Caracas — Tan pronto como la denominada Plataforma Unitaria (coalición de partidos opositores venezolanos) anunció que participará en las elecciones regionales y municipales del próximo 21 de noviembre, comenzaron las reacciones.
La más esperada, por supuesto, era la del presidente Nicolás Maduro. Y no demoró en aparecer. En el marco de un extenso taller de candidatos del Gran Polo Patriótico (GPP, la coalición de partidos que apoyan la denominada revolución bolivariana), el mismo martes, el mandatario venezolano se atribuyó el que aseguró era un “logro”, y dijo que el presidente del Parlamento electo en 2020 y su emisario en el proceso de negociación de México, Jorge Rodríguez, había convencido a la oposición a su nombre. “Yo les mandé mensajes directos y también me reuní con ellos varias veces, con todos me reuní”, dijo.
“Hemos traído al campo electoral a toda la oposición venezolana y cuando se estén inscribiendo los candidatos de (Henry) Ramos Allup, Manuel Rosales, Juan Guaidó, Henrique Capriles Radonski, en las sedes del Consejo Nacional Electoral -CNE-, en ese mismo acto, están reconociendo la legitimidad del CNE electo por la Asamblea Nacional -AN- instalada el 5 de enero, en ese mismo acto están reconociendo a la nueva AN”, agregó Maduro.
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Guaidó, quien no estuvo presente en la declaración de la Unidad, le respondió vía Twitter, en horas de la noche: “No tienes, ni tendrás reconocimiento. Eso solo lo dará una elección presidencial que negaste y de la cual hoy huyes (...) Las condiciones para elecciones libres y justas deben consolidarse. Los que decidieron participar y los que no, luchamos por la liberación y la democracia, por salir de la tragedia; en la calle, o en México. Luchamos por condiciones para salir de la dictadura”.
Durante la declaración en la que dieron a conocer el anuncio, Ramos Allup, quien fungió como vocero de la Plataforma Unitaria, se había adelantado a este escenario y dijo: “No es que les estamos dando legitimidad (al régimen), porque es ante quien tenemos que reclamar respeto a nuestros derechos y participación en el proceso”. Lo mismo -dijo el secretario general del partido Acción Democrática- aplica a la presencia de la oposición en el proceso de México.
En el comunicado con el que anunciaron su participación en el proceso, la Plataforma Unitaria aseguró que la decisión fue tomada “mayoritariamente” después de un “extenso y difícil proceso de deliberación interna”, además de con la sociedad civil, según amplió después Ramos Allup.
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Pero no todos en la oposición mayoritaria se mostraron complacidos con la decisión. Entre los primeros en pronunciarse en este sentido estuvo el exalcalde, ex dirigente estudiantil y dirigente de Voluntad Popular (VP, uno de los cuatro principales partidos de oposición, con representación en la declaración de este martes), David Smolansky. “No votar en dictadura también es un derecho. Quien no vota hoy en Venezuela ejerce un acto de desobediencia civil que desafía el control social e intimidación instalada por la dictadura”, tuiteó Smolansky, en horas de la tarde.
Y agregó, desde su exilio en los Estados Unidos, quien hoy funge como comisionado de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA) para la crisis de migrantes y refugiados venezolanos: “Si no hubo condiciones hace solo 8 meses para las (elecciones) parlamentarias, ¿por qué las hay ahora?”
Al respecto, Ramos Allup también había adelantado un argumento: “¿Que pido garantías electorales y hasta que no me den la última no participo? (...) Le estaríamos entregando al régimen nuestra propia posibilidad de participación”.
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Una reacción similar a la de Smolansky -aunque esperada- vino del ex alcalde metropolitano Antonio Ledezma, quien igualmente desde el exilio tuiteó: “Esas insólitas incoherencias de decir ayer (lunes) que no hay condiciones para elecciones parlamentarias, y hoy (martes) llamar a la ciudadanía a avalar el fraude de las regionales, son una de las causas del fracaso del sacrificio y de la lucha de millones de venezolanos para salir de Maduro”.
Al respecto, Ramos Allup había dicho que la política no tenía “dogmas, ni reglas inquebrantables”, y que se ejecutaba “en base a la interpretación de realidades concretas en un momento específico”.
En un hilo publicado en la mañana de este miércoles en Twitter, la politóloga venezolana Maryhen Jiménez analizó la situación: “A pesar de la evidencia comparada sobre transiciones, no siempre se aprende de experiencias ajenas, sino de los propios errores. Eso puede estar ocurriendo y es positivo. Ahora, el hecho de no haber cambiado de opinión ‘antes’ genera agravios y ‘setbacks’”.
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Sin embargo, a juicio de esta especialista, cambiar de opinión no basta, y los cuatro principales partidos de la oposición mayoritaria -el denominado G4- necesitan una política hacia los grupos sociales y políticos que alejó con la radicalización previa de su discurso.
Para la mañana de este miércoles, más de doce horas después de su declaración, Ramos Allup seguía entre las diez tendencias de Twitter en Venezuela. Entre la mayoría de los comentarios, había coincidencia en que la que aseguran es una “reaparición” suya no era “positiva” y en destacar las contradicciones de la oposición.
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