ENTREVISTA: Cepal desaconseja retiro “temprano” de transferencias de emergencia

En conversación con Bloomberg Línea, Alicia Bárcena, directora ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe de la ONU, pide esperar que sectores vulnerables recuperen sus empleos antes de quitar ayudas del Estado.

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Santiago — La pandemia dejará una profunda cicatriz en la economía de América Latina y El Caribe. Según un informe presentado ayer por la Cepal, el crecimiento regional de 5,2% proyectado para 2021, impulsado en parte por el rebote estadístico respecto a la contracción de 6,8% del año pasado, no revertirá los efectos adversos de la crisis.

La razón está en el impacto social de la emergencia sanitaria y los problemas estructurales de Latinoamérica que se agudizaron con la llegada del coronavirus. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, concedió una entrevista a Bloomberg Línea después de la presentación del estudio, donde profundizó en distintos aspectos económicos de Chile y otros países de Latinoamérica.

La siguiente conversación fue editada por motivos de extensión y claridad.

Bloomberg Línea: Analistas proyectan un sobrecalentamiento de la economía chilena. ¿Cuál es su percepción al respecto?

Alicia Bárcena: Habrá un crecimiento importante en Chile para este año, de 9,2% del PIB. Esto se explica fundamentalmente por el avance en el proceso de vacunación y, en segundo lugar, por un aumento del consumo privado impulsado por los retiros de los fondos de pensiones y las ayudas del Estado.

Se aprecian signos importantes de reactivación económica, pero hay que considerar que si se retiran estas transferencias de emergencia tempranamente puede haber un impacto muy fuerte en familias vulnerables. Hay que darle tiempo para que se vayan incorporando al empleo.

No nos gusta hablar de sobrecalentamiento. En realidad, estamos ante un fenómeno de impulso del consumo, pero también de la inversión y las importaciones. En Chile hay un crecimiento asociado a un estímulo en las exportaciones. Sabemos que han aumentado en forma importante, sobre todo por el precio del cobre.

Hay un aumento de la movilidad de las personas, lo cual está estimulando a abrir la actividad económica y recuperando los niveles de actividad y de ingreso.

El crecimiento del 2022 estará en torno a 3,2%, estamos hablando casi de siete puntos menos que el actual año. Eso es lo que deberíamos considerar con cuidado. Tenemos que potenciar, en un país como Chile, la inversión para atender temas como la escasez hídrica. Habrá que formular una serie de políticas de inversión pública y privada para ver cómo se confronta esta situación tan delicada que está atravesando el país, y también cómo se logra atraer, como ya lo ha hecho Chile eficazmente, inversiones al sector de energía renovable, la inclusión digital. Hay sectores económicos dinámicos, pero el ajustar tempranamente puede impedir que se pueda reactivar la economía verdaderamente.

En una economía con una fuerte reactivación como la chilena: ¿Cuándo deberían retirarse estas ayudas? ¿Es necesario un cuarto retiro de fondos de pensiones en este momento?

Está relacionado con el empleo. Los tres retiros sumaron un monto de 50 mil millones de dólares, pero son ahorros de las personas. Los 37.000 millones en subsidios del Estado es un aporte del erario público.

En realidad, es difícil decir ahora o mañana, pero al menos hasta final de año debería mantenerse el Ingreso Familiar de Emergencia, en la medida que se vaya retomando el empleo.

Me parece interesante el Ingreso Laboral de Emergencia que estimula a las personas a buscar empleo formal, a las empresas y ofrece más estímulos a las mujeres por sobre los hombres. Eso es una señal positiva.

La vuelta a las actividades escolares puede ayudar a las mujeres a reinsertarse al mundo laboral. Todo esto, en conjunto, puede contribuir a mejores condiciones, y en 2022 evaluar dónde estamos en materia de ingresos familiares, pobreza, pobreza extrema, desigualdad.

En Chile y otros países es muy evidente la concentración de la riqueza. No solamente del ingreso, sino de la riqueza patrimonial. Creo que ese es un tema que se debe abordar.

La recuperación económica en Latinoamérica es desigual, y esto va acompañado de campañas de vacunaciones desiguales en la región. En Chile se está colocando una tercera vacuna cuando hay países vecinos que no completan esquemas de vacunación.

Estamos enfrentando un mundo de grandes asimetrías. No solo de Chile, sino del mundo desarrollado. La Unión Europea o Estados Unidos tienen casi un 100% de acceso a las vacunas. Sin embargo, ahí la población voluntariamente no quiere irse a vacunar.

