otros posibles mercados adicionales, explica Reyes.
Hoy la empresa estatal paga por transportar 8.000 millones de pies cúbicos diarios de gas natural desde Estados Unidos, pero solo mueve 4.600 millones para sus centrales eléctricas y gas que vende a otras empresas, dice. “Nos entregaron un pasivo. Necesitamos convertirlo en un activo con una visión empresarial”.
Reyes se refiere a que durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto, la CFE contrató capacidad de 15 y 25 años con empresas constructoras de gasoductos sin las centrales de electricidad correspondientes, y aunque la compañía actualmente está en proceso de licitación de seis centrales de ciclo combinado de gas y vapor, seguiría con exceso de capacidad.
El directivo comenta que incluso colocando el excedente de gas en la industria nacional, aliviando la demanda contenida como la que hay en la Península de Yucatán, no es suficiente.
“Requerimos de estrategias adicionales para que esa oferta se pueda utilizar en el país de manera completa”, expresa.
Alianza con el sector privado
La manifestación de interés propone la construcción de una planta con una capacidad para licuar de 430 millones de pies cúbicos diarios o 3 millones de toneladas anuales, pero Reyes dice que puede ser hasta por 1.000 millones de pies cúbicos, que requiere una inversión de entre US$1.000 a 2.000 millones y con fecha límite en 2024.
Además del precio del energético, CFEnergía cobraría el transporte desde Estados Unidos hasta el punto de entrega y un margen de ganancia, mediante un contrato take or pay. Las empresas interesadas serían propietarias de la planta y su capacidad, encargándose de la operación y mantenimiento, además de la comercialización de Gas Natural Licuado (GNL) con otras empresas para llevarlo a Asia.
El gasoducto deberá contar conc las condiciones listas para la interconexión de parques industriales en el futuro considerando una capacidad de 50 a 70 millones de pies cúbicos diarios para futuros parques industriales, detalla la convocatoria.
El tercer eje sería una la construcción de una terminal de servicios marítimos en alianza con la empresa estatal Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) con una participación minoritaria para las empresas interesadas de 49%.
“Los porcentajes accionarios pueden ser negociables, no estaríamos participando como socios, sino el Corredor. Lo que haríamos es ser dueños del gasoducto y garantizar que llegue a la planta (privada”, comenta el directivo.
Bloomberg Línea preguntó por la posible afectación en el interés de las empresas privadas en el plan, derivado de los roces que tuvo la compañía al inicio en 2019 con las empresas constructoras de gasoductos IEnova (filial de Sempra Energy), TC Energy y Carso Energy (de Carlos Slim), que culminó en la renegociación de tarifas y extensión de contratos. Reyes Hernández rechaza que las empresas privadas tengan una impresión negativa hacia la compañía estatal.
La crisis de desabasto en Texas por la tormenta invernal en febrero provocó múltiples disputas legales entre empresas privadas en Estados Unidos donde los abogados son los principales beneficiarios, recuerda el directivo, pero cuando este tipo de conflictos terminan, las empresas vuelven a hacer negocios entre ellas si ven una oportunidad.
“Tenemos la Inversión Extrajera Directa (IED) más alta en toda la historia. Tenemos una buena relación con las empresas del sector. Esperamos y deseamos que este tipo de proyectos se puedan llevar a cabo”, declara.
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Riesgos
El directivo de CFEnergía considera que el principal riesgo del plan es que se retrasen las obras antes de que concluya el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) o que las empresas no tengan interés.
“Nosotros queremos hacer las cosas rápido. Si las empresas interesadas tienen experiencia en construcción y pueden armar la propuesta en dos meses, se puede realizar el proceso en dos meses, pero dependerá de lo que ellos nos estén planteando”.
CFE no es la única empresa que contempla la oportunidad de exportar gas a Asia. IEnova definió en noviembre de 2020 su Final Investment Decision (FID) por US$ 2.000 millones en una planta regasificadora de Ensenada, Baja California para licuar y exportar 3.5 millones de toneladas por año de gas natural.
El directivo descarta que otro proyecto de licuefacción en el país sea un riesgo para su estrategia porque el mercado asiático es lo suficientemente grande. En caso contrario, las empresas manifestarán si hay algo malo en su propuesta.
“Hacemos una manifiestación para no comprometer recursos del Estado mexicano antes de que efectivamente sea factible”, declara.
Más oportunidades
El titular de CFEnergía reconoce que aun con el proyecto de Gas Natural Licuado, todavía tiene exceso de capacidad disponible, por lo que el objetivo de la compañía es que haya un acceso cada vez mayor al gas natural por parte del sector residencial, donde solo 7% de los hogares mexicanos lo utiliza.
En agosto, López Obrador abrió la posibilidad de llevar gas natural al sector doméstico como sustituto del Gas Licuado de Petróleo (LP), uno de los principales dolores de cabeza de su gobierno ante el alza de la materia prima, el propano, y distorsiones en el precio por altos márgenes de ganancia de los distribuidores privados.
La empresa filial quiere entrar a más parques industriales y ciudades, pero mediante alianzas con distribuidores de gas natural.
Al preguntarle a Reyes por las conclusiones del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagas) sobre la necesidad de almacenamiento estratégico de gas natural, tras la crisis de abasto de febrero, esto respondió:
“Es correcto, estamos trabajando de la mano con Cenagas en almacenamiento estratégico. Estaremos dando pronto una noticia entre Cenagas y CFE”, concluye.
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