Buenos Aires — Más de un siglo lleva el conflicto entre Chile y Argentina por la disputa de sus fronteras marítimas. En las últimas horas volvió a reactivarse, tras la última actualización de la Carta Náutica por parte del Gobierno chileno, a través de la cual se extendió por 200 millas la plataforma marítima del país sobre una zona que Argentina alega que le pertenece.
- El desencadenante: En su Carta Náutica 8, Chile extendió que el límite exterior de su plataforma continental por 200 millas marinas, desde punta Puga (Región de Los Lagos) a islas Diego Ramírez (Región de Magallanes). La misma se extiende por el sur hacia el este del meridiano Cabo de Hornos. Este territorio había sido defendido por Argentina como propio.
- La respuesta argentina: En un comunicado de Cancillería, el Gobierno argentino expresó que “esta medida pretende proyectar la plataforma continental al Este del meridiano 67º 16´ 0, lo cual claramente no condice con el Tratado de Paz y Amistad celebrado entre ambos países en 1984”. Asimismo, indicó que “Chile pretende apropiarse de una parte de la plataforma continental argentina y de una extensa área de los fondos marinos y oceánicos, espacio marítimo que forma parte del Patrimonio Común de la Humanidad de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar”.
Cancillería argentina indicó que el límite exterior de la plataforma continental en esta zona fue fijado por la Ley Nacional 27.557, el 4 de agosto de 2020 y aclara que aclara que la misma se ajusta al Tratado de Paz y Amistad y fue aprobada sin cuestionamientos por dicha Comisión con los efectos de establecer un límite marítimo definitivo y obligatorio de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR). Además, recordaron que “Ni la presentación ni la decisión de la Comisión fueron objetadas por Chile”.
Por su parte el canciller chileno Andrés Allamand, indicó que “En el año 2009, cuando Argentina formuló su petición de una medialuna de plataforma continental extendida al sureste del Punto F, Chile señaló que esa pretensión era inoponible e hizo reserva de sus derechos. En el año 2016, cuando la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas se pronunció respecto de esta pretensión argentina, también hubo un pronunciamiento en ese mismo sentido. Y, por último, en el año 2020, cuando Argentina estableció legalmente, a través de una ley en su Congreso, los límites de la plataforma continental extendida, también Chile reiteró de que era una acción inoponible y hacía reserva de sus derechos”, explicó.
El Gobierno argentino concluyó que la pretensión chilena “no es aceptable para la República Argentina” y llamó a resolver la situación a través del derecho internacional y del " diálogo en defensa de los derechos argentinos; de acuerdo a la histórica hermandad de nuestros pueblos y el derecho internacional”.
Un siglo de disputa
Los accesos marítimos al estrecho de Magallanes y el paso de Drake, y que dan control sobre el acceso a los océanos Pacífico y Atlántico han sido durante más de cien años, motivo de conflictos entre Chile y Argentina.
Por su parte, Argentina propuso que debajo de las islas que quedan al sur del canal Beagle (Evout, Barnevelt y Hornos) se trace una línea imaginaria recta hacia el sur. Esto dividiría las aguas del océano Atlántico para los argentinos y las del Pacífico para los chilenos, lo que estaría en línea con el principio bioceánico internacional.
En cambio, Chile, según France24, alega que ese principio bioceánico no existe y que, en cambio, esos tratados les dieron a ellos las islas al sur del canal Beagle. lo que dio origen a la adición la que hizo el Gobierno de Piñera actualizando la Carta Náutica 8.
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Antecedente
En 1977, las relaciones se tensaron más de lo previsto. Argentina propuso que las islas que Chile reclama como propias fueran de dominio de los dos países y que se marcara el límite conjunto. A lo que Chile se negó y comenzó a deteriorarse la situación entre ambos países y muchos países crecían que una guerra era inminente.
La escalada fue tal que el papa Juan Pablo II envío una comisión para intentar que los dos países dialogaran. Así en 1984, Chile y Argentina firmaron un Tratado de Paz y Amistad, con la mediación del sumo pontífice. En dicho tratado se comprometieron a solucionar sus diferencias pacíficamente y pactaron sus delimitaciones marítimas trazando seis puntos concretos.
Así, entre 2009 y 2020 fueron varias las intervenciones de Argentina por esa “línea recta”. Tras múltiples presentaciones ante la Comisión de Límites de las Naciones Unidas, hoy la Cancillería argentina alega que Chile no objetó la decisión de la Comisión de 2016 ni la presentación de la ley de 2020. Debido a ello, se oponen a la medida de Sebastián Piñera.
En declaraciones al diario El Mercurio, el Presidente Chileno, declaró estar llevando “un proceso de continuidad de la política exterior y esperamos en noviembre enviar a la Comisión de Límites de la Plataforma Continental de Naciones Unidas la plataforma continental al oeste de la península antártica”.
“Hay una sobreposición respecto a la plataforma que ha declarado Argentina al sur del punto F (zona de una superficie de alrededor de 25 km cuadrados) de aproximadamente 5 kilómetros cuadrados. Existe una superposición entre lo que Chile declara y lo que declara Argentina”, indicó y aseguró que buscará “caminos de diálogo” para solucionar la disputa.
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