El presidente de Colombia Iván Duque terminará su mandato presidencial con 6 de los 7 nombres de la Junta Directiva del Banco de la República elegidos por él.
En las próximas horas se hará oficial la renuncia de la codirectora Carolina Soto dado que su esposo, el exministro de Salud y rector de la Universidad de Los Andes, Alejandro Gaviria, se lanzó a la Presidencia de la República.
A Duque sólo le faltó nombrar al gerente del Emisor, Leonardo Villar, decisión que no depende del primer mandatario sino de la misma Junta Directiva.
Sin embargo, hay que recordar que impulsó desde Presidencia el nombramiento en la Gerencia del banco central al entonces ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla quien no logró convencer a sus compañeros de Junta.
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EL primer nombramiento que hizo Iván Duque fue el del reemplazo de Juan Pablo Zárate, quien renunció para volver al Ministerio de Hacienda.
Fue reemplazado por Roberto Steiner, y ese fue el primer nombre que eligió el primer mandatario. Ahí se escucharon por primera vez las voces que criticaron que Duque tuviera la oportunidad de nombrar a un codirector más que los que la Ley le permite.
Pero después vinieron más cambios. José Antonio Ocampo, quien venía como codirector del banco central desde el Gobierno de Juan Manuel Santos, presentó su renuncia para volver de lleno a la docencia en la Universidad de Columbia en Estados Unidos.
Luego vinieron los cambios a los que por Ley el presidente tiene derecho. Decidió reemplazar de la Junta del banco central a Gerardo Hernández, y a Ana Fernanda Maiguashca.
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Los elegidos para reemplazarlos fueron Bibiana Taboada y Mauricio Villamizar, y ambos levantaron críticas, pues algunos académicos y exintegrantes de la misma Junta, como Salomón Kalmanovitz, aseguraron que no tenían los pergaminos para ingresar a la Junta.
“La nueva codirectora es una profesional especializada en temas de pobreza multidimensional, distantes años luz de lo que requiere tomar decisiones en política monetaria y asuntos macroeconómicos”, dijo el excodirector en su momento.
Sin embargo hay que decir que un excodirector de la Junta que prefirió mantener su nombre en reserva, sostuvo que “independientemente de quién lo nombre a uno, la institucionalidad del Banco de la República es muy fuerte y la independencia siempre se impone”.
Y esa también es la sensación que hay en el mercado. Andrés Langebaek, jefe de estudios económicos del Grupo Bolívar, dic que “es un tema muy particular. La probabilidad de que esto pase es muy baja, que a un presidente por diversos temas le toque nombrar a todos los codirectores. De mi experiencia le he hecho seguimiento a todos los codirectores del banco desde 1991 y me doy cuenta de que cuando los nombran adquieren independencia técnica y actúan por sus opiniones más que por cercanía política. Además, ya en teoría tiene la mayoría, uno más o uno menos ya no hacen la diferencia”.
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No obstante, para Langebaek es una pérdida sensible la salida de Carolina Soto del banco central. “A mí lo que me preocupa más, es que Carolina Soto era de mucha experiencia y mucho respeto y teníamos una estima muy grande por su experiencia y su ecuanimidad y uno aspira que quien que la suceda tenga, al menos, la misma experiencia y las mismas credenciales”.
José Antonio Ocampo, ex compañero de Soto en la Junta también lamentó su salida. “La verdad es que me parece desafortunado que salga Carolina. No es conveniente que el Gobierno nombre a todos pero espero que los ha nombrado y siga nombrando estén a la altura y mantengan la independencia”, sostuvo.
Al presidente Duque le tocó incluso nombrar los reemplazos de los mismos codirectores que él eligió. Es el caso de Arturo Galindo, quien renunció en enero de este año y a quien el presidente reemplazo con Jaime Jaramillo.
En los próximos días, quizá horas, el presidente deberá anunciar el nombre de quien reemplazará a Soto. Entre las expectativas que hay es que, ya que la renuncia es de una mujer, el reemplazo también lo sea.
Desde ya vuelven a sonar los nombres que se dice estuvieron muy cerca de entrar en las renuncias anteriores.
Las que podrían llegar
Un primer nombre que podría tomar fuerza es el de Natalia Salazar. Ella fue viceministra técnica de Hacienda de Óscar Iván Zuluaga, por lo que se le reconoce como cercana al primer mandatario también.
Angélica Arbeláez es otra de las que podría volver a ser candidata para ingresar a la Junta. Su talón de Aquiles podría ser su buena relación con el expresidente Juan Manuel Santos, y con Juan José Echavarría, pero de su paso por Washington, en donde está radicada, también quedó una buena relación con Iván Duque.
Otra de las que podría entrar en el sonajero es María Inés Agudelo, actual presidenta de la Bolsa Mercantil de Colombia. Aunque su cercanía al actual Gobierno era más por la presencia de Alberto Carrasquilla en el Ministerio de Hacienda.
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Igualmente, no se podría descartar que sea un hombre quien ingrese a la corporación, y aparecen en la baraja los nombres del director de Planeación Nacional y del jefe de la cartera de Vivienda, Jonathan Malagón.
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