Bogotá — Los proyectos para emitir un dólar o un euro digital por parte de los bancos centrales toman forma ante el objetivo de controlar las fuentes de dinero digital privado, siguiendo las iniciativas pioneras en el Caribe, mientras en Latinoamérica proliferan proyectos particulares a partir de monedas estables (stablecoins) o tokenización.
Bahamas se convirtió en el primer país del mundo en emitir una moneda digital a través de su banco central, el sand dollar, adelantándose a China que va a paso firme y a EE.UU., en donde la Reserva Federal acelera su investigación sobre criptoactivos y en mayo adelantó que publicará un informe al respecto.
Ya en abril el Banco Central del Caribe Oriental puso en marcha su iniciativa de moneda digital DCash, en sociedad con la empresa Bitt, para iniciar un piloto en Santa Lucía, Granada, Antigua y Barbuda, y San Cristóbal y Nieves.
Emitir monedas digitales por parte de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) parece ser la estrategia para ganarle terreno al dinero digital privado en un momento en el que cada vez gana más tracción.
De hecho, la gobernadora de la Reserva Federal, Lael Brainard, se mostró crítica frente a las “nuevas formas de dinero privado” como los stablecoins (o moneda estable, vinculada a un activo menos volátil) al sopesar los “riesgos más amplios para la estabilidad financiera”, por lo que instó a que el “diseño de cualquier CBDC debe complementar y no reemplazar la moneda y las cuentas bancarias”, según declaraciones reproducidas por Bloomberg.
A propósito, el presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón, consideró en una entrevista con Bloomberg Línea que “para los próximos diez años esta visión de los bancos centrales tendrá un efecto de valor en activos contracíclicos”.
La digitalización de las monedas de curso legal va a generar una amplia competencia monetaria con miras a transformar el curso de las operaciones de comercio exterior. Las CBDC tendrán la capacidad de generar sistemas de intercambio directo entre países sin necesidad de triangulaciones o transiciones directas con el dólar estadounidense
El presidente de Colombia Fintech, Erick Rincón.
“Dado que las CBDC cuentan con el beneplácito del gobierno emisor, que la convertirá en moneda fiat, es decir, legal e impuesta por el Estado como medio de pago y con valor artificial, tienen gran parte del camino realizado y es algo que ni las stables ni las cripto pueden hacer por sí solas”, complementó a Bloomberg Línea el cofundador y presidente de la ONG Bitcoin Argentina, Rodolfo Andragnes.
Alejandro Beltrán, gerente de Buda.com para Colombia, explica que mientras las monedas de bancos centrales basan su respaldo únicamente en la confianza de su uso, las stablecoins son emitidas por privados y están respaldadas por activos físicos o digitales, según su naturaleza y estructura.
“Las stablecoins son tokens colateralizados con uno o una canasta de activos, para el caso específico, con monedas de curso legal. En la teoría, un token de dólar debe estar respaldado por un dólar, ya sea físico o en una cuenta bancaria y este replica los movimientos de oferta y demanda de esta moneda”, precisa el vocero de la empresa que desarrolla y opera mercados de criptomonedas.
La iniciativa europea
Entre tanto, a mediados de julio el Banco Central Europeo (BCE) informó que el nacimiento de un euro digital se daría al cabo de que se completen las investigaciones y que el proceso podría tardar unos tres años.
“Es una respuesta tardía de parte de Europa y EE.UU. a algo que ya se está hablando desde hace tiempo y lo más seguro es que estos Gobiernos van a trabajar fuertemente para no perder esta carrera financiera y de tecnología en este aspecto”, dijo a Bloomberg Línea el director de la Fundación Bitcoin Colombia, Carlos Mesa.
Entre los desafíos, Andragnes mencionó que “probablemente deberán desarrollar una estrategia de adopción a nivel banca, luego empresas y finalmente sociedad, y facilitar la comprensión y uso de billeteras digitales. Otro desafío es prepararse para una mayor competencia geomonetaria porque se facilitará para el ciudadano y las empresas el alcance a todas las CBDC globales”.
Dólares ‘en la nube’ y agrotokens irrumpen en Latinoamérica
Mientras China, EE.UU. y Europa ponen su foco en su propia divisa digital, Latinoamérica abre las puertas a diversas iniciativas relacionadas con el mundo de las stablecoins, que van desde un “dólar en la nube” hasta agrotokens respaldados en granos.
En Argentina destacan casos como el de la firma Agrotoken, que ha gestado una moneda estable con paridad en el maíz (Criptomaíz) y la soya (Criptosoja), o BitCow, un token digital lanzado por OpenBit y respaldado por un activo productivo real (una vaca preñada).
Ariel Scaliter, cofundador de Agrotoken, analiza que “los granos como la soya, el café o el azúcar son moneda” pues “la tokenización permite que se democratice ese valor”.
Son ideas que ya planteaba en 1920 Thomas Edison en EE.UU. o Hayek sobre sistemas multimonetarios basados en commodities y ahora la tecnología lo permite.
Cofundador de Agrotoken, Ariel Scaliter
En este sentido, considera que los Estados latinoamericanos hoy no cuentan “con infraestructura y recursos tecnológicos para implementar un programa de CBDC. Necesariamente van a tener que crear un sistema híbrido con privados y seguramente esto haga que nazcan proyectos como Agrotoken que resuelven problemas reales y colaterizan la riqueza real de los países latinoamericanos como los commodities”.
Entre tanto, la start-up estadounidense Airtm, una plataforma de intercambio de divisas P2P (de usuario a usuario), permite abrir y tener una cuenta en “dólares en la nube”, facilitando los pagos a trabajadores autónomos y el envío de remesas en países con indicadores de devaluación importantes como Argentina o Venezuela.
Ahora Airtm llega a Colombia, en donde quiere posicionarse como una “solución ideal a muchos problemas financieros que el colombiano tiene hoy en día y que nadie más se está enfocando en solucionar como por ejemplo tener acceso a una moneda estable y protegerse de la devaluación”.
La plataforma es una intermediaria entre los usuarios para intercambiar dinero local por criptomonedas como AirUSD, que son “tokens centralizados que representan el dinero que está en las reservas de Airtm en forma de stablecoins (Dai y USDC) y, a su vez, respaldados por dólares 1-1 en varios bancos en EE.UU.”, dijo a Bloomberg Línea el líder de Expansión de la compañía, Jerónimo Bernot.
El AirUSD ya se puede usar en varios comercios para adquirir bienes y servicios, así como para enviar o recibir desde y hacia cualquier parte del mundo, en forma de remesas, pagos internacionales, etcétera.
La visión de los reguladores
El superintendente Financiero colombiano, Jorge Castaño Gutiérrez, dijo a Bloomberg Línea que “tarde o temprano” los sistemas de pagos van a terminar siendo “muy digitales”, aunque aclaró que la creación de una moneda digital es un análisis que tiene que hacer más el Banco de la República y que por lo pronto el país avanza en su proyecto de criptoactivos.
“Desde el punto de vista regulatorio creo que están abiertas todas las posibilidades siempre que el Banco Central se encuentre en disposición de querer hacerlo (…) Colombia seguramente como ha sido tradición en muchos temas, seguirá esos estándares y lineamientos una vez exista mayor certeza de cómo funcionará”.