Se ha avanzado progresivamente en la vacunación. Es verdad que hay dos países muy avanzados en Latinoamérica, Uruguay y Chile, que superan el 69% de la población inoculada. La dosis de refuerzo en Chile es porque la vacuna Sinovac es una de las que probó ser menos duradera en términos de inmunidad. En realidad, es un esquema de protección adicional al cual optó el país.

La asimetría de vacunación es un gran tema que se debe abordar regional y globalmente. Para ello, el 18 de septiembre la Cepal va a presentar un plan de autosuficiencia sanitaria, en que estamos analizando las capacidades de la región para producir sus propias vacunas o ser coproductores con compañías chinas, americanas, alemanas, inglesas o suecas.

La región tiene que buscar más autosuficiencia sanitaria. No podemos volver a pasar por esta asimetría brutal de acceso a vacunas. Y no tanto por falta de capacidad de compras, sino porque no hay vacunas disponibles. Eso no nos puede volver a pasar.

Hay un problema estructural en Argentina con su nivel de gasto público. ¿Cómo ve esto? ¿Cree que la falta de equilibrio fiscal desalienta la inversión extranjera directa en este país?

La inversión extranjera directa busca varias cosas como mercado, y Argentina tiene un mercado interno importante. También recursos naturales, que tiene Argentina, y busca factores laborales y de innovación: ciencia y tecnología.

El país, en primer lugar, tiene una tasa de crecimiento mucho más positiva de lo que nosotros pensábamos, estará en torno al 7,5% para 2022. Lo que sí preocupa es una tasa de desempleo bastante alta, de 10,2%.

Pero están poniendo en práctica una serie de medidas que sirven para atraer la inversión. Los precios de los hidrocarburos favorecen proyectos como el de Vaca Muerta, y también se está pensando en otros sectores dinamizadores. En Argentina se ha dinamizado la industria manufacturera, y la construcción.

¿Qué está pasando con inversiones extranjeras directa en el mundo? Se está yendo más hacia países desarrollados que a los emergentes. Es la tendencia que observamos. Se van justamente porque se ven atraídos por los grandes incentivos. Si ves que Estados Unidos va a invertir el 18% de su PIB en un programa de paquete multianual, obviamente las empresas extranjeras quieren estar ahí, favorecerse de ese gran estímulo fiscal y monetario. Lo mismo pasa con la Unión Europea, que va a emitir bonos por 20.000 millones de euros para financiar la inversión pública.

La inversión extranjera directa está buscando su resiliencia regional, buscando donde se puede ubicar mejor para garantizar también lo que les faltó en la pandemia, la garantía de su cadena de valor.

En nuestra región, la inversión extranjera directa se irá hacia países con posibilidades de generar inversiones en la transformación energética y energías renovables o, bien, en otros como México que está con su Tratado de Libre Comercio con Canadá y Estados Unidos, porque presenta un futuro provisorio para muchas de estas empresas extranjeras.

Hubo un conjunto de condiciones económicas, sociales, políticas previas a la pandemia que generaron grandes manifestaciones en la región. Esas mismas condiciones empeoraron tras la llegada del virus Covid-19. ¿Cómo ve el panorama en ese aspecto a mediano plazo?

Hay un descontento social, no cabe duda, a lo largo y ancho de la región por miles de razones. Hay una serie de problemas que, por ejemplo, en Chile estallaron fuertemente en octubre de 2019. Sin embargo, este país es un buen ejemplo de cómo encontrar una vía institucional. Está la Constituyente, con un mecanismo institucional en proceso, paritaria, encabezada por una mujer indígena, preparadísima.

Es encontrar vías institucionales que convoquen, atraigan pactos sociales y políticos renovadores, sobre todo en países donde habrá elecciones y renovación de mandatos.

El caso de Perú es interesante, donde llega Pedro Castillo con una agenda rural muy importante, en un país con tantas desigualdades, y una población indígena importante.

En la medida en que incorporemos a la ciudadanía, a los diferentes sectores poblacionales en la toma de decisiones, puede haber avances muy importantes. Los pueblos indígenas están participando muy activamente, las poblaciones afrodescendientes, las mujeres. La agenda feminista y la recuperación va a ser feminista o no será. Me parece que hay augurios de una renovación social muy importante, y eso es lo que hay que apostarle.

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