Bogotá — Buses turísticos a media capacidad transportan viajeros mexicanos, hondureños y brasileños que se dirigen a las empinadas calles de la Comuna 13 de Medellín, otrora zona de violencia ahora convertido en un colorido destino para locales y extranjeros que ven de nuevo reverdecer el turismo en el país suramericano.
Guías de la zona acompañan a los turistas a través de las escaleras eléctricas y las coloridas calles adornadas con grafitis que recuerdan, entre otros hechos, la tragedia que significó para la comunidad la Operación Orión, una toma militar en la que las personas fueron víctimas del fuego cruzado y, que según declaraciones de alias Don Berna, contó con el soporte de los paramilitares.
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La visita incluye recorridos por las calles que cuentan estas historias a través de murales, pero que también resignifican la contribución de los migrantes, la mayoría de ellos desplazados por la violencia, así como de los negros, las mujeres y la cultura que envuelve a este lugar, un ejemplo vivo del turismo comunitario en el que participan los artistas del grafiti locales con sus experiencias de murales en 3D, los raperos y bailarines de break dance, los restaurantes populares y los comerciantes.
Mientras este punto se reactiva más turistas visitan la ciudad con la reapertura de puntos clave como el Parque Explora, un complejo dedicado a la ciencia y a la cultura, así como el Jardín Botánico de la ciudad, afectado en el marco de la ola de protestas.
La directora del capítulo Antioquia de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco), Sandra Restrepo, dijo a Bloomberg Línea que el sector ha tenido “un crecimiento muy bueno” y en julio cerró con una ocupación de un 56 %.
“Nos ayudaron mucho los tres días de Colombiamoda y Colombiatex, esto hizo que la ocupación de la ciudad se incrementara. Nosotros desde hace unos meses venimos con un crecimiento importante en las regiones de Antioquia en los diferentes municipios, solo que Medellín está un poco más quedado”.
Restrepo dijo que con la Feria de las Flores, que se celebró hasta el domingo 22 de agosto en la capital del departamento de Antioquia, también percibieron un “comportamiento interesante”.
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La Alcaldía reportó que más de 200.000 pasajeros, incluidos 27.000 turistas, ingresaron a la ciudad a través de las terminales de transporte y aeropuertos. Este primer gran evento presencial en la ciudad también “dejó una derrama económica de US$30 millones e inversión de $1.335 millones para los silleteros”, como se le conoce a las personas que transportan los arreglos florales con silletas de madera.
“En lo que vamos del mes vemos una ocupación (hotelera) del 66 %, es un indicador superbueno, me parece que nos ha ayudado muchísimo el tema de eventos de ciudad. Esto ha hecho que nos reactivemos y vemos con muy buenas expectativas que agosto se cierre de una manera buena, yo esperaría que por lo menos con un 65 %”, apuntó Restrepo.
Las expectativas ahora son positivas para la ciudad luego de que en mayo pasado, y ante el creciente número de casos de covid-19, tuviera que decretarse un cierre total, que provocó la cancelación de reservas hoteleras y viajes programados de cientos de turistas agotados del confinamiento en otras ciudades principales del país como Bogotá.
La capital resurge a paso lento
Después de los duros meses de confinamiento, en los que las salidas se limitaron a compras esenciales o a hacer deporte, junto a medidas como el pico y cédula para controlar el flujo de personas en el comercio de acuerdo a los últimos dígitos del documento de identidad, la ciudad parece tomar un respiro con la esperanza de la vacunación.
Una mezcla de agotamiento y tal vez de exceso de confianza ante el esperado progreso de la inmunización en el país, que arrancó a paso lento, llevó a los bogotanos a lanzarse a las calles para la felicidad de los comerciantes, uno de los sectores más afectados no solo por la pandemia sino por varios meses de protestas violentas en contra de una fallida reforma tributaria que cayó como un baldado de agua fría en medio de la creciente desigualdad del país suramericano.
Las imágenes del centro histórico de la ciudad contrastan con las del año pasado cuando reinó el silencio en el tradicional barrio de La Candelaria, foco de la cultura popular y del turismo, ya que esta zona concentra la mayor parte de los museos del país.
En un punto de la carrera séptima, una vía de 23,4 km que conecta a la ciudad de extremo a extremo, centenares de comerciantes informales despliegan todo tipo de antigüedades y artefactos que caracterizan el pintoresco paisaje de los domingos de Mercado de Pulgas en Bogotá.
Mientras tanto, la ciudad se conectó con la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), su evento más popular, que por segundo año consecutivo tuvo que realizarse de manera digital ante de las dificultades para coordinar a los asistentes.
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“Este año decidimos hacerla virtual porque los escritores que tenían que venir del exterior comenzaron a cancelarnos el viaje porque tenían la incertidumbre de no que no pudieran salir de su país, que al llegar a Colombia tuvieran que estar en cuarentena o al regreso tuvieran restricciones, era muy difícil para ellos, sobre todo los que venían de Europa, que era la mayor cantidad”, reconoció a Bloomberg Línea Enrique González Villa, presidente de la Cámara Colombiana del Libro, promotora del evento que este año tuvo a Suecia como invitado.
Pese a ello, la ciudad se prepara para reactivar los eventos presenciales, uno de sus mayores atractivos, con la Feria del Hogar en Coferias que se celebrará del 2 al 19 de septiembre, así como los conciertos, lugares de baile y los eventos de fútbol, aunque su regreso se vio opacado por la violencia en los estadios.
La directora del capítulo Bogotá – Cundinamarca de Cotelco, Patricia Guzmán, manifestó a Bloomberg Línea que la capital del país es uno de los destinos que más lenta recuperación ha presentado y “se evidencia que la vocación sigue siendo muy fuerte en términos de negocios”.
“Es así que en junio apenas alcanzamos el 29,96 % de ocupación, en julio el 35 % y en lo corrido de agosto hemos llegado al 38,7 %. Eso muestra que efectivamente sí hay recuperación; sin embargo, la tarifa promedio que nosotros estamos presentando actualmente es una tarifa que corresponde a los meses de febrero o marzo del año 2006. Teniendo en cuenta que estamos en el 2021 se evidencia el impacto que ha tenido”, afirmó Guzmán.
Agregó que la entidad “confía en que siga recuperándose la actividad” y para eso cree que es “fundamental que no haya protesta social porque esta afecta la percepción de seguridad del destino y el interés de quienes quieren o tienen pensado ir a la ciudad”.
Según cifras entregadas a Bloomberg Línea por el Observatorio de Turismo, entre enero y junio llegaron a Bogotá 151.316 visitantes extranjeros, quienes ingresaron por el Aeropuerto Internacional El Dorado e informaron que la capital sería su ciudad de hospedaje. En junio de 2021 Bogotá recibió 31.923 visitantes extranjeros, lo que equivale a un crecimiento del 35,2 % frente al mes anterior.
De otra parte, en el primer semestre del año se ofertaron 43.752 vuelos hacia Bogotá, representado en 5.742.616 sillas, de las cuales el 78,3 % corresponden a conectividad nacional y el 21,7 % restante a la internacional.
Respecto a la conectividad, la aerolínea de bajo costo Viva explicó a este medio que ya reactivaron el 100 % de sus operaciones previo a la pandemia e incluso vuelan un 120 % más en comparación con el 2019. Entre tanto, Latam informó a inicios de agosto que su operación doméstica está actualmente al 106 % de lo que registraba en el período prepandemia.
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